{"src_avatar":"https:\/\/cl2.buscafs.com\/www.levelup.com\/public\/uploads\/images\/38239\/38239_64x64.jpg","nickname":"urovoros","user_name":"Jorge Arellano","user_link":"\/usuario\/urovoros","posts":5952,"theme":"background","cover":"https:\/\/cl2.buscafs.com\/www.levelup.com\/public\/uploads\/images\/279708_349x86.jpg?9211","status":true} por
{"src_avatar":"https:\/\/cl2.buscafs.com\/www.levelup.com\/public\/uploads\/images\/38239\/38239_64x64.jpg","nickname":"urovoros","user_name":"Jorge Arellano","user_link":"\/usuario\/urovoros","posts":5952,"theme":"background","cover":"https:\/\/cl2.buscafs.com\/www.levelup.com\/public\/uploads\/images\/279708_349x86.jpg?2389","status":true}
Podemos rastrear la estirpe de Beyond: Two Souls en los títulos de aventuras y los juegos cinemáticos esfuerzos tempranos por otorgar mayor relevancia a la trama de un videojuego. La ambición parece un atributo común entre sus creadores. Tomemos como ejemplo Dragon's Lair, exitoso arcade de 1983 que nos ponía al control no de un personaje, sino de sus reflejos; la compañía que lo desarrolló, Advanced Microcomputer Systems, quebró luego de lanzar la consola Halcyon, un sistema que, según ellos, funcionaría completamente por voz y tendría una inteligencia artificial comparable con HAL 9000. Lamentablemente, Beyond peca de una forma similar de soberbia, pues no consigue cumplir sus maravillosas promesas: cautivar al jugador con una trama emocional y profunda por medio de un sistema de juego intuitivo y un guión sublime.
La experiencia comienza al sostener la caja del título. La portada sugiere un tema introspectivo. Además, porta con orgullo los nombres de Ellen Page y Willem Dafoe. ¡Willem Dafoe! El mismo Willem Dafoe de Antichrist (2009) y The Last Temptation of Christ (1988). Page cierra los ojos, mientras en el fondo algún objeto se desintegra. En la contraportada, aparece la cara de Dafoe con 4 pequeñas imágenes (contradictorias): la protagonista besando a un hombre, en la guerra, con un extraño aparato en la cabeza y frente a una impresionante explosión provocada por un helicóptero. ¿Qué clase de juego es éste? ¿Cuál debería ser mi expectativa ante esta película interactiva? El mensaje, a fin de cuentas, es claro: habrá acción, romance, explosiones, misterios paranormales (todo lo que no puede faltar en la película taquillera de la temporada) y, además, vendrá envuelto en una experiencia emocional y profunda. El conjunto también sugiere una amalgama contradictoria de géneros, pero el jugador quizá embobado por el rostro de Ellen Page en la portada introduce el disco en su PlayStation 3.
La trama de Beyond: Two Souls gira en torno a la vida de Jodie Holmes una mujer ligada a una misteriosa entidad conocida como Aiden. A lo largo del título exploraremos, sin un orden particular, distintos momentos clave en la vida de la protagonista. Nathan Hawkins, interpretado virtualmente por Willem Dafoe, es otro personaje clave: un investigador gubernamental de fenómenos paranormales que se hará cargo de Holmes desde que es una niña. La relación entre ellos se desarrollará a lo largo del título.
David Cage, director y escritor de Beyond, retomó elementos de Indigo Prophecy en especial, la ciencia ficción paranormal, un título que levantó polémica cuando sus creadores clamaron que no pertenecía a ningún género preestablecido, sino que era la primera película interactiva jamás creada. Beyond busca continuar la idea; sin embargo, falla estrepitosamente. Recuerdo la crítica positiva de Tim Rogers a Gears of War 2: funciona como juego porque muestra momentos que serían omitidos en un filme de acción (los personajes esperan detrás de una cobertura, largas secuencias de acción necesarias para acabar con un gran contingente de enemigos, etcétera). Beyond intenta ser una película interactiva, pero comete el error de mostrar todo lo que un verdadero filme omitiría (una trabajosa e innecesaria preparación para una cita amorosa, la procastinación de una niña en su casa, faenas repetitivas y, en general, momentos intrascendentes). El resultado final es un ritmo fundamentalmente pausado. Y no es malo ser un juego lento; lo malo es ser aburrido.
No ayuda, por lo demás, una movilidad dolorosamente imprecisa: varias veces me encontré caminando hacia donde no quería e incluso me quedé atorado contra una pared. Luego de sus años como estudio, podríamos suponer que Quantic Dream domina algo tan básico como mover a un personaje en un entorno tridimensional; sin embargo, la cámara fija que puede ser ligeramente cambiada me jugó malas pasadas que rompieron en varias ocasiones el clima emocional. El control de Aiden tampoco fue estelar. En el documental de creación del juego los desarrolladores comentan lo difícil que fue imaginar cómo se movería una entidad paranormal; lamentablemente, parece que no consiguieron superar ese difícil desafío, pues el esquema de control es poco intuitivo y produce ángulos de visión confusos y una desagradable sensación de no tener la capacidad de dirigirse a donde se desea.
El criterio para juzgar un título está sujeto a muchos factores. Uno de ellos es el objetivo que persiguen los juegos de video. En cierta forma, debemos valorar las obras contra sí mismas y compararlas con su propio potencial. Más que fallar al legado de su estudio o de palidecer frente a otros juegos con recursos más sofisticados para transmitir una trama, Beyond: Two Souls se traiciona a sí mismo con defectos técnicos y un guión mal escrito. El resultado es un título que se toma demasiado en serio a sí mismo y que produce en el jugador risas no intencionadas cuando cruza la línea de lo inverosímil o el cliché.
Comentarios
Facebook
Tarreo
Mejores
Nuevos