La guerra santa entre los jugadores de PC y los de consolas, ha tenido siempre como punto principal de discusión el demostrar cuál es la mejor plataforma para jugar. Y esto se ha mantenido así desde hace décadas, sin importar la generación de consolas que intente competir con la llamada “raza maestra”, las cuales buscan no solo convertirse en centros de entretención gamer, sino que además su intención es entregar hardware que pueda competir en calidad y precio con el de PC.
Consolas modernas como la PlayStation 5 y Xbox Series X son comparables en procesamiento a muchos PC de gama media y alta en el mercado, lo que ha hecho renacer la pregunta a muchos analistas de si: ¿Son Las consolas una amenaza para el PC?. Algo que cómo indican en el medio La Serena Online, con datos compartidos de un estudio, es algo por verse aunque actualmente, la brecha se hace cada vez más corta a pesar de los increíbles avances de los PCs gamer. Esto ya que como indica el informe, aunque los PC Gamers no son todos iguales, ya que dentro de las innumerables combinaciones de componentes posibles cada usuario encontrará alguna máquina que se adapte a sus necesidades, la novena generación de consolas llegó con fuerza respecto a su hardware, presentando un gran avance en cuanto a capacidades en comparación con sus predecesores.
Y es que como sabrán, ambas consolas (la PS5 y la Xbox Series X), tienen procesadores de 8 núcleos con una velocidad de más de 3 GHz y 16 Gigabytes de memoria RAM. Además, ofrecen soporte para resolución 4K a una velocidad de hasta 120 Hz y una memoria interna en estado sólido con velocidades de transmisión de varios Gigabytes por segundo. Especificaciones que compiten directamente con PC Gamers de gama media-alta, los cuales pueden costar hasta tres veces más.
Pero es la flexibilidad del PC es lo que siempre ha generado para muchos una pequeña ventaja por sobre las consolas, ya que en esta última plataforma no es posible cambiar su hardware para hacerla más poderosa, estando limitada a la configuración de fábrica y al volverse obsoleta, no queda otra opción que reemplazarla. Algo que no sucede con los PC Gamers ya que siempre se pueden ir mejorando y ser actualizados regularmente, según el gusto, necesidades y presupuestos del usuario.
Este es un punto de inflexión, ya que aunque las actuales superpoderosas consolas de esta generación, puedan ser iguales o más poderosas que una PC del mismo rango de precios, con un par de dólares más un gamer de ordenador puede mejorar su máquina y mirar sobre el hombro a las PS5 o Xbox Series, algo que los usuarios de estas últimas plataformas no pueden hacer, aunque cuenten con el dinero para comprar las piezas de hardware.
Situación que quizás en un futuro cambie y Sony o Microsoft permitan este tipo de actualizaciones de los usuarios, como se permite con por ejemplo el almacenamiento, dejando que un gamer de consola que tenga el dinero pueda mejorar su consola. Aunque claro, esto aún no es posible y hace que el debate de cuál plataforma es mejor quede totalmente abierto y casi al borde de la interpretación y apreciación personal de cada jugador.
Guerra Santa.
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