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Editorial: Gaming / Facebook / Twitter / YouTube / Instagram / Noticias / Discord / Foros
Aunque los límites que antes permitían definir si un juego era considerado parte del movimiento indie se han expandido o difuminado en algunas áreas. La escena sigue teniendo mucha presencia en la industria, y para que se mantenga con vigencia es importante su libertad para crear, algo que en muchos casos sucede desde una perspectiva lejana a los estándares y obligaciones de las grandes producciones AAA.
Por más dudas que surjan, quizá hoy vivimos la mejor era de los videojuegos pues el negocio sigue creciendo y mientras las grandes compañías, estudios e inversionistas se llenan de dinero, existe un campo amplio para que los creativos y estudios que están en la parte no visible de este iceberg hagan lo suyo retomando géneros y propuestas para darles un toque novedoso. Precisamente, uno de estos artes es la aventura gráfica, rebosante durante muchos años en PC y relegada desde hace tiempo, aunque no extinta. Precisamente, el estado que guarda la industria en la actualidad, por más problemas que tenga, permite que hoy pueda hablar de un juego como ROAD 96, la obra más reciente del creativo francés Yoan Fanise y el equipo de DigixArt.
La trágica historia del verano de 1996
Precedido por su trabajo como productor de sonido en algunos cortos, Yoan Fanise entró en la industria de los videojuegos con el excelente Beyond Good & Evil en 2003 y su historia siguió más años en Ubisoft. Ya con experiencia y necesidades creativas, Fanise se aventuró en la escena indie con 2 títulos que dieron de qué hablar en su momento por sus propuestas enfocadas en la narrativa, pero también en su manera de recordar que se trataban de un videojuego, Valiant Hearts: The Great War y 11-11: Memories Retold.
El camino no se detuvo para Fanise y junto con DigixArt trabajaron en años recientes en el desarrollo de ROAD 96, una propuesta procedural ambientada en un país llamado Petria y con detalles que dan cuenta de lo que era la cultura pop en Occidente, Estados Unidos y Europa, durante 1996.
La premisa fue revelada desde la presentación de ROAD 96 y el inicio del juego te confirmará que todo tiene lugar en Petria, país que reúne lo peor de los regímenes formados en el comunismo y el capitalismo, tema que se tocó desde un inicio y que se formó gracias a las interminables horas de plática de Fanise con miembros de su equipo que tenían mucho que contar de su experiencia vivida en el Este de la Unión Soviética y el periodo convulso que siguió a su caída.
Petria es gobernado por una dictadura liderada por el "presidente" Tyrak y va entrecomillado porque pese a someterse a un sistema democrático siempre sale triunfante. Obviamente, esto es posible gracias al control de las fuerzas de autoridad, en este caso la policía, y los medios de comunicación, donde solo existe uno realmente popular, de alcance nacional y afin en todo sentido al gobierno de Tyrak. Como suele pasar, un régimen de este tipo no puede concebirse sin crear a su propio victimario y en Petria se formó un grupo rebelde conocido como La Brigada Oscura que busca un cambio para Petria. Lamentablemente, en 1986 un intento de secuestro contra Tyrak en un evento público resultó en una tragedia que costó muchas vidas inocentes y la Brigada fue señalada como culpable; así pasaron a ser parias y a operar en la más profunda de las clandestinidades.
Pese a esto, el germen era inevitable y 10 años después, en 1996 según los eventos de ROAD 96, el descontento es tal que la previa a las elecciones da cuenta de la tensión social y política. Peor aún, la represión y el autoritarismo se han encontrado con una joven generación, adolescentes, que quieren salir de ese infierno aunque esa decisión les ha traído persecución y en algunos casos la desgracia de la muerte.
Bajo ese contexto, ROAD 96 nos pone en el papel de muchos de estos adolescentes que dejaron su hogar y cuyo objetivo es claro: alcanzar la frontera y salir de Petria en busca de una mejor vida.
Llegar al ROAD 96 o morir en el intento
ROAD 96 es un juego de tipo aventura gráfica con elementos point-and-click y en primera persona que funciona con un sistema procedural. El enfoque de este juego está en los viajes en carretera y la gran cantidad de posibilidades que se abren con cada decisión y según el desarrollo de los hechos. La historia se desarrolla a través de una serie de capítulos que a su vez tienen lo que podríamos llamar misiones, las cuales pueden ser muchas o pocas de acuerdo con tus decisiones.
