Un caso legal insólito ha colocado a Twitch en el centro de una disputa que desafía cualquier lógica financiera, ya que, el servicio de streaming de Amazon enfrenta una multa que, según la propia compañía, supera la cantidad total de dinero existente en el mundo. Esta situación es consecuencia de una demanda presentada en Rusia por el exjugador profesional de League of Legends Kirill Konstantinovich Malofeyev, conocido como Likkrit, quien fue desmonetizado por la plataforma tras las sanciones impuestas a Rusia en 2022.
Likkrit, quien acumuló alrededor de 66.000 dólares en premios durante su carrera como jugador profesional hasta 2017, es hijo del oligarca ruso Konstantin Valeryevich Malofeev, una figura influyente en el sector financiero y mediático de Rusia. La demanda, presentada en una extensiva documentación de 25 páginas, argumentaba que la desmonetización de Likkrit por parte de Twitch violaba sus derechos bajo la legislación rusa y, si bien su primera demanda fue rechazada en junio de 2022, una segunda presentada en octubre de ese mismo año fue aceptada y derivó en un fallo contra Twitch.
Likkrit
En respuesta a la decisión judicial, un tribunal ruso determinó que Amazon y Twitch debían restaurar el acceso del streamer a la monetización o, en su defecto, pagar una multa diaria de 100.000 rublos (aproximadamente 1.200 dólares). Sin embargo, la peculiaridad de la sanción radica en su estructura de crecimiento exponencial: la multa se duplica cada semana sin límite alguno. Tras más de dos años desde la resolución judicial, la cifra acumulada ha alcanzado proporciones astronómicas, al punto de que Twitch sostiene que ya supera todo el dinero disponible en el mundo.
Según Polygon, el equipo legal de Twitch ha desestimado la demanda, considerándola absurda y desproporcionada en comparación con las ganancias reales de Likkrit en la plataforma, las cuales, según la empresa, rondaban los 2.000 dólares mensuales. Como parte de su estrategia para evitar el pago, Twitch ha recurrido al sistema judicial de Estados Unidos, argumentando que la ejecución de la sanción no tiene validez fuera de Rusia.
Además, en 2023, Likkrit intentó hacer valer el fallo en Turquía mediante un recurso legal dirigido a la sede de Amazon en ese país, pero la empresa respondió que su relación contractual con el streamer fue establecida con Twitch y no con Amazon, lo que invalidaría cualquier acción legal en territorio turco.
Twitch no es ajeno a las demandas millonarias, pero esta situación lleva la disputa a un nivel completamente inédito y, aunque el sistema legal estadounidense también es conocido por aplicar multas elevadas, la idea de una sanción que crece sin límite resulta inaudita. Ahora queda por verse si el caso sigue escalando en los tribunales o si finalmente es descartado por su inviabilidad financiera y legal.
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