Análisis técnico: DOOM

Hasta John Carmack estaría orgulloso


Puedes leer todas las impresiones que nos dejó DOOM en nuestro análisis escrito y en video, donde entre otras cosas, destacamos la esencia destructora y salvaje del combate que mantiene viva la fórmula original del clásico de los 90. Ahora, analizaremos las cualidades técnicas del motor gráfico del juego en PC, el id Tech 6. Es sorprendente el grado de optimización del nuevo motor de id Software, pues eso permite que se comporte de forma excelente en diferentes equipos que cumplen con las características mínimas y que, incluso, muestre el mismo desempeño en consolas. Al final del día, el resultado es palpable: DOOM corre y se ejecuta correctamente de la forma más vistosa posible, sin importar el hardware.

En primer lugar, vamos a cotejar los requerimientos de sistema. De acuerdo con la página de Bethesda, para disfrutar DOOM en su mínima expresión es necesario un procesador Intel Core i5-2400, el cual tiene como frecuencia 3.1 GHz y 3.4 GHz en Turbo Boost, 8 GB en RAM y una placa de video Nvidia GTX 760. En cuanto al nivel recomendado, la página menciona un procesador Intel Core i7-3770 con 3.4 GHz como frecuencia base hasta 3.9 en Turbo Boost, 8 GB en RAM y una GTX 970. Como ves, DOOM es demandante, pues en ambas instancias requiere un procesador de 4 núcleos y una tarjeta de video que corresponde a la gama media. La opción recomendada sugiere que DOOM utilizaría las bondades del Hyper-Threading para aprovechar el incremento de hilos de ejecución; sin embargo, los requerimientos publicados no detallan si en realidad sucede o si sería mejor usar el incremento de la frecuencia.

Calidad General: Nightmare - Ultra - High - Medium - Low

Para la ronda de pruebas utilizamos 2 equipos; el primero es una computadora para la oficina y el hogar, equipada con una tarjeta de video de gama baja para entusiastas: básicamente, el caballo de guerra que podrías tener en tu casa; hablo de una máquina con Intel Core i5-3330 a 3.2 GHz en Turbo Boost, 8 GB en RAM y una GeForce GTX 750 Ti. El otro equipo es más potente, con un procesador encima de los requerimientos recomendados y la tarjeta de video más reciente de Nvidia, lo que se traduce en un equipo competente de PC gaming: Core i7 2600K con overclock a 4.2 GHz, 16 GB en RAM y la GTX 1080 que debutará el próximo 24 de mayo.

La primera prueba la corrimos en nuestro equipo de oficina con la GTX 750Ti en la escena inicial del nivel Lazarus Labs, que contiene una buena dosis de iluminación, pasillos largos con enemigos y culmina con un desorbitarte combate con múltiples enemigos en pantalla. Debido a que el equipo se encuentra muy por debajo de los requerimientos mínimos cuando hablamos de gráficos, la configuración elegida fue con todas las opciones de video en lo mínimo, con FXAA y 1280 × 720 como resolución. El desempeño que desplegó DOOM fue notable: corrió con un promedio de 67 cuadros por segundo (fps), mientras que el mínimo y máximo fue 32 y 93, respectivamente; la tasa de utilización del procesador fue 61% en todos los núcleos, mientras que la GTX 750 Ti operó al máximo de su capacidad con 98% de utilización.

La experiencia fue sumamente satisfactoria porque el conteo de cuadros por segundo fue estable en la marca de 60 fps, aunque la calidad gráfica se sacrificó para lograr el cometido; otro aspecto a destacar es la posibilidad de ejecutar y disfrutar DOOM con una tarjeta de video que se ubica algunos escalones abajo del requerimiento mínimo.

