La historia del juego de caza de monstruos, Dauntless, ha llegado a un triste final, ya que el popular título desarrollado por Phoenix Labs, sucumbió ante los recientes despidos masivos que azotaron al estudio, dejando un vacío en el género de los RPG de acción. Esto ha generado una ola de indignación entre su comunidad de jugadores, quienes culpan de todo lo anterior derechamente a los “cripto” y a los capitalistas.

Como quienes son seguidores del título sabrán, los desarrolladores anunciaron el cierre definitivo de los servidores el 29 de mayo de 2025, marcando el fin de un proyecto que en sus inicios prometía revolucionar el panorama de los juegos de rol. Y es que el camino de Dauntless estuvo marcado por un inicio prometedor, impulsado por el talento de exdesarrolladores de renombrados estudios como Riot Games y BioWare. Su lanzamiento en 2019 como un juego gratuito atrajo rápidamente a una base de jugadores leales, quienes disfrutaron de su innovadora propuesta de caza de monstruos.
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Sin embargo, la llegada del juego a Steam en diciembre de 2024, lejos de revitalizar su popularidad, evidenció un declive progresivo en el interés de la comunidad. La actualización lanzada en ese mes desató una tormenta de críticas negativas, ya que modificó aspectos fundamentales de la jugabilidad de manera desfavorable. Los jugadores expresaron su frustración ante cambios que, en su opinión, estaban diseñados para fomentar el uso de microtransacciones, comprometiendo la experiencia de juego. La reacción de los fans fue contundente, inundando la página de Steam de Dauntless con calificaciones “extremadamente negativas”.

Incluso una de las cofundadoras del estudio, quien participó brevemente en el proyecto, alzó su voz en LinkedIn, denunciando el “desmantelamiento” de la esencia del juego y su alejamiento de la visión original centrada en los jugadores.
La comunidad culpa a los seguidores de las criptomonedas y al capitalismo
La comunidad de Dauntless señala a las empresas Garena y Forte como los principales responsables del declive del juego. Garena adquirió Phoenix Labs en 2020, pero tres años después vendió el estudio a Forte, una empresa especializada en criptomonedas, en una transacción que generó suspicacias por su discreción y monto reducido. Durante este periodo, Dauntless sufrió una notable falta de actualizaciones significativas.

Además, una exempleada de Phoenix Labs reveló que los fundadores del estudio, tras la primera venta, dilapidaron recursos en lujos personales, descuidando el desarrollo del juego. “Los fundadores se enriquecieron vendiéndole a Garena, compraron Porsches, se metieron en la cabeza la idea de ‘tenemos dinero infinito’, no produjeron nada durante años, Garena los abandonó y luego fueron comprados por criptobros”, indicó..

Posteriormente, el portal Game Developer expuso los problemas internos del equipo, incluyendo la presión ejercida por Forte para integrar tecnologías blockchain en Dauntless y la cancelación de otro proyecto en desarrollo, Project Dragon.
Ahora, como adelantamos, la confirmación del cierre de los servidores provocó una ola de indignación entre los jugadores, quienes no dudaron en señalar a las criptomonedas y al capitalismo como los culpables de la desaparición de un juego con gran potencial. Y es que para finalizar, muchos jugadores creen que Dauntless no fracasó por falta de jugadores o calidad, sino por decisiones empresariales motivadas por el lucro, que sellaron el destino de un título que pudo haber tenido un futuro muy diferente.
Creadores de Dragon Age: The Veilguard sufren despidos masivos y una reestructuración tras el fracaso económico del juego
BioWare, desarrolladora de videojuegos reconocida por títulos icónicos como Dragon Age: Origins y Mass Effect, sigue intensificando una reciente crisis tras el lanzamiento de Dragon Age: The Veilguard. Juego que no logró cumplir con las expectativas ni del público ni de la crítica, ha desencadenado una ola de despidos masivos en el estudio, propiedad de Electronic Arts (EA).

Según los reportes, BioWare se enfrenta a una nueva reestructuración, justo después de la salida de Corinne Busch algunos días atrás, quien se desempeñó como directora de The Veilguard, dejando el estudio tras 18 años de trayectoria.
