La controversia estalló cuando un usuario de redes sociales compartió en X un clip de Hailey, la protagonista del juego The First Descendant, destacando su diseño revelador y dejando la pregunta: “¿Es esto lo que quieren los jugadores?”. Esto comenzó un acalorado intercambio de opiniones, en el que DreadRoberts y otros, desde una perspectiva religiosa, criticaron este tipo de representaciones en los videojuegos.
En su mensaje, DreadRoberts sostuvo que este diseño "el futuro de los videojuegos no debería ir por ahí" y argumentó que es necesario adoptar un enfoque más maduro y ético en la industria.
Estas declaraciones, respaldadas por otros influencers religiosos, como MelonieMac y John F. Trent, encontraron eco en una parte de la comunidad que comparte estos principios, sin embargo, también provocaron una fuerte resistencia. Muchos gamers señalaron que esta postura representa un intento de control moral que podría limitar la libertad creativa, una de las características más valoradas en los videojuegos, e incluso para algunos, esto evoca los mismos comportamientos restrictivos que se han combatido durante años, especialmente contra corrientes ideológicas que intentaban moldear los videojuegos según sus propias agendas.
La discusión no solo toca la moralidad en los videojuegos, sino que también pone de manifiesto la influencia de la religión como factor cultural, ya que algunos defensores de estas críticas ven en los videojuegos una oportunidad para promover valores tradicionales en un medio masivo. Pero, sus detractores argumentan que imponer límites religiosos podría sofocar la diversidad y la innovación, elementos esenciales para el desarrollo de la industria.
DreadRoberts, en su respuesta a las críticas, destacó que su postura no busca censurar, sino "establecer límites éticos", pero sus palabras han sido interpretadas por muchos como moralismo disfrazado de preocupación por el futuro del gaming, con algunos acusándolo de replicar las mismas actitudes restrictivas que critica en otros grupos.
Mientras la comunidad se divide entre posturas religiosas y la defensa de la libertad creativa, una cosa parece segura: la relación entre moralidad y videojuegos seguirá siendo un tema complejo y profundamente debatido en los próximos años.
Kickstarter de juego chileno en STEAM rompe dos metas y está a menos de $800 dólares de llegar a Nintendo Switch: "Una aventura entretenida y un plataformero único"
Otro proyecto gamer, desarrollado por un estudio independiente chileno, busca financiamiento a través de Kickstarter, el cual conocimos gracias a Felipe Jiménez, creador de este título llamado BeDo que se lanzará en Steam. “Somos un equipo de tres personas: Diseñador, Programador y Músico. Hemos puesto mucho amor y esfuerzo en este proyecto”, indica el dev nacional, invitando a que la comunidad siga apoyándolos con aportes, para poder pulir aún más el juego y llevarlo a la Nintendo Switch.