¿Qué son los Pachinkos?

Si bien Internet ya está masificado desde hace por lo menos un poco más de una década lo cierto es que la globalización de la información ha despegado de una manera muchísimo mayor en los últimos años gracias a la ayuda de las redes sociales. Ahora es bastante más fácil enterarse de novedades y noticias de productos que no están hechos para nuestro mercado local y cada fanático de los videojuegos o la tecnología ya está al tanto de juegos que ni siquiera tienen una mínima posibilidad de llegar a nuestro continente.

Gracias a ello, uno de los productos que a nivel de noticias por muchos años fueron un filtro en nuestro mercado es el de los pachinkos y si bien están totalmente alejados del concepto de "videojuego" estos van de la mano con famosas compañías de videojuegos que se han dedicado a producirlos en Japón.

No cabe la menor duda que el 2015 será recordado como uno de los peores años de la historia de Konami, tal vez no a nivel económico pero sí al a nivel de imagen frente a sus consumidores. Entre sus polémicas que incluyen el pésimo trato de sus empleados en Japón y la dolorosa salida del reconocido Hideo Kojima y otros famosos desarrolladores de la empresa también en la actualidad se ha sumado la mala recepción del "regreso" de conocidas licencias al mundo del pachinko y que precisamente estaban en un pésimo status como videojuego en la actualidad, como es el caso del anuncio de los pachinkos de Castlevania y Silent Hill, entre otros. Además de lo realizado por Konami también se le ha sumado el comentario en occidente de lanzamientos que también han "incomodado" a los videojugadores como el pachinko de Bayonetta o Resident Evil.

La internet explotó en furia al enterarse de estos productos y empezaron a cuestionar el futuro de Konami, pero lo real y a la vez curioso es que a pesar que Konami quiera poner más publicidad y fondos al asunto la empresa ya lleva muchísimos años realizando pachinkos, incluso de estas franquicias mencionadas, todos con mucho éxito. Acá entonces es donde nace la pregunta del muchos: ¿Qué son los pachinkos y por qué empresas tan importantes como Konami son capaces de botar décadas de tradición y calidad por producir más de estas máquinas, dejando de lado su legado en el mundo de los videojuegos?.

Antes de hablar del escenario real de los pachinkos en Japón es más que obvio mencionar que lo primero que se le podría venir a la mente a muchos son las clásicas "tragaperras" o "máquinas de habilidad y destreza" como son conocidas en varios países de latinoamérica y España. En el caso de Chile estas máquinas recibieron un tremendo auge a mediados de la década del 2000 cuando se dieron cuenta del tremendo vacío legal que existían frente a ellas después de años de temer que la policía se metiera en ello. La legislación de si son legales o si puedes ganar dinero con ellas depende de la comuna o del país en donde estés, pero no cabe la menor duda que estas máquinas proliferaron de manera explosiva en casi toda latinoamérica y arrasaron con el ya casi muerto mercado de los Arcades que sobrevivía, generando una nueva ola de clientes que varios han caído en las manos de la ambición, para convertirse en ludópata.

Pero a pesar de las similitudes y las inspiraciones el mundo del pachinko es extremadamente más complejo y glamoroso en su país de origen. Los pachinkos nacieron en Japón a mediados de 1930 y se transformaron en la entretención de facto de la isla hasta la caída de la segunda guerra mundial, donde la producción de las máquinas estuvo a punto de morir para siempre. Pasada la guerra y a finales de los años cuarenta el mercado japonés del pachinko volvió a resurgir, pero ahora bajo la mano de los coreanos zainichi, la población coreana que está establecida en Japón hace muchas décadas atrás.

El método para ganar en el pachinko es muy simple: Al iniciar una partida el jugador tiene la única habilidad de usar un disparador para lanzar pequeñas bolitas de metal, las cuales tienen que caer en ciertas posiciones para sacar más puntaje o perder. Las reglas de cada máquina de pachinko cambian radicalmente, en especial desde que llegaron las digitales, pero en general la base explicada siempre es la misma. Mientras más de estas bolitas caen en el lugar indicado más puntaje obtienes, la cual fuera de la legislatura japonesa normalmente se cambian por dinero, pero en Japón la apuesta es ilegal... o al menos eso quieren hacer parecer.

