A pesar de recibir críticas positivas y tener un precio de 10 dólares, Reignbreaker, el último juego del estudio Studio Fizbin que invirtió tres años en su desarrollo, no logró alcanzar el éxito esperado con los jugadores.
Con solo 110 jugadores simultáneos desde su lanzamiento el 18 de marzo, el juego no consiguió atraer la atención del público general ni el respaldo económico necesario para garantizar la continuidad del estudio, que ahora se enfrenta al cierre. Debido a esto, el director Alexander Pieper expresó su frustración con el mercado actual y la actitud de algunos sectores de la comunidad gamer.
Tres años de desarrollo para terminar ignorados en Steam
Studio Fizbin invirtió tres años en desarrollar Reignbreaker, un roguelike que recibió un 84 % de reseñas positivas en Steam gracias a su diseño de personajes y su capacidad adictiva. Aun así, solo alcanzó un pico de 110 jugadores, y sin una campaña de marketing fuerte ni el respaldo de grandes streamers, las ventas fueron insuficientes.
“Por 10 euros te compras dos cervezas. Así que el precio no es el problema”, comentó Pieper con cierto fastidio.
El director señaló en un podcast reciente que, aunque el juego gustó a quienes lo probaron, dependían de un “milagro streamer” que nunca llegó. Según explicó, el publisher Thunderful decidió no seguir invirtiendo, lo que representa una sentencia de muerte para un estudio que, como muchos, vive de un proyecto a otro. Además, la situación se agravó con problemas en el país de origen del estudio, lo que paralizó la aprobación del presupuesto federal y, con ello, los fondos destinados a la industria.
El ataque de los “gamers” y el estigma de ser demasiado inclusivos
A los problemas económicos se sumó una oleada de críticas ideológicas. Algunos usuarios acusaron al juego de ser “woke” por no incluir protagonistas masculinos tradicionales ni hipersexualizar a sus personajes femeninos. “Digo ‘gamer’ intencionadamente y no ‘jugadores/as’… porque en mi cabeza, a menudo son simplemente idiotas”, dijo Pieper al describir el tipo de público que boicoteó el título en Steam.
Mensajes burlándose y quejándose de los personajes inundaron la sección de comentarios, afectando la percepción del juego antes incluso de que muchos lo probaran. Pieper afirmó que esto fue devastador para el equipo:
“Hemos trabajado tres años con pasión, y luego no solo nos cortaron el presupuesto, sino que encima la gente fue advertida de no comprarlo”
Una industria en crisis frente a un público cada vez más hostil
El caso de Studio Fizbin evidencia una crisis más amplia en la industria del videojuego, donde los estudios pequeños deben reinventarse constantemente para sobrevivir, mientras enfrentan una creciente hostilidad por parte de una fracción vocal del público. La falta de políticas claras de apoyo, la retirada de inversores y el poder de influencia de campañas ideológicas ponen en riesgo el desarrollo independiente.
“Estamos viendo en tiempo real cómo esta burbuja explota”, resumió Pieper, reflejando un sentimiento compartido por otros desarrolladores. Mientras tanto, Reignbreaker permanece en Steam, como símbolo de una lucha desigual entre creatividad, política y una audiencia fragmentada.
Acusan al ‘simulador de Breaking Bad’, el ultimo éxito de STEAM, de copiar otro juego
La editora de videojuegos Movie Games S.A., conocida por entre otros juegos, su franquicia “Drug Dealer Simulator”, ha anunciado formalmente el inicio de una investigación por uso indebido de su propiedad intelectual.
Acción que lleva a cabo contra el estudio responsable del reciente fenómeno indie Schedule 1, el cual es conocido como el “Simulador de Breaking Bad”, el cual alegan tiene similitudes sustanciales con su saga lanzada el año 2020.