Enseguida, probamos DOOM en nuestro equipo de PC gaming competente. En esta configuración, elegimos Ultra, la calidad gráfica máxima. La resolución fue 1920 × 1080, FXAA y todas las opciones de video al máximo con la GTX 1080. Dentro de este apartado hay que detallar que Shadow Quality y Virtual Texturing Page Size están en una opción adicional a Ultra llamada Nightmare y requieren una tarjeta de video con 5 GB en RAM de video. El desempeño nuevamente fue sobresaliente con un conteo promedio de fps en 124, con 79 como mínimo y 200 como máximo. Asimismo, notamos que el promedio de utilización de la tarjeta de video fue 71% y 42% en el procesador.

Calidad general: Nightmare - Low

La experiencia en este equipo superó los 120 cuadros por segundo (en promedio), lo cual es un gran logro si consideramos que todas las opciones de video se configuraron al máximo. Sin embargo, hay algunos puntos a considerar porque la utilización del procesador y la tarjeta de video no se aprovecharon al máximo. La prueba se incrementó a 2560 × 1440, lo que comúnmente se conoce como QuadHD; en este caso, la tasa de utilización de la tarjeta de video se incrementó a 98%, mientras que la del procesador subió muy poco. Podemos deducir que el juego escala en mayor medida y depende de la resolución.

Para comprobar lo anterior, limitamos el uso del procesador a 2 núcleos con el Core i7 y la GTX 1080. El resultado fue interesante: la utilización del procesador escaló a 90% en promedio en ambos núcleos, mientras que la tarjeta de video descendió a 40%, lo que indica que hay una fina correlación entre el procesador que ejecuta el juego y la tarjeta de video. Los usuarios con equipos muy veloces verán beneficiado su conteo de cuadros por segundo, mientras que procesadores modestos ofrecerán una experiencia suficiente y estable —siempre y cuando la tarjeta de video sea suficientemente potente—.

En cuanto a calidad gráfica, DOOM es una joya impactante con una presentación maravillosa, si consideramos que se ejecuta en la versión más reciente de OpenGL, con la opción de soportar Vulkan en el futuro. Las opciones de video ofrecen una amplia variedad para configurar este apartado según el gusto del usuario; incluso ofrece la posibilidad para elegir la apariencia y el tono que cambia la saturación de colores para que parezca más áspera o cinemática. La tecnología del motor gráfico ofrece physically based rendering, una técnica para presentar el mundo de juego con una simulación de iluminación fotorrealista, es decir, presenta las fuentes de iluminación y calcula cómo reacciona con el mundo; además, ofrece haces de luces volumétricos que acentúan la inmersión. Por otro lado, los cambios de DOOM apenas son perceptibles cuando se comparan 2 capturas de pantalla en la configuración más alta; lo mismo ocurre con el rendimiento porque entre el más alto y el más bajo ajuste de video existe una diferencia entre 20% y 30% de mejora.

Rendering Mode: Default - Gritty - Cinematic

En cuanto a funciones adicionales del cliente de juego, DOOM presenta aceleración negativa en el movimiento del mouse, lo que se arregló fácilmente con una línea de comando en el ejecutable del juego. Los comandos se pueden configurar al gusto del usuario, así que pude asignar un botón para cada arma, sin necesidad de usar la ruleta de selección de armamento; sin embargo, cuando cambié la tecla de saltar por el comando para activar el disparo secundario de un arma —el botón 2 del mouse y la tecla de espacio—, fue imposible salir de las pantallas de carga cuando el juego pide presionar una tecla. No tuve más remedio que utilizar ambos comandos de forma tradicional, pero eso no interrumpió la experiencia.

Podemos decir que DOOM para PC es una experiencia sumamente cuidada y optimizada, lo cual son buenas noticias para los fanáticos del PC gaming, ya que encontrarán que el hardware competente ejecuta el juego a la perfección. Esto también son buenas noticias para quienes tengan un equipo con menos caballos de fuerza porque el motor gráfico escala adecuadamente con el hardware, además de que la presentación gráfica es aceptable en su configuración mínima. Sin más, DOOM para PC es un título con una excelente optimización; quizá, uno de los mejores de 2016.

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