Ciertamente todo suena muy similar a lo que ocurre acá, pero la diferencia llegó a finales de los ochenta cuando las compañías de pachinkos inventaron los "pachinkos digitales", máquinas acompañadas por monitores y nuevos sistemas imposibles de realizar de manera análoga y que permitieron agregar cientos de nuevas reglas, secretos y modos de juego. El concepto del pachinko se diversificó de tal manera que empezaron a obtener los derechos de franquicias de películas, videojuegos o series de animé para atraer más público. El vicio empezó a justificarse y a generar una imagen que efectivamente ahora necesitabas "destreza" para ganar, tópico que ha generado discusión hasta nuestros días.

Ahora viene la parte bonita: Tal como comentamos, la apuesta es ilegal en Japón por ende todos los locales de pachinkos en la isla solo regalan premios como juguetes, perfumes, encendedores o figuras de alguna franquicia conocida como Hello Kitty, así también como CDs de música. Poco después de la segunda guerra mundial la producción de premios de los locales de pachinkos eran uno de los negocios más lucrativos del mercado negro, por lo que fue parte del renacimiento del milagro económico que sufrió Japón en la posguerra. Todo parece bien e incluso inocente, hasta que te enteras que en todo el país existen centros de cambio de estos premios por dinero que normalmente se encuentran a dos o tres cuadras de los locales de pachinko, a puertas cerradas e incluso con vidrios polarizados. Hace ya varias décadas que es conocido a nivel general que estos locales de intercambio eran mantenidos por el mundo de los yakuza, la mafia japonesa que ha generado ganancias de millones de dólares frente a este inusual mercado.

Si es ilegal y los yakuzas están metidos en la situación, ¿por qué la policía japonesa no ha hecho nada al respecto? La verdad es que a diferencia de lo que muchos creen en el extranjero la policía japonesa sí ha luchado contra los yakuzas y le han quitado gran parte de su influencia, sin embargo los dueños de los locales de pachinko y los dueños de los locales de intercambio por dinero no son los mismos y ellos se pelean diariamente, pasando la culpa del uno al otro, por lo que jamás cae un "pez gordo" del asunto. Cada vez que se cierra uno de estos locales de intercambio al mes siguiente aparece otro del mismo dueño que no le importa la situación ilegal puesto que el dinero que recuperan es tan grande que la inversión de abrir un nuevo local y pagar las multas es mínima.

Con un negocio tan oscuro pero a la vez tan prolífero no cabe duda que ésto es "dinero fácil" para cualquier empresa que quiera introducirse al mercado, por lo que no es raro ver cómo varias compañías japonesas de videojuegos decidieron casi retirarse de este mercado y dedicarse de manera exclusiva. Uno de los ejemplos claves y más conocidos es el caso de Irem, quienes tuvieron su época dorada con juegos como R-Type, Moon Patrol, Image Fight, Gunforce, In The Hunt y muchos más y actualmente están sumergidos en la creación de pachinkos con gran éxito.

Pero el éxito de los pachinkos no viene solo por sus máquinas: Los locales establecidos que se dedican exclusivamente a este mercado son por lejos los centros de entretención más exitosos de Japón y, a diferencia de lo que muchos creen, siempre fueron más populares que los Arcades con videojuegos, inclusive en los años ochenta donde fue su época dorada. En la actualidad existen más de 12.000 locales establecidos en toda la isla, generando una fuerza laboral que supera la impresionante cifra de 300.000 personas según la Pachinko Trusty Board.

El motivo del éxito de todos estos locales no es ningún secreto: En un país conocido por su sacrificio en el trabajo, tremendos niveles de estrés y suicidios masivos, el japonés "salaryman" promedio encuentra en los locales de pachinko el relax definitivo después de su jornada laboral, tal igual como lo es el mundo Arcade para muchos. Los locales de pachinkos a diferencia de los casinos están regulados de tal manera que el nivel de pérdida de dinero no sea demasiado grande, todo estudiado al punto en que las máquinas están construidas para que el jugador no pierda más de dos dólares por minuto. El pachinko es una máquina que no necesita mayor comprensión para entender sus reglas y cualquier persona puede ganar, puesto que es un juego concentrado en el azar.

Si a eso le sumamos que, a diferencia de Latinoamérica, estos locales son cómodos, lujosos y de excelente atención donde está permitido fumar y encuentras máquinas de tus franquicias favoritas, deja como resultado una entretención barata y alejada de la barrera del tecnicismo que requiere obligatoriamente un videojuego, además del dinero que puedes ganar de manera externa. Al igual que en el resto del planeta existen miles de personas que se consideran enviciados por los pachinkos y han perdido todo el dinero que tienen (o incluso el que no tenían) en este entretenimiento. A título personal puedo contar que tuve la suerte de visitar uno de estos locales en Tokio el 2013 y a diferencia del mundo Arcade son una experiencia muy solitaria: Nadie mira hacia el lado, nadie habla e incluso, aunque quieras, la cantidad de ruido por la música dentro del local lo hace casi imposible, además de escuchar el choque de las bolitas de metal por todos lados. Mientras juegas el local puede ofrecerte bebidas, café o cigarros, algo que hace más del 90% de la gente. Para los que tienen más dinero las cadenas de pachinko más grandes ofrecen un sector "Premium" donde puedes ir a jugar completamente solo.

