NVIDIA presentará en 2025 sus nuevas CPUs diseñadas para jugadores, con un enfoque en rendimiento y compatibilidad en videojuegos

Basadas en arquitectura ARM, junto a Mediatek

NVIDIA presentará en 2025 sus nuevas CPUs diseñadas para jugadores, con un enfoque en rendimiento y compatibilidad en videojuegos

Basadas en arquitectura ARM, junto a Mediatek

Llegan interesantes noticias dentro de un año marcado por una intensa competencia en el mercado de los procesadores para PC. Y es que NVIDIA ha anunciado su entrada a este segmento, sumándose así a gigantes como AMD, Intel y Qualcomm. Junto a esto, la compañía ha revelado un calendario tentativo para la presentación y lanzamiento de sus nuevas CPU gaming basadas en arquitectura ARM, junto a Mediatek.


Según informaciones filtradas, NVIDIA tiene previsto presentar sus nuevas CPU gaming en algún momento de septiembre de 2025. Durante este evento, se espera que la compañía revele en detalle las características y especificaciones de estos nuevos procesadores. Además, se rumorea que este lanzamiento podría coincidir con un refrescamiento de la serie RTX 50, dando lugar a las hipotéticas RTX 50 SUPER. Pero de todas maneras, lo que resulta sorprendente es la fecha prevista para el lanzamiento comercial de estas nuevas CPU, fijada para marzo de 2026. Esta demora de casi seis meses entre la presentación y la disponibilidad en el mercado ha generado interrogantes entre los entusiastas de la tecnología.


Medios especializados como DigiTimes (vía El Chapuzas Informático), existen varias posibles explicaciones para este largo período de espera. Una de ellas podría ser la intención de NVIDIA de lanzar dos segmentos de productos diferentes: uno enfocado en el consumidor y otro orientado al mercado empresarial. Otra posibilidad es que NVIDIA esté enfrentando desafíos técnicos o de producción que estén retrasando la disponibilidad masiva de sus nuevas CPU.

De esta manera y para cerrar, la presentación en septiembre serviría para dar a conocer los productos de consumo, mientras que el lanzamiento en marzo estaría destinado a las variantes comerciales.

Prueban si vale la pena pasar de una memoria DDR4 a DDR5 cuando tienes un procesador económico en tu PC gamer

En la comunidad del gaming de PC, siempre existen debates durante la llegada de una nueva generación de procesadores, GPUs o memorias RAM. Esta última siendo ahora centro de un reciente análisis comparativo, el cual ha puesto a prueba las diferencias de rendimiento entre las RAM DDR4 y DDR5, al emparejarlas con un procesador de gama media. El protagonista de esta prueba ha sido el Intel Core i3-12300, un chip de cuatro núcleos y ocho hilos que admite ambos tipos de memoria según la placa base.


Procesador que se ha elegido ya que, a pesar de ser considerado básico, sigue siendo capaz de ejecutar la mayoría de los juegos actuales sin mayores problemas. La elección de este modelo permite evaluar si la inversión en memoria DDR5, que suele ser más costosa, se traduce en un aumento significativo del rendimiento en un sistema de presupuesto limitado. Según es posible observar en el video donde se realizó la prueba, se utilizaron dos kits de memoria: uno DDR4 de 32 GB a 3200 MHz con latencias CL16 y otro DDR5 de 32 GB a 6400 MHz con latencias CL32. Todo esto junto al procesador i3 y una GeForce RTX 4060 Ti.

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Los resultados de las pruebas realizadas en diversos juegos, como Assassin's Creed: Mirage, Cyberpunk 2077, Call of Duty: Black Ops Cold War, Fortnite, Black Myth: Wukong y Red Dead Redemption 2, han sido reveladores. En la mayoría de los casos, la diferencia de rendimiento entre ambas memorias resultó ser mínima, incluso insignificante. Por ejemplo, en Assassin's Creed: Mirage, la memoria DDR5 solo proporcionó un aumento de 9 FPS en comparación con la DDR4. En otros títulos, las diferencias fueron aún menores, llegando a ser prácticamente inexistentes.



Para cerrar y ante estos resultados, surge la pregunta de si vale la pena invertir en memoria DDR5 si se cuenta con un procesador económico como el Intel Core i3-12300. Y la respuesta, según este análisis, es un rotundo no. Las ganancias en rendimiento son tan marginales que no justifican la diferencia de precio entre ambas tecnologías. Y es que en lugar de invertir en memoria DDR5, sería más recomendable destinar ese presupuesto a mejorar otros componentes del sistema, como una tarjeta gráfica más potente o un mejor sistema de enfriamiento.

Puedes ver el análisis completo en el siguiente video (en inglés).



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