"ROAD 96 tiene una estructura similar a la de una serie de TV, así que puedes disfrutarlo a tu tiempo"
Precisamente, aquí viene el primer acierto de ROAD 96 y es que a diferencia de otros videojuegos de su tipo, la división por capítulos y misiones lo vuelven de fácil consumo cumpliendo con el objetivo de Yoan Fanise y su equipo en DigixArt de ofrecer algo con estructura similar al de una serie de streaming que consumes a tu tiempo y que cumple si ese es tu deseo o si quieres perderte por horas. En promedio, cada capítulo de ROAD 96 puede ir de los 30 a los 50 minutos y gracias a una función de autoguardado tu progreso estará siempre seguro.
En ROAD 96 eres todos los adolescentes que buscan salir de Petria, de manera que no hay un protagonista definido y el objetivo es ponerte en los zapatos de cada uno de ellos y sus historias, mismas que pueden ser emotivas, felices, dramáticas o devastadoras.
Visto desde una perspectiva general, ROAD 96 es un enorme rompecabezas que irás armando conforme avanzas y el cual se completará con la interacción que tengas con los personajes importantes de su historia. Siguiendo su propuesta para brindar algo único, con un sistema que recuerda los libros de Choose Your Own Adventure , ROAD 96 define las cosas desde el primer momento, preguntándonos algunas cosas sobre nuestros gustos y lo que esperamos al ver una historia, por ejemplo, si esperas algo aterrador, el juego te brindará momentos que te sacarán un susto de vez en cuando.
Dado que no se trata de un mundo abierto y sus misiones tienen lugar en espacios definidos, el juego concentra toda su propuesta en los encuentros que tengamos con los distintos personajes cuyas razones y motivos iremos conociendo al mismo tiempo que se aclarará el panorama sobre lo que pasó en Petria y lo que se vive en ese verano de 1996.
Aquí es donde se encuentra una parte importante de la riqueza de ROAD 96 pues a diferencia de otros títulos similares, no todo se reduce a seleccionar algún objeto y encontrar la manera de interactuar con él en el escenario, tampoco se trata de leer diálogos interminables por horas. No, ROAD 96 aposto por sintetizar estos elementos y brindar distintos minijuegos en cada misión asegurándose de que cada cosa tenga una duración prudente, algo que se agradece y se resalta pues los tiempos dedicados a la narrativa, a los diálogos, a la toma de decisiones y a los minijuegos son ideales y no habrá algún apartado que te abrume o te aburra.
Una vez que inicies la aventura en aquel verano de 1996 ROAD 96 no se detendrá y la interacción con los personajes, así como la toma de decisiones tampoco. El sistema procedural está muy bien logrado, y cada acto tiene consecuencias en presente y a futuro.
Al mismo tiempo, los encuentros que tengas con los personajes, quienes comparten contigo el protagonismo de esta historia al controlar adolescentes, tendrán lugar en distintos momentos y situaciones gracias a la correcta aplicación del sistema de juego. Este conjunto permitirá que armes el rompecabezas tanto a nivel micro, como a nivel macro.
Salir de Petria es el objetivo, pero llegar a la frontera no será fácil. En cuanto inicies con un pedazo de la historia de ROAD 96, tus decisiones tendrán efecto, iniciando con 3 posibilidades a gran escala: iniciar una revolución que incendie al régimen de Tyrak, promover un cambio democrático a través del ejercicio del voto o apostar por el egoísmo y solo pensar en cómo salir del país. Parte de ello tiene que ver con los diálogos y breves interacciones que tengas con los NPC con quienes puedas platicar, pues una pregunta, sugerencia o invitación a hacer una revuelta o a votar por un cambio pueden hacerlos pensar diferente y esto tendrá un efecto en el desarrollo de los eventos y en el final.
"Diálogos y decisiones, todo impacta en el presente y futuro de la historia"
Luego, vendrá la interacción con los personajes principales de ROAD 96, donde conocerás sus historias y la relación que tienen con lo que está sucediendo en Petria. De la misma forma, la manera en que dialogues con ellos y las decisiones que tomes tendrán impacto en presente y a futuro, moldeando los hechos y adecuándolos para que cada partida se sienta única. Ahí encontrarás personajes carismáticos, como Alex, un niño genio en busca de saber sobre su pasado; Zoe, una joven rebelde que decidió salir de su situación privilegiada; Sonya, la anfitriona del noticiero afin al gobierno de Tyrak o Jarod, un taxista que lidia con el manejo de la ira y que está en busca de venganza tras la muerte de su hija 10 años antes en el evento trágico que marcó la historia del país.
