El auge de la inteligencia artificial sigue revolucionando industrias, con empresas como Google y Nvidia presentando innovaciones casi semanalmente, como Gemini 2.0 o nuevos ordenadores diseñados específicamente para IA. Sin embargo, este avance constante también ha despertado preocupaciones y Eric Schmidt, exdirector ejecutivo de Google, ha hecho un llamado a la cautela al proponer la implementación de un “Kill-Switch” que permita desactivar sistemas avanzados de inteligencia artificial si representan un peligro para la humanidad.
Según informa Fortune, en una entrevista con ABC News, Schmidt explicó que la verdadera amenaza radica en los sistemas de IA capaces de mejorarse a sí mismos, una característica que, según él, podría llevar a situaciones difíciles de controlar: “Si el sistema puede mejorarse a sí mismo, debemos pensar seriamente en desconectarlo”, afirmó. Aunque reconoció que mantener el equilibrio entre la innovación y la seguridad será una tarea compleja, subrayó que ignorar este riesgo podría tener consecuencias desastrosas.
Schmidt también destacó las diferencias entre los niveles actuales de IA y lo que se conoce como inteligencia artificial general (AGI), una etapa en la que los sistemas serían capaces de aprender cualquier tarea y resolver problemas como un ser humano. Más allá de esta etapa, se encuentra la superinteligencia, donde la IA superaría intelectualmente a los humanos en todos los aspectos, siendo este último escenario, aunque todavía teórico, el que más preocupa a Schmidt y otros críticos, ya que podría dar lugar a un desbalance en el control humano sobre la tecnología.
Las empresas líderes en el desarrollo de IA, como OpenAI y Anthropic, han señalado que la AGI podría estar más cerca de lo que imaginamos. Dario Amode, director ejecutivo de Anthropic, sugirió que este nivel de inteligencia podría alcanzarse entre 2026 y 2027, mientras que Sam Altman, de OpenAI, proyecta que será una realidad dentro de cinco años. No obstante, Schmidt enfatizó que estas predicciones también reflejan intereses comerciales, diseñados para destacar las posibilidades de la tecnología, incluso cuando se enfatizan riesgos potenciales.
Si bien los avances en IA prometen transformar sectores como la salud, la educación y el entretenimiento, Schmidt aboga por un enfoque cauteloso que priorice la seguridad. “Será difícil mantener el equilibrio”, concluyó, pero insistió en que tomar medidas preventivas es esencial para evitar un escenario en el que la humanidad pierda el control sobre las creaciones que buscan mejorar nuestras vidas.
“Antes se veía a los videojuegos como causa de crímenes, pero ahora se reconocen como cultura” Creador de Dragon Quest celebra al recibir premio del gobierno japonés
La evolución del mundo de los videojuegos ha sido abrumadora con el paso del tiempo, comenzando como una mera curiosidad tecnológica en las décadas de 1970 y 1980, se logró transformar en un medio capaz de contar historias profundas, unir comunidades globales y convertirse en una de las industrias culturales más influyentes del siglo XXI. Sin embargo, este reconocimiento no siempre fue el caso.
Durante años, los videojuegos enfrentaron el estigma de ser una influencia negativa, incluso llegando a ser culpados por crímenes y problemas sociales. Ahora, en un giro que refleja su creciente aceptación, Yuji Horii, creador de la icónica saga Dragon Quest, ha sido honrado con el “Premio del Comisionado de Asuntos Culturales” otorgado por el gobierno japonés.
