El Xbox One no es precisamente pequeño, pero en una entrevista reciente con un medio británico, Carl Ledbetter, diseñador en jefe del aparato, explicó que no había otra forma de hacerlo, pues el asunto del enfriamiento era prioridad para la compañía y, desafortunadamente, no todo puede ser al mismo tiempo pequeño, fresco y fácil de armar.
"Todo mundo se frustra porque queremos que todo sea súper delgado, que no se caliente y sea rápido de armar." dijo Ledbetter. "Pero la realidad es que hay consideraciones en torno a enfriamiento cuando metes cierto número de watts en un procesador, entonces el aparato debe tener un poco de volumen.", añadió.
Ledbetter declaró, sin embargo, que los mosaicos sobre la carcasa estaban pensados para emular la interfaz de usuario de la consola.
"Siempre hay una dinámica interesante entre ingeniería y diseño, y limitaciones alrededor del desempeño. Para nosotros se trata de crear una experiencia consistente y ágil que sea confiable, para que cuando lo veas, realmente empiece a comunicar aspectos de la marca y cuando te metas a la experiencia de usuario, satisfaga tus expectativas."
Microsoft tuvo muchos y muy graves problemas de enfriamiento con los primeros modelos del Xbox 360. No cabe duda entonces que con el Xbox One, decidió sacrificar elegancia y no meterse en otro costoso problema de desempeño. La compañía ha vendido 10 millones de unidades a minoristas.
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