Según un artículo exclusivo de Reuters, Sony está trabajando intensamente en el desarrollo de la PS6. El informe revela que, en 2022, Intel y AMD fueron los dos principales candidatos para fabricar los chips de la próxima generación de consolas.
Sin embargo, Intel no logró obtener el contrato, y AMD fue seleccionada para suministrar los componentes clave.
La decisión de Sony de elegir a AMD sobre Intel no se debió a deficiencias en la potencia o el rendimiento de los chips de Intel, si no que, la razón principal detrás de la selección de AMD fue una disputa sobre los márgenes de ganancia. Intel, al no estar dispuesta a reducir sus beneficios por cada chip vendido, fue superada por la oferta más competitiva de AMD.
Además, la retrocompatibilidad jugó un papel crucial en la decisión. Se mencionó que si Sony hubiera optado por Intel, habría sido “costoso y habría requerido recursos de ingeniería” adicionales para garantizar que la nueva consola fuera compatible con juegos y accesorios de generaciones anteriores. Este aspecto de la retrocompatibilidad fue objeto de extensas discusiones entre los ingenieros y ejecutivos de ambas empresas.
Con la elección de AMD, la PS6 contará con una APU(un tipo de procesador que combina las funciones de la CPU y GPU) diseñada por AMD y fabricada por TSMC, asegurando así un desarrollo más fluido y eficiente en términos de costos. Aunque el lanzamiento oficial de la PS6 está previsto para dentro de varios años, con una posible revelación en 2026 o 2027, el desarrollo ya está en una fase avanzada.
La decisión subraya el compromiso de Sony con la retrocompatibilidad, un aspecto clave para mantener la lealtad de los jugadores y asegurar una transición suave entre generaciones de consolas.
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