Este fin de semana estuvo súper movido,
para empezar el viernes me fui a un Bar Mitzvah... no, la verdad fui a la
graduación de mi cuñada y tengo que decir que no hay nada tan hermoso en este
mundo como ver a un puñado de pequeñas mozalbetas de 15 años en vestiditos de noche,
asesinarse a puñaladas por la espalda, frente al altar de una iglesia, mientras
sus padres las miraban con ensoñación. Buenos tiempos.
Obviamente después de la misa
fuimos a la fiesta en si, que tuvo lugar en un prestigioso salón de fiestas de la Ciudad de México, lugar en
donde viví algo muy extraño. Estaba yo realizando mis necesidades fisiológicas,
muy tranquilo y ocupándome de mis propios asuntos, cuando un señor entró al
cuarto de baño acompañado de un niño de aproximadamente 10 años. Todo iba bien
hasta que el niño me vio y grito ¡Ah! ¡Eres Rex de LEVEL UP! Creo que no
necesito explicar la expresión de horror que se apoderó de la cara del hombre al ver
a su hijo gritar y acercarse a mi con singular alegría mientras yo estaba ahí,
ocupándome de mis cosas. Fuera de eso la noche continuó sin eventualidades.
El sábado me levanté temprano y todo mal
cocido, para poder ir a Mundo E, más precisamente a Best Buy, sede de los WCG.
Cabe mencionar que dicho lugar se encuentra justo al otro extremo de la ciudad
más grande del mundo, afortunadamente la casa de mi novia está situada a medio
camino y no tuve que desviarme. Al llegar al lugar del evento me encontré con
un trailer, a fuera del cual varios gamers esperaban su turno para darse con
todo en Halo 3, posteriormente ingresé al interior de Best Buy en donde había
otra tropa de jugadores esperando enfrentarse en FIFA.
Y obviamente me encontré
a varios conocidos, amigos y camaradas entre los asistentes. Después de esto
fui a la sección de Blu-Rays, videojuegos y audífonos y acabé dándole rienda
suelta a mi compulsión compradora, justo al momento de escribir este blog estoy
escuchando Blow me away de Breaking Benjamin en mis nuevos audífonos
Sennheiser HD 435, que por cierto rockean.
Después fui con mi novia a los cines de esa
plaza y vimos Transformers 2. Para empezar tengo que decir que jamás voy
a recuperar los 20 minutos que perdimos viendo comerciales de partidos
políticos en el cine, sumados a la enorme cantidad de anuncios que ya te meten
en cualquier película. Y en cuanto a Transformers 2, se que esto me va a
ganar varios enemigos... pero tengo que decir que no me gustó nada. Se me hizo
aburrida, llena de Transformers nuevos, extraños y suficientemente genéricos
para ser destruidos sin más ni más. Los únicos dos personajes a los que les
hicieron algún tipo de énfasis fue a dos gemelos hillbillies que se la pasaban
peleando y maldiciendo como niños de 5 años, además ¡eran hillbillies! Yo
estuve toda la película esperando a que llegara el Rayo McQueen a untarles Rusteeze
en los dientes.
Y el punto bajo de la película fue cuando Megatron nos presenta
a Darth Fallen, quien incluso lo llama mi pupilo, por que en esta película
Megatron fue deslavado hasta quedar como un villano de tercera, que solamente
se limitó a maltratar a Starscream, quien, a su vez fue convertido en el
Smithers de los Decepticons. Ya para cuando la película iba en la parte en la
que mágicamente todo mundo aparece en Egipto yo estaba aburrido más allá de los
límites conocidos y por primera vez en mi vida me quedé dormido durante una
película.
Y para cerrar el broche de oro al
dirigirnos a pagar el estacionamiento pasamos frente al Sirloin Stockade y mi
voracidad le ganó a mi sentido común y nos metimos a darle con todo al buffete.
Para empezar mi novia pidió una especie de bebida amarilla que vio en una mesa
aledaña, según el mesero era piña colada, yo mantengo mi teoría de que si la
hubiésemos vertido sobre unas tortugas en este instante tendría un cuarteto de
ninjas a mi lado. Sinceramente no puedo recomendar este restaurante ya que la
comida del buffete no estaba realmente buena, solo el pollo frito, pero siendo realistas, no hay muchas formas en las que un pollo frito pueda salir
terriblemente mal y, además, su barra de sushi solo consistía en una especie de rollos de arroz envueltos en nori, yo me tuve que robar surimi de la barra de
ensaladas para hacerlos pasables y para acabar, tienen helado de chocolate, pero hecho con agua. A final de cuentas fue un día entretenido y divertido, por que
cualquier día que pase con mi chica es excelente. ¡Ay! Se me cayó mi mandil
Ah y por cierto, el viernes tuve
oportunidad de probar uno de esos nuevos alcoholímetros buena onda en los que
te hacen la prueba antes de que te subas a tu coche, solo para que sepas cuanto
alcohol tienes en la sangre. El límite es de 0.4 y yo, como buen ciudadano que
soy, solo presenté 0.2 y todo iba muy bien, el oficial incluso me felicitó y me mandó
por un pequeño recuerdo de la ocasión: Aquí una pulserita para mi amigo el 0.2.
Si, todo iba genial, hasta que se escuchó el gallardo grito de uno de los
miembros de la SSP,
quien tenía tomado del hombro a uno de nuestros acompañantes: A ver
¿Quiénes son
los amigos del 2? Priceless.
UPDATE:
Estos sucesos, acontecidos el mismo sábado al finalizar la película de Transformers 2, fueron tan traumáticos para un servidor, que mi cerebro aparentemente los suprimió por completo:
Resulta que los pisos en Cinemex Platinum son de mármol negro, preciosa piedra, uno de los más nobles materiales de construcción conocidos por el hombre en toda su historia. Pero aparentemente los genios del diseño empleados por esta cadena de cines tuvieron a bien omitir dos pequeños detalles. Primero, los pisos de mármol se pulen. Segundo, los baños comparten el mismo tipo de piso que el resto de los cines.
Pues resulta que estaba yo lavándome mis rudas manos de arriero, bajo el fresco chorro de agua, cuando mi mirada se desvió del grifo hacia el espejo y la escena que se reflejaba frente a mi, desafortunadamente mi mirada se dirigió hacia el tan mencionado piso de mármol y fue ahí cuando por fin entendí que los baños con cubículos que no llegan hasta el suelo y los pisos de mármol pulido son mis peores enemigos.
El marmol pulido es un espejo en el cual no se pierde detalle alguno de lo que sucede dentro de cubíbulos de los excusados. Cuando me encontraron, estaba balbuceando dentro de un closet de limpieza con los ojos irritados de tanto llorar. Obviamente me quejé con la gerente del cine y aunque esta entendió a la perfección que era una pésima idea tener un piso de espejo que te permite observarle sus partes a cualquiera que se encuentre utilizando el baño, me indicó que desafortunadamente no había nada que hacer, ya que el mármol se tiene que pulir. Espero que muchas personas hagan llegar sus quejas y la gente de Cinemex haga algo al respecto por que no le deseo a nadie ser testigo de algo como loque vivi ese día, esa imagen me perseguirá por el resto de mis días.
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