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Siguiendo el ejemplo e inspirado en Tetris, Ketzals Corridors incurre en la más básica de las mecánicas: encajar una pieza hecha de bloques en un espacio a la medida. Parece lo más trivial, pero como se ha vuelto tradición en muchos juegos catalogados como casuales y sencillos de aprender, dominar la técnica cuesta más trabajo de lo que se cree y el estímulo es tal, que pasará poco tiempo antes de que jugar este puzzle se convierta en adicción. A decir verdad, es su condición de título accesible con amigable curva de aprendizaje, sumado a constantes dosis de acción, lo que define a este peculiar juego de la eShop.
No es que haga falta una historia cuando tu única labor se basa en acomodar piezas, pero si necesitas pretextos, debes saber que en esta propuesta tomas el control de tres guardianes que intentan detener al malévolo Koruptal, quien tras una cruenta batalla exterminó a la benevolente deidad Ketzal, y ante la inminente destrucción del universo, sólo queda reunir los fragmentos del corazón de la diosa para tener una oportunidad de impedir el desastre. Es un argumento que peca de trillado, pero la virtud no está en la casi inexistente narrativa, sino en servir como fundamento para la estética conceptual, que como evidencian las imágenes, rinde tributo a las culturas prehispánicas de Mesoamérica.
Durante las dos horas que toma terminar la campaña, únicamente necesitas girar en distintos ejes a tu cúbico protagonista mientras avanza de manera automática, con el fin de introducirlo en los reducidos espacios que se presentan en las numerosas paredes de cada uno de los 96 niveles. Lo interesante es que los tres guardianes ostentan una forma distinta, y mientras el primero asemeja a una L, hay otro que tiene aspecto de T y el último se presenta de manera intrincada; van de lo sencillo a lo complicado, e incluso una vez terminados los niveles obligados se muestran nuevos escenarios con figuras aún más complejas que te mantienen quebrándote la cabeza para salir victorioso. Más allá de los requisitos para terminar el juego, lo importante de Ketzals Corridors radica en conseguir la mayor cantidad de corazones en el menor tiempo posible. Estos objetos coleccionables se encuentran alojados en los huecos que suelen ser más grandes que el protagonista y para obtener todos los corazones además de atravesar la abertura debes ejecutar un truco, que básicamente es acomodar a tu protagonista de bloques durante los segundos previos a su llegada a la pared, con tal de trazar una silueta.
Obtener el mejor puntaje de las misiones de la campaña te recompensa con los niveles más complicados, unos compuestos de intensos y emocionantes desafíos que ponen a prueba tu memoria para aprender el patrón de las secuencias y otros que llegan al grado de modalidades infinitas que exigen lo mejor de tus reflejos y capacidad de reacción, pues incrementan la velocidad hasta el punto de lo inhumano. Para quien tiene poca maestría con el control, librar los niveles convencionales será suficiente, pero si eres diestro y te gusta medir tu talento, Ketzals Corridors ofrece un alto nivel de dificultad.
A pesar de las virtudes y la gran oferta de entretenimiento, este juego tiene defectos que arruinan ocasionalmente la diversión. En primera instancia, hasta el mínimo error te obliga a repetir el nivel completo; es cierto que no toma más de dos minutos recorrerlo todo nuevamente, pero si la equivocación sucede hacia el final de la jornada, hay posibilidad de que termines frustrado y con poca motivación de seguir, en especial durante los últimos momentos de la campaña. Otro punto negativo ocurre con los niveles más desafiantes, que en lugar de imponer una auténtica prueba a tu destreza, caen en la exigencia de que memorices patrones de movimiento, pues debes acomodar la pieza con extrema precisión en el momento exacto.
Por otro lado, si eres amante del juego competitivo, estarás contento de que en Ketzals Corridors haya posibilidad de enfrentar a otros jugadores. Lamentablemente, la flexibilidad no va más allá de imponer una carrera contra el reloj a través de diez muros, y peor aún, la competencia sólo está disponible via Wi-Fi local. Es una lástima, pues una tabla de posiciones global hubiera contribuido a nutrir la experiencia de juego y motivarte a exprimir más el contenido.
Ketzals Corridors podrá ser víctima de un esquema repetitivo, pero una vez que terminas la historia y ganas acceso a los niveles más desafiantes, te envuelves en frenesí e ímpetu de acción, como rara vez se muestra en un puzzle. No es la obra más portentosa del catálogo de la eShop, pero sin duda es uno de los mejores en su tipo, y gracias a la amigable curva de dificultad, es posible que caigas atrapado en sus fauces para después volverte un adicto, al menos unos días.
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