J-Level #20: Sayonara, Ohga san

Samuráis. A quién no le gustan los samuráis, con ese aspecto tan sereno, pero tan férreo; tan honorable y noble como letal. Bueno, seguro que no a todos les gustan los samuráis, pero estos personajes, nobles guerreros, tan feudales ellos, no pueden disociarse de la idea –ora torcida, ora cultamente sustentada–, que los extranjeros tenemos de lo japonés. Al trasliterar del japonés al español, recomiendo siempre la tilde en la segunda a, para que se acerque a la pronunciación en japonés, por cierto.

Recuerdo que en mi juventud, el videojuego Samurai Shdown provocó un profundo impacto en mí. No sólo era el concepto fresco del zoom-in en las batallas con espadas, sino el ambiente y el diseño de personajes; la voz en japonés del narrador, diciendo cosas incomprensibles para mí en aquellos días, pero, ah, qué bonito se oía el "¡Iza! ¡Jinjou ni! ¡Ippon me! ¡Shoubu!" (que era algo así como "¡Ahora! ¡Que sea una pelea justa! ¡Primer round! ¡A pelear!", o el ansiado "¡Kanzen shouri!" (victoria perfecta). La música, los escenarios y la personalidad de los peleadores me hicieron querer saber más de los samuráis. Y a pesar de ello, el anime inspirado en el videojuego fue una gran decepción para mí. Curiosamente, lo que lo compensó fue otro anime de samuráis: Rurou ni Kenshin, o Samurai X, como se le conoció en occidente.

Esta animación que nació en 1996, adaptada de la historieta de Nobuhiro Watsuki de 1994, sació mi sed por los espadachines japoneses en esos días y, aunque no es mi historieta ni animación favorita, la recuerdo nostálgicamente con mucho gusto –y más gusto me dio cuando Watsuki colaboró en Samurai Shodown V–. El 10 de marzo de 2011, justo un día antes del Gran Terremoto, se lanzó allá Rurou ni Kenshin: Meiji Kenkaku Romantan Saisen, juego de peleas para PSP que ha pasado un poco desapercibido por obvias razones. No lo he probado aún, pero me alegra saber que, además del videojuego, se acaba de confirmar que viene una nueva animación de Rurou ni Kenshin; sólo sabemos que ya se autorizó, pero no se ha aclarado aún de qué se trataría, dado que la historieta se adaptó prácticamente toda en la animación de hace 15 años. Espero que no la arruinen.

Pícale al 2 para que sepas quién fue Norio Ohga, quien se nos adelantó.