En un mundo donde las videollamadas a menudo se sienten forzadas y las conversaciones telefónicas incómodas son la norma, World of Warcraft se ha convertido en un refugio para familias que buscan compartir tiempo genuino a pesar de la distancia.
A través de un hilo en Reddit, usuarios compartieron historias sobre cómo el clásico MMORPG de Blizzard sigue siendo un punto de encuentro emocional, incluso décadas después de haber comenzado sus aventuras en Azeroth.
Reuniones familiares en Azeroth
Una de las historias más conmovedoras fue compartida por la usuaria RosyBijou, quien relató en un comentario en el hilo de Reddit cómo empezó a jugar WoW hace años solo para supervisar a su hijo adolescente en ese entonces, desconfiando del internet. Con el tiempo, el juego se transformó en una rutina familiar que perdura hasta hoy, cuando su hijo ya es adulto, casado y con hijos.
Cada fin de semana, esta familia se reúne en Discord para jugar mazmorras, explorar o simplemente charlar mientras deambulan por el mundo virtual, afirmando que esta tradición es mejor que cualquier llamada telefónica incómoda. Lo que empezó como una preocupación materna, terminó siendo el núcleo de su conexión familiar.
Una comunidad que también busca calidez
El testimonio de RosyBijou recibió más de 800 votos positivos y fue ampliamente comentado por jugadores que se sintieron identificados. Muchos resaltaron el valor de encontrar espacios libres de toxicidad, algo que se vuelve más importante cuando el tiempo libre escasea debido a responsabilidades laborales o familiares.
Algunos usuarios compartieron experiencias similares, como familias enteras que juegan juntas durante años, formando grupos estables de cinco jugadores, o incluso introduciendo nuevas generaciones al juego. En estos relatos, World of Warcraft se presenta no solo como un pasatiempo, sino como una extensión afectiva de sus relaciones reales.
Más que un juego: una memoria compartida en expansión
Lo más notable de estos testimonios es cómo los personajes digitales se convierten en representaciones afectivas: ver a un paladín, druida o mago no es solo ver un avatar, sino una extensión de alguien querido, alguien con quien se ha compartido casi dos décadas de aventuras.
Así, World of Warcraft deja de ser solo un universo fantástico para convertirse en un espacio emocional, donde cada sesión de juego es también una reunión familiar. En un mundo cada vez más disperso, esta clase de conexiones digitales nos recuerdan que compartir tiempo juntos, incluso virtualmente, puede ser profundamente significativo.
Jugador agradece a World of Warcraft por las miles de horas compartidas con su esposa, que ya no está a su lado en el juego
World of Warcraft Classic no solo trajo de vuelta una versión más pura del popular MMORPG, sino que también permitió a miles de jugadores revivir o incluso descubrir nuevas formas de compartir tiempo con sus seres queridos.
