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El lanzamiento de la quinta expansión de World of Warcraft marca el 10.° aniversario del MMO y del género como lo conocemos, por lo que se trata de un acontecimiento que muy pocas franquicias tienen el lujo de presumir. Sin embargo, la llegada de esta expansión pone presión en Blizzard, pues debe capturar la atención e imaginación de millones de jugadores como lo hizo en sus mejores años. Y una forma de lograrlo es regresando en el tiempo a la época que moldeó el mundo que conocemos y amamos. Con eso en mente, Chris Metzen, vicepresidente senior en Blizzard Entertainment, declaró en el marco de la presentación de la cinemática de Warlords of Draenor que “la era del panda de fantasía terminó, el viejo Warcraft está de vuelta”. Y no bromeaba.
El viejo Warcraft está de vuelta
Así las cosas, tu aventura inicia cuando Khadgar te envía, junto con una avanzada ofensiva, a los pies del Portal Oscuro en Blasted Lands, para pasar a través de él. El primer vistazo a la nueva zona es impactante. Esperábamos un paisaje similar a Hellfire Peninsula, pero encontramos una jungla. Resulta impresionante ver el cambio de Draenor antes de ser devastada por la Burning Legion, y en vez de concentrarte en el contenido y misiones frente a ti, desactivas la interfaz de usuario para apreciar a detalle los escenarios. Cada nueva región es una captura de pantalla con potencial de convertirse en tu nuevo wallpaper.
Desde la expansión anterior, advertimos el progreso en cuanto al diseño de las áreas explorables, pero con Warlords of Draenor, el avance acumulado es espectacular. El primer destino con el que te topas es Tanaan Jungle, y como su nombre indica, es un área donde predomina el color verde con altos árboles que cubren la vista del cielo. También hay asentamientos de tribus y clanes locales que apoyan a la Horda de Hierro; de igual manera, es sobrecogedor ver interminables formaciones de orcos marrón y máquinas de asedio desatadas contra las fuerzas de la Horda y Alianza.
Hay un lugar en específico que genera mucha nostalgia. Se trata de Nagrand, parada obligatoria para los viajeros del Portal Oscuro durante las épocas de The Burning Crusade. Aquí, la familiaridad es alucinante: la paleta de colores se mantuvo intacta y volverás a ver el mismo tono verde que se quedó grabado en tu memoria. Asimismo, locaciones clave fueron preservadas, como el Throne of Elements que ahora brinda sorpresas, como montañas y laberínticas laderas. Regresar a estos territorios es un gran agregado para los fans veteranos de la serie que vivieron hace más de 6 años la grandeza del MMO.
Otro de los aspectos que muestran la madurez de Blizzard es el de las cinemáticas. Éstas evolucionaron en cuanto a estándares de producción y fotografía —vimos las mejoras en The Wrath of the Lich King, pero en Warlords of Draenor, la brecha es notable—. Uno de nuestros momentos favoritos es cuando Thrall enfrenta a Garrosh Hellscream. La secuencia es épica por su naturaleza cinemática; lejos quedaron los días donde únicamente se presentaban los modelos de los personajes dialogando. Aquí, la combinación de elementos de cámara, música precisa y el trabajo de los guionistas de Blizzard convierten a la escena en una gran experiencia que enriquece el desarrollo de la historia.
Uno de nuestros momentos favoritos es cuando Thrall enfrenta a Garrosh Hellscream
La primera parte de la aventura parece una instancia temporal, donde se presentan los personajes principales que tendrán un rol definitivo en algún momento de la historia de Warcraft. Por tal razón, durante esta etapa, tu misión es huir para pelear otro día. Enseguida comenzará la nueva aventura según tu facción: en Frostfire Ridge para la Horda y en Shadowmoon Valley para la Alianza. Pero cabe resaltar que tu Garrison también es una de las novedades principales para Warlords of Draenor.
