Christopher Nolan recreó un mito como nadie más pudo hacerlo, pero al provocar el renacimiento de Batman no sólo creó la mejor saga de superhéroes que hay en el cine, lo rescató de ser recordado con la terrible y altamente homoerótica visión de Schumacher, y levantó la barra con la que serán medidas todas las películas de héroes de cómics, incluyendo la suya.

El secreto de Nolan para que Batman funcionara fue hacerlo real, verdadero. Sus villanos, lejos de ser caricaturas, encajan en el mundo torcido y surreal en el que vivimos; después de ver alguna de estas películas no se te haría raro toparte en la calle con un tipo disfrazado con una armadura, que pelea contra criminales, simplemente es natural aceptar, al menos, la posibilidad de su existencia.

En esta cinta regresamos al Bruce Wayne (Christian Bale) que es un niño roto, una maraña de traumas después de haber presenciado el asesinato de sus padres y que alimenta un odio imposible de apagar, aun siendo adulto. Ahora con Batman acusado de homicidio, ¿será capaz de regresar la paz a Ciudad Gótica? ¿Podrá Batman redimirse?

El enemigo en esta ocasión es Bane (Tom Hardy), un tipo que muestra su poder a través de lo masivo y brutal de su persona, de sus palabras pensadas con precisión y de la resonancia artificial de su voz. Todo esto te hace creer por completo que puede ser capaz de romper al murciélago.

Batman sigue siendo el niño que quiere vengar a sus padres, sin importarle nada ni nadie más, pero con Alfred (Michael Caine) como su conciencia, Wayne asume de nuevo el rol de héroe para ocuparse de los problemas de la gente. Por su parte, Bane sólo está motivado por sus creencias y así es como busca cumplir su agenda.

Por otro lado, la figura mítica de Harvey Dent sirve como pilar de una Ciudad Gótica próspera y libre de las garras del crimen organizado, gracias a las leyes que nacieron para honrar todo aquello en lo que Dent creía, y el secreto detrás de su muerte sigue resguardado por el Comisionado Gordon (Gary Oldman).

Vemos a Bruce Wayne recluido en su casa, como un ermitaño que usa un bastón para caminar, más por su fragilidad mental que por una deficiencia física. Un hombre rodeado de privilegios desde su nacimiento que vive prisionero de su cuerpo. Alfred hace las veces, una vez más, de conciencia de Batman y de padrastro de Bruce, mientras que el oficial Blake (Joseph Gordon-Levitt) es un policía que representa la esperanza de la ciudad para, también, escapar de su pasado.

Selina Kyle (Anne Hathaway) está rodeada de intriga, oculta sus verdaderas intenciones y afiliaciones, y siempre es mucho más que un adorno bello y sexy, es otro personaje que busca redención en un mundo que se lo impide. La mayoría de los protagonistas son un espejo de su alter ego en varios niveles, y están atrapados por su pasado o sedientos de justicia.

Después de un inicio largo y algo lento, que sirve para hundirse en la sensación de lo que le espera a varios personajes, la trama arranca a toda velocidad cuando un policía nos advierte que las cosas están por comenzar cuando quedan más de dos horas llena de giros, sorpresas y emoción.

Una historia que parecía sencilla y directa se desenvuelve en varias tramas que se desarrollan frente a tus ojos y cierran la trilogía de una forma que no podías imaginar, sacando a flote situaciones y conflictos que aparentemente estaban resueltos en las dos partes anteriores.

En un mundo poblado por locos y creyentes dispuestos a lo que sea para tener lo que desean, Ciudad Gótica se convertirá en un verdadero campo de batalla creado por la avaricia, y no es raro que en un momento como este, se proponga a los magnates financieros como los verdaderos villanos y criminales, un eco no sólo de este lugar, sino de la clase que tiene menos: el famoso 99% que ocupó muchas calles de las ciudades de Estados Unidos hace poco.

El Caballero de la Noche Asciende es la culminación a la saga que hace historia en el cine de superhéroes, con la emoción que requiere cerrar un capítulo para dejar atrás una historia magnífica a través de una verdadera montaña rusa de emociones. Vean los capítulos anteriores de la saga antes de salir al cine a disfrutarla, recuerden cada momento y busquen una sala IMAX cerca de ustedes, pues es la mejor forma de apreciar el trabajo y amor que contiene. Este cierre es épico y querrán ser parte de él.