Claro que lo ideal sería que todos los adolescentes de Petria salieran del país y que su partida también significara el cambio en la nación. Sin embargo, el sistema procedural de ROAD 96 te brinda momentos muy emotivos y llenos de felicidad pero, al mismo tiempo, puede ir en sentido contrario para mostrarte un rostro más triste y devastador. No hay como tal un Game Over, pues tu aventura con cada adolescente puede terminar con su exitosa fuga de Petria, pero también con la más injusta de las represiones policiales y pero aún, encontrándose de frente con la muerte; el mismo juego lo dice: "cada que alguien cae, alguien más se levanta".
Al mismo tiempo, ROAD 96 añade cierto elemento estratégico y es que cuentas con una barra de vida que llenarás descansando o comiendo. Asimismo, podrás obtener dinero para comprar comida y bebidas, para sobornar a las autoridades o incluso para dejar todo o una parte en espacio ocultos para que otro adolescente lo encuentre en su camino. En estos casos, cada inicio de misión significará una reducción en tu barra de vida, después de todo salir de un país optando por caminar o pidiendo aventón es algo en suma desgastante y si tu energía se acaba, también tu intento por huir y entonces recordarás que hubiera sido buena idea comer esa barra de cereal que te daría la vida adicional para seguir con tu camino.
Como propuesta de juego y experimentando su sistema y mecánicas, ROAD 96 cumple bien y brinda una experiencia divertida y emotiva. Quizá sus puntos débiles en este caso tienen que ver con algunos momentos en que la cámara se mueve constantemente por un evento repentino y donde tienes que tomar una decisión, pues el cursor puede pasarte una mala jugada y terminas seleccionando algo que no quería realmente, lo cual termina por afectar toda tu aventura posterior.
Un viaje en carretera, pero también a 1996
Además de los testimonios de algunos de los desarrolladores de ROAD 96 sobre los peores vicios de Estado en el socialismo, el juego toma inspiración de la cultura pop de 1996. El estilo de arte y el diseño de los personajes, pese a ser una historia que en su mayoría se lleva a cabo en asentamientos rurales cercanos a los caminos, refleja las tendencias de aquellos años y los alcances de la tecnología que había en ese momento.
A través de frases y de una serie de referencias que podrían sacar una sonrisa, o una lágrima, a quienes conocieron el MTV de 1996, ROAD 96 construye su historia y la presenta de forma adecuada apelando a la nostalgia. Claro que al ser un proyecto indie, no puedes esperar los grandes escenarios de producciones AAA y la mayor parte del tiempo parece que estamos ante un título de PlayStation (PS One) con esteroides, pero en definitiva Yoan Fanise y DigixArt supieron sacar provecho de lo que tenían a disposición y conociendo sus límites.
Sin embargo, hay algunos detalles que no se pueden pasar por alto, al menos no en la versión que jugué de ROAD 96 para Nintendo Switch, como la baja calidad de las texturas en especial en modo portátil, y la tardanza en la carga de algunos elementos en el fondo de la pantalla mientras avanzas, algo que se hace más notorio en situaciones de acción y con movimientos bruscos de cámara. Asimismo, hay algunos errores en las animaciones de los personajes cuando hablan en ciertos momentos, pues por una u otra razón, sus labios dejan de moverse y el diálogo sigue.
Fuera de lo anterior, ROAD 96 sale bien librado como experiencia visual y en cuanto a su apartado de audio no puedo decir otra cosa que no sea excelente y es que se optó por composiciones que reflejan la música de 1996, por lo que encontrarás temas de rock alternativo, algunos de tendencia techno y dance, ciertas baladas pop y la cereza del pastel la genial canción de Toxic Avenger Home Call.
ROAD 96: una historia de vida y muerte; de revolución y cambio
La experiencia que he tenido con ROAD 96 fue divertida y emotiva. Pese a sus evidentes límites, todas las piezas que componen este juego están muy bien integradas y en definitiva es algo que puedo recomendar a quienes gustan de las aventuras gráficas y los point-and-click pues hay mucho más que eso en este pequeño mundo creado por Yoan Fanise y DigixArt. Claro que sus aciertos y errores salen a la luz, pero al final, ROAD 96 resultó ser un muy buen juego indie que hace pensar que todavía hay mucho que ver por parte de la escena.
¿Qué más puedo decir sobre este juego? Quizá quien lo haya vivido, entenderá: ROAD 96 es Jeremy de Pearl Jam; Something in the Way de Nirvana; Nutshell de Alice in Chains; Firestarter de The Prodigy y 1979 de The Smashing Pumpkins al mismo tiempo y hecho videojuego... al menos, para mí.
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