La saga de John Wick se ha convertido en un referente moderno del cine de acción, con coreografías estilizadas, un protagonista imparable y una estética visual que ha redefinido el género. Pero, ¿qué tan realistas son las intensas secuencias de combate que han cautivado al público? Tu Lam, un exmiembro de las fuerzas especiales estadounidenses, analizó en detalle escenas clave de los cuatro filmes en un video para el canal Insider en YouTube, utilizando una escala de realismo del 1 al 10 y basándose en su amplia experiencia militar.
El análisis comienza con el primer filme, donde Lam destaca el entrenamiento de Keanu Reeves en el manejo de armas y artes marciales, ya que, según el experto, aunque algunas tácticas mostradas no serían prácticas en situaciones reales, las posturas y movimientos de Reeves son precisos y transmiten autenticidad, especialmente en las escenas que aprovechan la oscuridad como ventaja táctica. Sin embargo, Lam no escatima en críticas: señala que técnicas como silenciar a un oponente cubriendo su boca son arriesgadas, ya que podrían resultar en lesiones graves para el atacante, y cuestiona la lógica de atacar en pleno día en situaciones que requieren sigilo.
En John Wick 2: Un nuevo día para matar, Lam continúa su análisis subrayando las inconsistencias en la representación de los silenciadores, que en el filme son retratados como extremadamente silenciosos, algo que dista mucho de la realidad. También pone en duda la resistencia del protagonista, quien sobrevive a heridas que, según el experto, incapacitarían a cualquier persona en un combate real. No obstante, el uso creativo de armas improvisadas y escondites para arsenal recibe elogios, aunque las batallas en público, como en una estación de tren, son calificadas como poco verosímiles por la falta de discreción y el riesgo elevado que implican.
El tercer filme, John Wick 3: Parabellum, incluye la escena favorita de Lam de toda la saga: una pelea en una tienda de antigüedades, donde Wick utiliza objetos como cuchillos y hachas de forma ingeniosa y efectiva. Según el exsoldado, este tipo de improvisación es altamente realista en situaciones extremas.
Por otro lado, las secuencias más espectaculares, como las luchas en motocicletas o automóviles, son descartadas como imposibles debido a las limitaciones de coordinación necesarias para conducir y pelear al mismo tiempo. En este capítulo también se destaca la colaboración entre Keanu Reeves y Halle Berry, especialmente en las escenas que involucran perros de ataque entrenados, un elemento que Lam considera bien ejecutado y realista.
Finalmente, John Wick 4 recibe elogios por su acción visualmente impactante, pero también críticas significativas por decisiones tácticas cuestionables, como la cobertura de Wick al enfrentarse a múltiples enemigos o la famosa escena en las escaleras, donde el protagonista sufre caídas que en la vida real habrían dejado a muchos en el piso. Lam resalta que, aunque estas secuencias son emocionantes, sacrifican el realismo en favor del espectáculo.
Para Lam, el primer filme sigue siendo el más sólido en términos de realismo, gracias a su enfoque más serio como thriller de acción y las secuelas, aunque visualmente más audaces, se alejan de la credibilidad en favor de la estilización y la exageración. Sin embargo, el exsoldado reconoce que el atractivo de John Wick no radica en su precisión táctica, sino en su capacidad para ofrecer un espectáculo dinámico y emocionante que ha elevado los estándares del cine de acción contemporáneo.
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