Durante décadas, a quienes nos encantan los videojuegos y que los defendemos de las constantes críticas acerca de la violencia presente en ellos, siempre argumentamos que la mayoría de ellos entregan advertencias de restricciones de edad. Títulos que son jugados de todas formas por menores, haciendo que sus padres sean los principales críticos de esta violencia, cuando en realidad siempre fue culpa de ellos mismos el que sus hijos pequeños tengan esos juegos, ya que se los compraron sin averiguar antes o leer las advertencias.
Algo que ha quedado nuevamente como ejemplo en una situación que ha sido viralizada gracias a una publicación de Twitter, donde una joven cuenta que su mamá le regaló el juego GTA V a hermano de 11 años para navidad, pero que después de enterarse sobre qué trata el título, lo llevó de vuelta a la tienda para cambiarlo por otro.
Esto ha sido graciosamente documentado como se debe a través de un par de fotografías, las que le tomó a su hermano mientras viajaba en el auto hacia la tienda llevando el juego en la mano.
El tweet obviamente ha generado varias respuestas desde quienes critican a su madre por no leer las etiquetas de restricción de edad antes o de quienes indican que estuvo bien en darse cuenta luego e ir a cambiarlo, hasta quienes indican que trabajaron en tiendas vendiendo juegos y le echaron a perder la navidad a varios niños, advirtiéndoles a sus padres que lo que estaban comprando era para gamers de más edad.
Una historia que de todas formas tuvo un final (suponemos) feliz, ya que según la propia usuaria de Twitter, se lo cambiaron por Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, el cual es también un buen título.
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