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Por más fascinantes que resulten los juegos de carreras para los fanáticos del automovilismo, las propuestas rara vez intentan apelar al general de la audiencia, en especial cuando se trata de simuladores sumamente técnicos y complejos. Con amplia experiencia en el tema, Codemasters sabe que es importante mantener un equilibrio entre realismo o precisión al extremo y emoción y entretenimiento; con ese pretexto, el estudio se propuso desarrollar F1 Race Stars, un título de carreras que toma la intensidad de la Fórmula 1 y al más puro estilo Mario Kart le da un toque caricaturesco.
Desde que se reveló la existencia del proyecto, sabíamos exactamente qué esperar: una interesante imitación de la franquicia automotriz de Mario Bros. De lo que no estábamos seguros era de si la ejecución sería adecuada, pues aún cuando la trayectoria de Codemasters en el tema automovilístico no tiene comparación, todos sus trabajos anteriores son serios y realistas. Esta sería su primera apuesta por la sátira y el tono juguetón. Afortunadamente, lo que experimentamos durante nuestra primera sesión con el juego es más que satisfactorio y se resume en diversión pura.
De primera impresión, la estética es sumamente atractiva y no nada más por el uso libre de los colores para construir cada elemento en pantalla, sino porque los escenarios están basados en locaciones reales con todo y temática de fondo, idéntica a la de la vida real, pero con alteraciones fantasiosas. Un ejemplo claro es el castillo bávaro de Hockenheim única pista que pudimos jugar, que no sabemos si por casualidad o a manera de tributo, se percibe idéntico a los aposentos de Bowser.
Es probable que al inicio algunos se sientan incómodos con la apariencia de los personajes, después de todo nuestros competidores son cabezas gigantes de Michael Schumacher o Kimi Räikkönen. No obstante, la excentricidad pasa casi de inmediato, justo cuando comienza la persecución por alcanzar el primer lugar y la velocidad empieza a sentirse. Cabe mencionar que un acierto de F1 Race Stars se da en el aprecio por el realismo, pues a diferencia de otros exponentes de las competencias estilo go-kart, esta propuesta presenta controles muy responsivos e intuitivos, y pone especial atención en la respuesta de los vehículos. Obviamente no es un simulador formal, pero los valores se acercan lo suficiente para garantizar que si eres suficientemente diestro, tendrás una ventaja ante los otros competidores, si bien dependiendo también de tu talento para sobrevivir a la infinidad de artimañas y castigos en la pista.
Hablando de las molestias mientras compites, hay numerosas herramientas con las que podrás entorpecer a enemigos y amigos por igual, o dicho sea de paso, que seguramente te harán sufrir si estás a la delantera. Cambiando caparazones por burbujas, hay numerosos artilugios a disposición, incluido el que persigue a la persona que está inmediatamente después de ti, o la esfera que alcanza al corredor en la primera posición para destronarlo; están los que rebotan contra la pared incesantemente, los que otorgan aceleración ilimitada por algunos segundos, y uno peculiar que te teletransporta instantáneamente al lado del más avanzado en la carrera. Casi todas las trampas son familiares y por ello, fáciles de utilizar. Por supuesto, Codemasters agregó su propia dosis de personalidad, presentando novedades, como una lluvia que hace resbaladiza la pista.
Una diferencia importante con todos los exponentes del género es que los vehículos se ven afectados por el daño estructural, y a mayor deterioro del auto, menor la velocidad límite. Así que si eres de los que se fascina golpeando todo a su paso o recurres a la fuerza bruta para ganar tus afrentas, en este caso particular tendrás que replantear tus estrategias. Por fortuna, el daño no es permanente, y están los siempre confiables pits donde recuperas la buena condición del auto en cuestión de segundos, con el conocido precio de salir brevemente del camino. Lo interesante es que el freno regenerativo es aprovechado ingeniosamente, pues la distancia acumulada se traduce en un aumento desmedido de velocidad una vez pasas ciertas zonas brillantes de la pista.
Nuestra conclusión por ahora, frente a tan poco tiempo de juego, es que F1 Race Stars es una propuesta sumamente prometedora, que si mantiene el ritmo de diversión y el ingenio de diseño en cada pista, podría ser un digno rival para cualquier otro título similar; en cuanto a las comparaciones con lo creado por Nintendo, es muy temprano para juzgar, ya que al igual que Diablo desató un género pero es el mejor representante, Mario Kart dio pie a una serie de clones que no han podido superar a la referencia original. La tarea de Codemasters es clara: mantener la calidad de diversión sin sumar complicaciones innecesarias y presentar diversas modalidades que extiendan la vida de juego.
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