Dunn, recientemente, utilizó su cuenta de X para comunicar que se lanzaría una actualización de red para Counter-Strike 2, pero, en apenas unos minutos, su mensaje fue visto más de 344.000 veces y recibió una oleada de reacciones. Desde la emoción por la noticia hasta la sorpresa de los jugadores, el comentario desató una avalancha de opiniones que reflejan el deseo de comunicación de los fans.
Aun así, la interacción de Dunn en redes no solo atrajo a seguidores agradecidos por la transparencia, sino también a un grupo de jugadores frustrados. Algunos aprovecharon la ocasión para manifestar su descontento con el estado actual del juego, mientras que otros vieron en Dunn una figura accesible para expresar sus quejas, evidenciado el dilema de ser una cara pública en una empresa que, por tradición, se mantiene hermética.
Dunn, quien también ha trabajado en otros proyectos como Deadlock, no dudó en mostrar su sorpresa ante la reacción masiva de los seguidores, sin embargo, el ingeniero ha sabido navegar este territorio complejo, respondiendo a algunos comentarios con humor y dejando claro que, aunque disfruta de la comunicación abierta, no representa a la totalidad de la compañía, ademas, en un tono jocoso, incluso ha dicho ser "el único suficientemente tonto como para estar en Twitter".
Mientras Valve continúa desarrollando nuevos contenidos, la presencia de Dunn ha resaltado la falta de comunicación de la empresa y ha dejado en evidencia el deseo de los fans por tener noticias directas. Aunque el ingeniero es solo una pequeña pieza en el engranaje de Valve, su disposición a dialogar ha generado una conexión que la comunidad valora.
95% de los jugadores dicen que la inclusión no es importante en los videojuegos: "Para ser honesto, no me importa la raza o el género del personaje con el que juego"
En los últimos años, la inclusión en el cine, las series y, más recientemente, en los videojuegos, ha sido percibida por una parte considerable del público como una tendencia impuesta y forzada. Esto es respaldado por los resultados de una reciente encuesta, en la que el un poco más del 95% de los jugadores consultados afirmó que la inclusión en los juegos no les interesa.
