Hitman: Absolution PlayStation 3

Durante nuestra visita al Convention Center de Los Ángeles, casa del pasado E3 2012, tuvimos la oportunidad de asistir al booth de Square Enix, en donde pudimos poner nuestras manos la más reciente versión (pre-Beta) de Hitman: Absolution. Como ya es clásico en esta franquicia, el infame Agente 47 deberá penetrar en el mundo de sus distintos objetivos y elegir entre distintas tácticas de acercamiento y ejecución, que van desde caer destruyendo todo a su paso, como la rodilla de dios, hasta a disfrazarse de algún miembro cercano a su víctima y organizar un accidente fatal para evitar levantar sospechas o generar animosidades. Un detalle interesante es que incluso disfrazarse requerirá de cierto elemento estratégico, porque si usas el traje de un policía y otro te ve, sabrá que no perteneces a su departamento y te verás envuelto en muchos problemas.

Lo que vimos en el demo tuvo lugar durante el capítulo 2 de la historia del juego; pude conocer distintos escenarios que se desarrollaron según las decisiones que tomé y la eficacia con las que estas fueron puestas en marcha. Mi objetivo, que pude localizar utilizando la intuición y experiencia del Agente 47, se encontraba en una espacio abierto; distribuido en la zona, había un equipo de seguridad y una muchedumbre oriental que ocupaba todos los lugares y se enfrascaba en el antiguo arte de mercadear especias, maderas, frutos y reproductores MP3.

Para comenzar, decidí tratar de llegar a mi blanco de la manera más elegante que pude idear: pistola en mano y disparando sobre cualquier cosa que se irguiera sobre dos piernas. Obviamente el resultado fue horrendo y terminé tirado en un charco formado por mi propia sangre, pisoteado por la muchedumbre enardecida. En mi segundo intento decidí tratar de corregir mi error y busqué la manera de eliminar a los guardias discretamente, sin embargo, cuando estás rodeado por una cantidad tan grande de gente, solamente falta un par de ojos y una boca para que tu paraíso de asesinato se convierta en una granizada de plomo.

Posteriormente, busqué un lugar fortificado desde donde poder abrir fuego contra los defensores de mi víctima y guarecerme de sus tiros. Todo marchaba bien y mis enemigos caían al piso como moscas hasta que repentinamente aterrizó un comando del SWAT sobre mi cabeza y el mundo se torno rojo de nuevo. Aparentemente mi víctima contaba con excelentes conexiones políticas.

[p]Ahora, una de las habilidades del Agente 47 involucra entrar en un modo de alerta máxima, desde el cual puede marcar distintos objetivos que no se hayan percatado del peligro que representas, entonces son abatidos durante una animación automática, uno por uno, de manera rápida y precisa, en el mismo orden en que fueron marcados.

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Al intentar esta maniobra sobre mis objetivos, tuve un éxito aceptable, el problema fue que uno de los guardias no se encontraba a la vista y al seguir con vida provocó una balacera que terminó de nuevo con una unidad de SWAT pisoteando mi cadáver. Y no es que el Agente 47 no pueda acabar con un equipo armado y bien organizado, simplemente un servidor no estaba tan habituado al esquema de control y no había tenido oportunidad de recolectar mejores armas para hacerles frente.

Finalmente, cuando ya comenzaba a sentirme harto y cansado de no poder pasar esta misión, vi el auto de la víctima custodiado por un elemento de seguridad al que pude vencer en combate mano a mano y esconder en un bote de basura. Y lo mejor fue que, convenientemente, detrás del coche había una carga de explosivo plástico con todo y detonador remoto. Una vez que hube armado la carga, sólo tuve que golpear el auto de la víctima, retroceder hacia la multitud, observar al blanco acercarse a su vehículo para averiguar por qué sonaba la alarma y disfrutar el espectáculo del mundo al convertirse en una cortina de fuego y muerte que acabó con todo a su paso.