Un estudiante de 23 años de la Universidad de Nueva York, Jerry Yu, ha sido el foco de atención tras convertirse en el dueño mayoritario de una mina de bitcoin en Texas, adquirida por más de 6 millones de dólares el año pasado. La transacción, realizada con criptomonedas para evitar la atención de las autoridades chinas y estadounidenses, ha puesto de manifiesto la complejidad de las transacciones financieras en el mundo de las criptomonedas.
Problemas Legales
Las revelaciones surgieron a raíz de problemas legales en la localidad de Channing, Texas, donde contratistas de este pequeño pueblo de 281 habitantes, afirmaron no haber recibido el pago total por su trabajo en la mina de Yu, lo que ocasionó una ola de reclamaciones en su contra. Estas demandas han sacado a la luz transacciones financieras que normalmente no se hacen públicas, revelando la inversión de cientos de millones de dólares por parte de inversores chinos en la construcción y gestión de criptominas en Estados Unidos.
Uso de Tether y Binance en la Transacción
Además, se ha descubierto que la compra del sitio en Texas involucró el uso de tether, una criptomoneda estable, para proporcionar anonimato sin la volatilidad de otras criptomonedas. La transacción fue gestionada por Binance, que en ese momento no cumplía con las leyes bancarias estadounidenses. Esto proporciona a los inversores anonimato y la posibilidad de poder mover dinero de China a Estados Unidos sin despertar sospechas, y estar alejado de los focos de las autoridades financieras de ambos países.
Vínculos con inversores chinos de alto nivel
Documentos compartidos por un abogado han identificado a los posibles accionistas de BitRush, la empresa de Jerry Yu, revelando posibles vínculos “no solo son ciudadanos chinos, sino ciudadanos con cargos políticos y empresariales muy influyentes”. Gavin Clarkson, abogado de Yu, indicó sobre una de las demandas que han emanados a raíz de todo este entuerto, que no confirman ni desmienten la identidad de los accionistas de BitRush ni la relación que pudiera tener su representado con cualquiera de ellos.
Estas revelaciones han arrojado luz sobre la compleja estructura financiera y de propiedad de la empresa, que en palabras de Jerry Yu “cumple con todas las leyes y normativas federales, estatales y locales requeridas, incluidas las leyes y normativas bancarias”, pero que no han dejado contentas a las autoridades que quieren develar totalmente el origen de todos los dineros.
Dimensiones de la granja de criptomonedas
La mina de Channing, ubicada en un campo extenso, comprende decenas de edificios diseñados para alojar 6000 computadoras especializadas. Estas operan las 24 horas del día, intentando resolver la compleja secuencia de números que genera nuevos bitcoins, actualmente valorados en más de 40.000 dólares cada uno. Estos sitios pueden ejercer presión sobre la red eléctrica del país, según reportes de The New York Times, y los propietarios chinos han atraído la atención en términos de seguridad nacional.
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