Ubisoft, la desarrolladora francesa que ha estado en el ojo del huracán por una serie de controversias y fracasos recientes, enfrenta ahora una nueva crisis interna que revela una desconexión preocupante con su base de jugadores. Con un historial reciente marcado por retrasos, títulos que no logran cumplir con las expectativas y problemas financieros, la compañía ha admitido que ni siquiera sabe dónde están sus jugadores ni cómo atraerlos de vuelta.
Esta revelación fue hecha por Marc-Alexis Côté, productor ejecutivo de Assassin's Creed, durante la conferencia XDS24, donde reconoció que Ubisoft está atravesando una era de "cambio máximo" en un mercado cada vez más impredecible.
Côté fue contundente al señalar que la compañía no sabe cómo encontrar a sus jugadores ni qué están jugando actualmente. “Llevo dos años haciéndome esta pregunta: ¿Dónde están los jugadores? ¿Qué están jugando? ¿Cómo los alcanzamos?”, comentó durante la conferencia.
Paradójicamente, en la misma entrevista, Côté mencionó que uno de los principales objetivos de Ubisoft sigue siendo cambiar la forma en que los videojuegos impactan a las personas, un principio promovido por su CEO, Yves Guillemot. “Lo que ha impulsado a Yves durante 36, 37 años es la idea de que los videojuegos pueden cambiar el mundo. Si puedes hacer que los jugadores piensen en algo mientras se divierten, entonces puedes cambiar una persona, y así, cambiar el mundo”, explicó Côté.
Fracaso de ventas y juegos descontinuados
Las palabras de Côté llegan en un momento crítico para Ubisoft, que ha sufrido varios fracasos comerciales en 2024.
Skull and Bones, lanzado en Steam en agosto, apenas alcanzó un pico de 2.615 jugadores simultáneos, mientras que Prince of Persia: The Lost Crown apenas logró 1.446 jugadores en su lanzamiento tardío en la misma plataforma. De hecho, informes sugieren que el equipo de desarrollo de este último juego en Ubisoft Montpellier fue separado en silencio, con empleados moviendo cajas de un piso a otro, lo que simboliza la disolución del equipo según el canal de YouTube ORIGAMI.
Además, el juego gratuito XDefiant no ha logrado retener a sus jugadores, donde incluso Marc Rubin, productor ejecutivo del juego, admitió en octubre que los números de jugadores están en declive debido a la falta de marketing: “Nuestros números están bajos porque hemos hecho muy poco marketing para darle al equipo tiempo de mejorar la experiencia técnica antes de hacer una inversión mayor para atraer nuevos jugadores”, comentó en X.
El mayor golpe vino con Star Wars Outlaws, que supuestamente vendió solo un millón de copias en su primer mes, muy por debajo de las expectativas de al menos cinco millones según analistas financieros. Aunque Ubisoft no ha proporcionado cifras oficiales, la compañía reconoció que el título no alcanzó sus objetivos de ventas y anunció cambios en su liderazgo creativo, con Drew Rechner reemplazando a Julian Gerighty.
Como resultado de esta serie de desastres financieros, Ubisoft ha pospuesto el lanzamiento de Assassin’s Creed Shadows de noviembre a febrero de 2025, donde rumores indican que el juego está sufriendo revisiones significativas, incluyendo cambios en la narrativa de Yasuke, su protagonista. Según el insider Tom Henderson, la desarrolladora está ajustando detalles arquitectónicos y asegurando la precisión histórica para alinearse con el universo de Assassin’s Creed.
La admisión de Ubisoft sobre su falta de conexión con los jugadores refleja un año lleno de desafíos para la compañía, que no solo enfrenta dificultades en la retención de su base de jugadores, sino también en la adaptación a un mercado en constante transformación. Con juegos que no logran cumplir con las expectativas de ventas y proyectos retrasados, la empresa se encuentra en un punto crítico donde la innovación y la eficiencia se vuelven más necesarias que nunca para asegurar su futuro en la industria.
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