Basado en la serie animada que actualmente transmiten varias cadenas de televisión en Estados Unidos, LEGO Legends of Chima: Laval’s Journey es la propuesta más reciente de TT Games y de su popular franquicia que convierte personajes en pequeños y carismáticos muñecos y a sus mundos en entornos de bloques desarmables.

Quienes estén familiarizados con otros títulos de LEGO, encontrarán íntegras cada una de las mecánicas de juego que caracterizan a la saga de las figuras de plástico; desde la aventura continua en los niveles y la recolección de pequeñas monedas hasta los sencillos, pero entretenidos puzzles. Esto es positivo —hasta cierto punto— porque la fórmula ha funcionado desde que se dio a conocer la serie hace unos años con los títulos basados en Star Wars. Esto significa que los fanáticos de la saga encontrarán divertida esta nueva entrega.

Como mencioné, el título está basado en una serie animada para niños, así que la historia sigue la vertiente infantil y la mayoría de los personajes presentan un comportamiento acorde con ese principio. La aventura se centra en Laval, príncipe de la tribu de los leones, y la historia inicia en un torneo donde el ganador se adueña del Orbe Dorado Chi. Pierdes frente Cragger, rey de los cocodrilos, quien adopta el papel de villano y hará mal uso de su premio para apoderarse de algo a lo que llama “triple poder Chi”. Tu misión es evitarlo, pues si se adueña de ese poder místico que mantiene el balance y la armonía en la planicie de Chima, podrían suceder terribles eventos.

A partir de ese punto, comienza una campaña compuesta por 15 escenarios, de los cuales, 10 fungen como niveles y 5 como pequeños mundos abiertos que conectan con cada uno de dichos mapas. La duración para terminar la historia es entre 5 y 6 horas, pero si agregamos los coleccionables que hay que recolectar y algunas misiones alternas, te esperan aproximadamente otras 5 horas de juego adicional para sacar 100% del contenido. Es importante mencionar que, como en el resto de los entregas de LEGO, no existe algo como la pantalla de Game Over, así que mientras tengas monedas (imposibles de agotar), puedes dejar de preocuparte por morir una y otra vez o reiniciar el nivel entero, pues aparecerás casi en el punto en que perdiste la vida.

Eso facilita extremadamente el juego; y si agregas que no hay niveles de dificultad, tu experiencia se torna tranquila y sencilla. Lo llamativo es el sistema de backtracking, que es el núcleo de la franquicia y que está vinculado con la diversidad de personajes que puedes controlar. En un principio, sólo contarás con Labal; será con el paso de los niveles que conocerás y usarás a miembros de otras tribus.

El objetivo principal de ello es que, conforme avances niveles, aproveches las habilidades únicas de los nuevos personajes para explorar los escenarios. Por ejemplo, Labal tiene la capacidad de brincar alto, rugir y aferrarse a las paredes; por su parte, Eris (de la tribu de las águilas) y Gorzan (de la tribu de los gorilas), pueden planear o columpiarse —respectivamente— para cumplir tareas específicas en las cuales las habilidades de olfateo y rastreo de Worriz (de la tribu de los lobos), sin mencionar las de nado y pesca de Balkar (de la tribu de los osos), no funcionarían.

Eso asegura la presencia de mecánicas variadas que rotan constantemente conforme trascurre la trama; más importante aún, permite regresar a los primeros niveles con los nuevos personajes para pasar por áreas antes inaccesibles porque requerías habilidades que todavía no estaban disponibles. Normalmente, en dichas secciones encuentras coleccionables que desbloquean nuevos personajes, sus biografías y multiplicadores para facilitar aún más la aventura; sin embargo, en algunos casos encuentras ítems que debes entregar a NCP para completar misiones secundarias.

A grandes rasgos, eso es lo que te espera en Labal’s Journey: una experiencia entretenida, en general. Sin embargo, saber que es completamente individual, sin el modo cooperativo que ofrecen otras entregas de LEGO, fue decepcionante, pues es bien sabido que la diversión se duplica en compañía de otra persona. Eso por un lado. Por el otro, el diseño de los personajes en escenas in-game es pobre, las actuaciones de voz son torpes y a veces los comentarios rayan en el absurdo.

Ya que hablamos de diálogos, desde que TT Games decidió que los carismáticos muñecos de LEGO debían hablar, el inocente humor de la franquicia se redujo considerablemente. Tal vez en contextos profundos como The Lord of the Rings era necesario, pero en títulos donde la historia no es el fuerte, ¿qué necesidad de quitar el principal atractivo a los personajes de plástico?

Si se deja eso a un lado, LEGO: Legends of Chima: Laval’s Journey te ofrece una experiencia para pasar un rato agradable, sobre todo si eres fan de títulos previos de la franquicia. Aun así, no está de sobra mencionar que se nota que TT Games padece un bloqueo creativo, pues pareciera que lo único que hacen con su saga es tomar las marcas de otros juegos o películas para disfrazarlas de LEGO, sin más innovación en el proceso. En estos momentos, eso no parece afectar a la saga, pero, ¿cuántas entregas más usarán la misma fórmula antes de que se vuelva cansada?