En una de aquellas historias que pueden ser vistas como una tragedia o una comedia, según seas entusiasta o detractor de las criptomonedas, James Howells, un hombre que accidentalmente desechó un disco duro con una fortuna en bitcoins, ha llegado a su final. Y es que tras doce años de incansables esfuerzos y batallas legales, Howells ha perdido su última oportunidad de recuperar lo que hoy equivaldría a unos $750 millones de dólares.
Todo esto comienza en 2013 cuando mientras limpiaba su casa, este entusiasta de las criptomonedas confundió dos discos duros. Uno de ellos, el que lamentablemente desechó, contenía las claves privadas necesarias para acceder a 8.000 bitcoins que había adquirido a un precio irrisorio en los inicios de esta moneda digital. Con el tiempo, el valor de estos bitcoins se disparó, pasando de unos pocos dólares en aquella época a superar los $94.000 dólares por unidad en la actualidad, convirtiendo la pérdida de Howells en una tragedia financiera de proporciones épicas.
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Desde el momento en que se percató de su error, Howells comenzó una cruzada personal para recuperar su disco duro, que se cree que está enterrado en un vertedero del Consejo Municipal de Newport, en el Reino Unido. Durante años, intentó persuadir al consejo para que le permitiera realizar excavaciones, pero sus peticiones fueron sistemáticamente rechazadas. El consejo municipal argumentó diversas razones para denegar la búsqueda, entre ellas, la excavación de toneladas de residuos representaba un grave riesgo de impacto ambiental, con la posible liberación de sustancias tóxicas.
Vista aérea de un vertederoel 18 de marzo de 2022 – vía Arstechnica
En segundo lugar, no existía ninguna garantía de que el disco duro pudiera ser localizado, ni de que los datos almacenados en él fueran recuperables después de tantos años bajo tierra. Finalmente, y quizás el argumento más contundente, se basaron en la “Ley de Control de la Contaminación” de 1974, que establece que al desechar el disco duro, Howells renunció a sus derechos sobre él. El tribunal respaldó esta interpretación, dictaminando que el consejo municipal no actuó de manera inapropiada al retener el disco.
Intentando continuar la búsqueda de su “tesoro perdido” con un robot
A pesar de los obstáculos, Howells no se rindió y en 2022 presentó un ambicioso plan que incluía el uso de tecnología de punta, como perros robot y sistemas de inteligencia artificial, para identificar la ubicación precisa del disco duro dentro del vasto vertedero. Incluso consiguió el respaldo financiero de inversores que veían la posibilidad de obtener una parte del botín si la búsqueda resultaba exitosa. Sin embargo, ni siquiera este elaborado plan logró obtener los permisos necesarios.
Incluso si Howells hubiera obtenido la autorización para excavar, la posibilidad de éxito era prácticamente nula. Expertos en la materia dudan seriamente de que el disco duro, o los datos que contenía, pudieran haber sobrevivido en condiciones útiles después de más de una década bajo toneladas de basura compactada. Además, la inmensidad del vertedero, que alberga más de 350.000 toneladas de desechos, transformaba la búsqueda en una tarea casi imposible, comparable a encontrar una aguja en un pajar.
Para terminar y con la reciente decisión judicial, la historia de James Howells llega a su fin. Pero aunque su lucha personal haya concluido, el caso de Howells quedará como un precedente en el ámbito de las criptomonedas, siendo además un ejemplo de los dilemas que estas plantean en el mundo real.
Niño de 13 años crea su propia criptomoneda, gana $30,000 dólares en 8 minutos y los retira burlándose de todos, sin saber que pudo ganar $3 millones
Un niño de tan solo 13 años ha generado sorpresa y algo de controversia, al ganar una considerable suma de dinero en un lapso de tiempo increíblemente corto. Adolescente quien creó su propia criptomoneda, pasando de tener unos cientos a miles de dólares en cuestión de minutos, pero perdiendo la oportunidad de amasar una fortuna millonaria.
Según contó el padre del menor a la revista en línea Wired, el joven estadounidense desarrolló una criptomoneda denominada “Gen Z Quant”. Con una inversión inicial de $350 dólares de su propio bolsillo, el adolescente adquirió 51 millones de tokens, de un total de mil millones creados. Para promocionar su creación, inició una transmisión en vivo en un sitio web dedicado a la venta de criptomonedas, exponiéndose ante una gran audiencia.
