Tras alcanzar la impresionante hito de completar al 100% Tears of the Kingdom en menos de dos semanas tras su lanzamiento, SmallAnt, reconocido speedrunner y creador de contenido, ha decidido enfrentarse a un nuevo, pero curioso, desafío en el vasto mundo de Hyrule: recolectar cada tipo de roca única que se encuentra dispersa por el reino.
El logro inicial de SmallAnt generó discusiones entre sus seguidores sobre la rapidez con la que había completado el juego, provocando incluso que algunos cuestionaran qué más podría hacer después de alcanzar tal hito. Motivado por un comentario de un espectador que sugería que había jugado "demasiado rápido", SmallAnt tomó esto como un desafío personal y se propuso explorar Hyrule en su totalidad en busca de cada variedad de piedra natural disponible, incluyendo desde grandes rocas hasta corazones de Talus y rocas de lava enfriada.
El proceso, documentado en su video subido a Youtube, no fue tarea fácil, ya que muchas de estas rocas se encuentran en ubicaciones específicas y remotas del extenso mapa de Hyrule, obligando a SmallAnt a embarcarse en una travesía exhaustiva por toda la región para localizarlas y recolectarlas. Para optimizar su transporte, ideó vehículos improvisados utilizando las mismas rocas, enfrentándose a desafíos cómicos como escalar acantilados con pesadas cargas de piedras a cuestas.
Extendiendo su misión más allá de la mera recolección, SmallAnt llevó un meticuloso registro en una detallada hoja de cálculo que compilaba cada objeto y ubicación relevante del juego. Este registro le permitió identificar y agregar nuevas especies de rocas a su creciente colección, algunas de las cuales se encontraban en lugares tan remotos como Las Profundidades de Hyrule.
Finalmente, después de incansables horas de exploración y recolección, logró reunir un impresionante total de 44 tipos diferentes de rocas, las cuales consolidó en un monumental montón en Tarrey Town como testimonio de su hazaña.
El épico viaje de SmallAnt no solo destaca por su dedicación y tenacidad, sino que también subraya la infinita creatividad y diversión que todavía se puede encontrar en Tears of the Kingdom. Esta odisea singular no solo demuestra cómo actividades aparentemente mundanas pueden convertirse en emocionantes aventuras en el mundo del juego, sino que también resalta la continua capacidad de los videojuegos para inspirar exploración, descubrimiento y diversión sin límites.
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