Supuestamente uno tiene que ser mayor de 18 años para poder jugar, pero eso rara vez se fiscaliza. La masiva popularidad de los pachinkos deja ver a una sociedad trabajadora mayor de 40 años que disfruta de la soledad y quedarse 15 minutos jugando a su pachinko favorito sin ser molestado, encontrando el escape deseado, todo esto sumado a la también conocida pasión de los japoneses por las máquinas y la tecnología, puesto que los últimos modelos de pachinkos no escatiman en recursos.

Con todos estos puntos es sencillo entender el por qué una compañía como Konami, quienes se encuentran en el camino de la "ganancia fácil" gracias al mundo de los juegos de Smartphone, quieren entrar con más fuerza que nunca a este lucrativo mercado. A pesar que Japón todavía tiene a sus empresas clásicas y líderes que se han dedicado toda la vida a los pachinkos como Sankyo o Heiwa varios nombres conocidos de la industria de los videojuegos se introdujeron a este mercado hace años, con marcas reconocidas en occidente de la talla de Sega quienes fueron directamente a este mercado al ser comprados por Sammy.

Lo más increíble de todo es que el vicio y su fanaticada es tan grande que existe la desconocida por estos lados pero gigantesca en Japón escena de los videojuegos de pachinko, títulos hechos para consolas que intentan simular una o varias máquinas de pachinko para "practicar en tu casa". Estos juegos vienen de la era del Famicom y existen empresas que incluso fueron famosas en Japón por dedicarse a este género como Tonkin House o Coconuts Software con su franquicia de Pachiokun, enfocada a los niños, y que tiene en total 23 títulos en el mercado japonés, dejando en claro su tremendo éxito en todas las edades. Ni hablar de todo lo que tiene que ver con franquicias, donde hay pachinko o pachinslot (pachinko con pantalla de slot machine) de franquicias como Evangelion, Hokuto no Ken o Dragon Ball, entre otros. Estas máquinas por lo general tienen modos que escapan del pachinko en sí, como apretar botones rápidamente o seguir comandos para sacar puntaje, algo más cercano a los videojuegos.

Incluso el tema del animé está más vivo que nunca en el mercado del pachinko real. Existen máquinas basadas en franquicias de famosas series que inclusive contiene material exclusivo que no se han visto en otros formatos. Uno de los casos más emblemáticos y que generó controversia frente a sus fanáticos es el pachinko de Ranma ½ que en su pantalla incluye escenas animadas que nunca se mostraron en el animé original y solo se habían quedado en el manga, incluyendo el final de la serie totalmente animado.

A este nivel llegan los pachinkos (ADVERTENCIA: TREMENDOS SPOILERS DE RANMA)

A pesar de todo y como es de esperarse de un país conservador como Japón existe un fuerte rechazo de la ciudadanía por este mercado, rechazo que cae en lo doble standard debido a que los locales de pachinko es visitado por gran parte del país. Durante los últimos años han aparecido varias protestas que han denunciado a los locales por generar delincuencia y un gasto injustificable en un país post-terremoto del 2011. A pesar de todo el escenario del pachinko está totalmente en ascenso, a diferencia del mercado de las consolas de videojuegos que está sufriendo uno de sus peores momentos en Japón.

Es realmente difícil saber si Konami estará dispuesto a cada día poner más y más énfasis en este mercado pero lo que no se pone en duda es que los pachinkos son una tradición de décadas en la isla y que están lejos de desaparecer o ser una simple moda. Japón es un país que no tiene en su visión la apuesta como algo poco moral, al contrario, el Shintoísmo no culpa la apuesta a diferencia de la visión judeo-cristiana, por lo que el arraigo de sentirse bien con el pachinko viene de una visión cultural que es difícil de entender para ojos occidentales, lo que hace que al final del día la prohibición solo caiga como una respuesta moral, mientras que la regulación solo cae como algo pragmático.

[Las imágenes y fuentes son cortesía de Majirox News y Clave9]