Compartir una pasión con un ser querido puede convertirse en una experiencia profundamente significativa. En el caso de los videojuegos, este vínculo puede parecer reservado a generaciones más jóvenes, pero cada vez surgen más ejemplos que rompen con ese prejuicio.
Tal es el caso de un jugador que logró algo entrañable: introducir a su padre de 75 años al mundo de los videojuegos a través de Red Dead Redemption. Un año después, la experiencia no solo reafirmó que su elección fue la correcta, sino que también demostró que nunca es tarde para descubrir una nueva afición.
Un fan del Viejo Oeste descubre el juego ideal
SlightWerewolf4428 explicó en su publicación de Reddit que creció escuchando a su padre relatar historias del Lejano Oeste, un género que marcó su infancia. Por eso, cuando jugó por primera vez Red Dead Redemption, supo al instante que era el juego perfecto para él. La ambientación y la narrativa encajaban perfectamente con la nostalgia de su padre
Con el lanzamiento del juego en Steam en 2024, finalmente llegó el momento. Le compró el juego, su hermano le regaló un control, y comenzó la aventura. Aunque el manejo del mando fue un reto inicial, el entusiasmo por revivir ese universo fue más fuerte.
Aprender a jugar a cualquier edad
El inicio no fue sencillo. Su padre necesitó ayuda con la configuración, así que establecieron comunicación por WhatsApp y Steam-Broadcast. Durante videollamadas, le explicó cómo usar los botones y aprovechar las mecánicas del combate y la exploración.
Con el tiempo, el jugador veterano ganó confianza. Superó misiones, enfrentó enemigos y se sumergió cada vez más en la historia. Según su hijo, llegó casi al final del juego sin siquiera notarlo, completamente inmerso en la experiencia.
“Es un claro ejemplo de que nunca es tarde para aprender a jugar a un juego relativamente moderno, incluso con un mando que nunca se ha usado. Hay cierta lógica e intuición que puede incluir a la mayoría de las personas con poca experiencia previa”, concluyó SlightWerewolf4428 en su publicación.
Una pasión compartida y un nuevo desafío
El hijo comprobó que su padre no solo jugaba, sino que seguía la historia con atención. Recordaba personajes, nombres y tramas, y compartía opiniones similares sobre el desarrollo del juego. La experiencia no solo lo conectó con el juego, sino también con su hijo.
Ahora, el foco está en si el PC del padre estará listo para Red Dead Redemption 2. Más allá del hardware, esta historia demuestra algo esencial: los videojuegos pueden unir generaciones, abrir la puerta a nuevas pasiones y crear recuerdos inolvidables
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