Marte, un planeta que los humanos colonizaron siglos atrás, en la actualidad está corroído por una catástrofe que sucedió hace 100 años. Las consecuencias son terribles: caos en cada rincón y el agua, vital para cualquier ser vivo, está a punto de desaparecer. Esto la convirtió en el recurso más valorado entre las corporaciones y en una de las razones principales de la existencia de guerras, muerte, dolor y locura.

En ese contexto ocurre Mars: War Logs, un título RPG y de acción que entrega una experiencia completamente individual presentada en una campaña que puede completarse aproximadamente en 9 horas, duración adecuada para un Arcade. El protagonista es Roy, el estereotipo de sujeto rudo, imponente y frío con un oscuro pasado que desea olvidar. Por alguna razón, Roy está en una prisión y lleva mucho tiempo planeando su escape; el problema es que para ello necesita a una persona de confianza. Por fortuna, encuentra a Inocencia, un adolescente a quien salvó de recibir daño psicológico irreparable y quien se convierte en su brazo derecho y compañero de aventuras.

Como verás, la historia no es relevante o impresionante; por el contrario, es otra prueba de que son contados los estudios capaces de ofrecer narrativas interesantes. Al parecer, Spiders Studios, desarrolladores del título, encontraron inspiración en juegos como Mass Effect, Dragon Age y The Witcher, de manera que si eres fan de estos, tal vez te parezca atractiva esta propuesta.

Como en la mayoría de los RPG de acción, el nivel y las mejoras que le hagas a Roy serán factores indispensables para progresar. Para eso, deberás ganar experiencia de las misiones que cumplas y de los enemigos que derrotes; asimismo, lootear cuanto elemento en el entorno lo permita también será necesario para obtener materiales para actualizar armas y vestuarios. Y en cuanto a la progresión de niveles, por cada incremento recibirás 2 puntos para gastar en un extenso árbol de habilidades que presenta una decente cantidad de opciones a mejorar, en 1 de 3 distintos rangos.

Ese modelo de mejoras es la esencia del juego y ofrece más contenido del que podríamos esperar de un Arcade. No se puede decir lo mismo del sistema de combate, pues aunque las acciones de pelea se simplifican en los 4 botones frontales del control, muchas veces resulta complicado realizar adecuadamente las movimientos que deseas ejecutar en ese instante. Los enemigos, cuya variedad es mínima, no son complicados, pero el esquema es tan poco preciso que a veces dificulta las cosas más de lo debido. Quizá pienses que la inteligencia artificial de Inocencia o de cualquier otro aliado ayudarían, pero ni eso; digamos que son buenos conejillos de indias para distraer a los enemigos.

También hay granadas, minas, pistolas y habilidades de Technomancy (poderes eléctricos), entre otras cosas, para usar en combate. No forman parte del control principal, pero al presionar el bumper izquierdo ralentizará brevemente la acción para desplegar un carrusel desde el que se escogen dichos objetos. De hecho, es posible elegir hasta 3 para asignarlos en el bumper restante y en los 2 gatillos, a fin de poder disponer de ellos de manera instantánea. Eso es un punto a favor del juego, pues evita tener que pausarlo y da continuidad a la acción.

Otra característica que no está bien implementada es el sigilo. En teoría, basta con hacer clic en el stick izquierdo para activarlo y hacer que Roy camine agachado para evitar hacer ruido y pasar desapercibido en algunas zonas para eliminar enemigos silenciosamente. El asunto es que raras veces la situación es adecuada para usarlo, y cuando es posible, no cumple su objetivo. Esto se debe, de entrada, a que los escenarios claramente no fueron diseñados para llevar a cabo esa actividad, y porque sin alcanzas a un enemigo por la espalda, la única acción posible para hacerle daño adicional es golpearlo ruidosamente. Entonces, aunque logres abatirlo con un solo golpe, el resto de los adversarios se percatará de tu presencia. En cuanto a tratar de pasar secciones enteras sin ser visto, será mejor dejar de considerarlo, pues aparentemente el estudio se olvidó de crear situaciones apropiadas para ello.

En un principio, tratar de entender los escenarios puede parecer complejo, pero después de 10 minutos descubres que son sencillos y que es fácil desplazarse; esto porque están seccionados en áreas y siempre podrás colocar en pantalla un mapa con cierta opacidad para evitar perderte. Algunos lugares están hechos sólo para pelear con enemigos, pero otros son poblaciones y zonas de descanso en las que encontrarás personas que necesitan ayuda con misiones secundarias. Los escenarios son pequeños, y por eso permiten una buena dosis de backtracking, aunque a expensas de eliminar casi por completo la libertad de exploración.

La toma de decisiones y sus consecuencias en la moral también es un elemento que debemos considerar. En teoría, la forma en que respondas a otros personajes, matar a enemigos humanos, así como mentir o ayudar a otros tiene repercusiones en partes de la historia, en algunas misiones secundarias y en cómo te tratan aliados y otros individuos. En mi caso, las decisiones no tuvieron un impacto drástico en la experiencia; logré persuadir con mayor facilidad, pero nada más, quizá porque en mi selección de diálogo y acciones me mantuve lo más neutral posible. De cualquier forma, el karma no afecta las habilidades ni la apariencia de Roy, así que las modificaciones que sufres son mínimas.

En general, el contenido de Mars: War Logs es completo, pero está lejos de competir contra otros exponentes del mismo género. Destacan el sistema de mejoras y el crafting sin embargo, la ambientación, el combate, los escenarios y los deplorables gráficos en los personajes, sin mencionar su poca personalidad, dejan mucho que desear. Hace unos años hubiera sido un título sobresaliente, pero hoy es uno más del montón.