Darksiders II PlayStation 3

Las secuelas son, por diseño, difíciles de ejecutar. Más que arrojar una mayor dosis del mismo contenido, se trata de crear un delicado balance entre innovaciones y conservar intacta la esencia, labor que pocas franquicias logran con maestría. Darksiders II aparenta ser una de esas peculiares excepciones. Y es que durante nuestro más reciente acercamiento al juego, tuvimos oportunidad de dedicarle un par de horas para experimentar sus muy diversas facetas, desde el ágil combate hasta las extensas posibilidades de personalización. De inicio, tenemos que decir que sobre la base de nuestra experiencia, Vigil Games logró construir una continuación que se siente como un juego completamente distinto, aún cuando conserva la estructura de la primera entrega, resultado de una serie de reinvenciones y refinamientos.

La mayor diferencia es la más evidente: un nuevo protagonista. Pero claro, eso no es novedad, lo que realmente importa es que con su debut en el universo de Darksiders, este nuevo personaje cambia el esquema de toda la experiencia de juego, desde el combate hasta la forma de interactuar con el escenario en formas sorprendentes. A diferencia del honor y el sentido de justicia del robusto Jinete de la Guerra, su hermano, que representa la Muerte, se muestra siempre decidido a hacer cualquier cosa con tal de lograr su objetivo, y en realidad es su fuerte carácter lo que le da el liderazgo de su grupo de guerreros montados. Debemos decir que más allá de los rasgos de personalidad o las implicaciones que esto tenga sobre la historia –de la cual no daremos detalles para evitar el riesgo de echar a perder las muchas sorpresas que se dan incluso desde los primeros momentos–, la distinción entre los protagonistas se traslada a la fluidez de la experiencia de juego.

En términos de control, Muerte es abismalmente más ágil y letal de lo que Guerra pudo haber sido. Y esto no se debe simplemente porque se desplace con mayor velocidad, ni por su capacidad de escalar paredes con tanta libertad que rivalizaría con el príncipe de Persia, va más allá de su talento acrobático para saltar de un lugar a otro con absoluta facilidad, pues al calor de la batalla posee un arsenal infinitamente más completo. Así las cosas, se trata de un combatiente versátil que con la combinación de equipo adecuado puede ajustarse al estilo de casi cualquier persona, sin importar si prefiere el combate cuerpo a cuerpo o tomar una posición más segura, lanzando toda clase de poderes desde la distancia. Pero antes de entrar de lleno en la personalización, cabe mencionar que Darksiders II está más enfocado en combinar ataques para aumentar la efectividad, resultado de la alternancia entre el arma principal y una vasta colección de armamento secundario que en conjunto, crea combos letales.

En la evolución de Darksiders, uno de los cambios más importantes se da en el apartado RPG, es decir, la personalización de nuestro representante de la muerte, por ejemplo, en cuanto a adquisición de equipo y armamento. Cada vez que eliminas a un enemigo obtienes botín al más puro estilo del género de rol, objetos que se dividen en varias categorías y en pleno tributo a Diablo, se generan aleatoriamente. La virtud es que cada ítem contiene características únicas, y pese a que puedes tener dos guadañas idénticas en requerimiento de nivel y poder de ataque, una puede curar al protagonista por cada ataque realizado, mientras la otra agrega daño de hielo para reducir la velocidad de los oponentes. Lo importante es que tengamos inagotables opciones para elegir, con el beneficio adicional de que cada pieza de equipo presenta cambios visuales en el personaje, a fin de crear un guerrero más imponente.

Como tal vez imagines, tus bolsas tienen capacidad limitada, pero hay varias soluciones para deshacerse del exceso de cargamento. La más sencilla y obvia es vender cosas con el mercader más cercano, o puedes enviarlas por correo a algún amigo –y también puedes recibir mensajería virtual–. Pero la manera más creativa es usarlo como combustible para aumentar el nivel de poderosas armas, y con cada nivel se incrementa el poder, lo que en ocasiones te permitirá asignar puntos a cada atributo individualmente; en otras palabras, las armas se personalizan por separado, al grado de poder asignarles nombre.

Pero si eso te parece insuficiente, tu personaje ofrece un amplio margen de personalización, y tras eliminar enemigos, ganar puntos y subir de nivel, puedes elegir las habilidades que quieres aprender, con la posibilidad de elegir dos vertientes: una para combate físico y otra para hechizos e invocaciones, como llamar a un grupo de zombis que te seguirán a donde sea para ayudarte en la tarea de aniquilación. El árbol de habilidades se compone de talentos específicos para utilizar en combate, mientras otros aumentan la efectividad general y el desempeño de Muerte bajo ciertas circunstancias, así que al final depende de que encuentres tu combinación ideal de habilidades, estilo juego y equipo disponible. Tuvimos poco tiempo para experimentar, si consideramos que la aventura promete extenderse durante más de treinta horas, pero con cambios mínimos se notaba las diferencias.

Sin duda nos hicieron falta horas para apreciar con detenimiento otros aspectos, como el ritmo de la narrativa, pero este nuevo acercamiento sirvió para reconocer que se trata de una aventura mucho más sofisticada que el primer Darksiders. Tal vez los acertijos sean sencillos, mientras que los gigantescos escenarios son un tanto estériles –en especial frente a comparaciones inevitables como The Legend of Zelda: Skyward Sword–, pero es un hecho que no faltará sustancia para entretenernos, a lo que se sumará un combate intenso y divertido, además de gran flexibilidad de configuración tanto para personaje como para las armas. Al final, es claro que Vigil Games está haciendo un gran trabajo, y al fin podremos jugar en su versión completa este 14 de agosto.