Según informantes del consultor financiero especializado en videojuegos, Michael Pachter, la razón detrás de la reciente venta de la licencia UFC por parte de THQ a Electronic Arts fue motivada por asuntos de rentabilidad, en otras palabras, el producto no generaba suficiente dinero y, de hecho, su más reciente entrega, misma que movió 1.4 millones de unidades, no logró recuperar lo que se invirtió en ella.
Lo anterior resulta curioso por dos razones. Primero, porque UFC Undisputed 3 fue el tercer juego más vendido del pasado mes de febrero y, según THQ, fue precisamente su sobresaliente desempeño comercial lo que le ayudó a la compañía a mejorar su informe financiero trimestral. Y segundo, porque Dana White, presidente de la UFC, y Electronic Arts, se odiaban a morir.
Cabe recordar que hace algunos años, White se aproximó a la distribuidora de John Riccitiello con la idea de proponerle el desarrollo de un juego de artes marciales mixtas, a lo que EA se negó arguyendo que eso no era un deporte. El presidente del campeonato deportivo recurrió entonces a THQ y justo cuando presentaron UFC Undisputed 2009, EA salió con que sí estaban interesados y lanzaron MMA, desatando la furia de White.
En fin, tal parece que el dinero ayudó a ambas partes a limar asperezas y lamentablemente aquí la gran perdedora volverá a ser THQ, pues la empresa se encuentra en serias dificultades económicas desde hace por lo menos un año y UFC Undisputed parecía de lo poco bueno que les quedaba. Ahora tendrán que subsistir a partir de sellos como Darksiders, Saints Row, Homefront, South Park en el entendido de que dicho juego sea un éxito y ya muy a futuro, inSANE, el proyecto que están concibiendo en mancuerna con el cineasta Guillermo Del Toro.
La venta del sello UFC supuso el cierre de THQ San Diego, sumándose así a una larga lista de desarrolladoras difuntas como consecuencia de la mala situación por la que atraviesa THQ.
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