Así, con el transcurso de la misiones, tendrás la oportunidad de ser líder de una fortaleza, lo que alude por momentos a los orígenes de la franquicia en los 90, cuando Warcraft era un RTS. La fortaleza en cuestión se trata de una entidad que podrás administrar y diseñar de acuerdo con tus necesidades. Para comenzar, es preciso que sepas que hay 3 niveles de fortaleza, cada uno cuenta con incrementos en los beneficios que ofrece, como más parcela para construir edificaciones o acceso a misiones especiales. Como lo mencionamos, planear tu Garrison es importante y la decisión dependerá únicamente de ti, mientras que las recompensas varían según tus decisiones al largo plazo. Para asignar la construcción de un edificio, necesitarás recursos, los cuales puedes conseguir a lo largo de todo Draenor en cofres ocultos, así como en forma de recompensas al eliminar una gran variedad de enemigos raros.
En las parcelas de mayor tamaño, puedes levantar edificaciones que te bonificarán de formas más concretas durante tu aventura en Draenor; por ejemplo, los establos tienen la capacidad de incrementar la velocidad de la montura, y las misiones diarias te ayudarán a capturar y domesticar las criaturas de Draenor. Otros ejemplos son el Spirit Lodge o Mage Tower, los cuales tienen la capacidad de crear portales a diversos lugares del mundo. Las construcciones medianas traducen, a grandes rasgos, en beneficios para el jugador; construir la taberna trae 2 misiones diarias para conseguir mascotas de compañía, juguetes y muchos otros artefactos, entre los que se encuentran mejoras para tu armamento.
Por último, las parcelas más pequeñas son las que brindan servicios, como tu propio acceso al banco o instalar un par de campamentos de profesiones, donde puedes obtener diferentes materiales y la oportunidad construir las recetas, las cuales hasta ahora habían sido exclusivas de quien aprendía los oficios. Gracias al Garrison de Warlords es viable gozar de los beneficios de todas las profesiones o, por lo menos, las que tú eliges.
En virtud de que tienes una fortaleza para administrar, también serás conocido en las tierras de Draenor como un comandante. Con tal asignación, podrás enviar a peligrosas misiones a los seguidores que encuentres a lo largo de tu aventura en Draenor. A estos los encontrarás bajo diferentes circunstancias y mediante misiones y logros. Este rasgo del Garrison lo hace parecer un juego estilo Facebook, en el que seleccionas una misión y eliges a los seguidores que son aptos para ésta. Luego debes esperar 40 minutos o hasta 24 horas —obviamente, las recompensas varían dependiendo de su duración—.
A veces este elemento te hace sentir como un verdadero general y comandante de la fuerza expedicionaria: tienes la oportunidad de seleccionar el tipo de construcciones que necesitas o las que crees convenientes, así como la alternativa de enviar a los seguidores a misiones. Da la impresión de que estos héroes secundarios son enviados a cumplir sus propias misiones para crear su propia leyenda y forjar su nombre en el mundo de Warcraft. Si bien se genera una especie de lazo con ellos, su función se limita a proporcionar apoyo para encontrar equipamiento para tu personaje e ítems secundarios que te ayudarán a completar objetivos a largo plazo, sin mencionar que se trata de un elemento en Draenor que carece de un anclaje de gameplay. En otras palabras, se sienten como una responsabilidad.
Este elemento te hace sentir como un verdadero general
Al revisar la línea de las obligaciones, el Garrison también cuenta con tareas que deberás repetir diariamente. Dispones de una mina en la que excavarás betas de minerales, un jardín en el que recolectarás plantas y hay una choza para pescar. Estos campamentos están hechos para darle una infraestructura a tu personaje, ya que te permiten obtener reactivos que hasta ahora eran únicos de ciertas profesiones. Se podría decir que Blizzard está homologando a todos los jugadores, para que tengan el mismo nivel de progreso.
Gran parte del atractivo de Warlords of Draenor es la interacción con grandes figuras de la ficción de Warcraft durante la primera y segunda guerra; sin embargo, hay algunas desilusiones y problemas de continuidad. Un ejemplo de esto es la muerte de uno de los personajes más emblemáticos para la Horda, porque solamente fallece; no hay pena ni hay gloria en ello para los protagonistas. Tampoco se responden preguntas simples como si Durotan sabe que Trall es su hijo o ¿por qué un orco extraño con la insignia de los Frostwolves me está ayudando? No hay respuesta para estos cuestionamientos, la historia simplemente sigue sin tomar en cuenta que los héroes viajaron en el tiempo para detener a la Horda de Hierro.
Los personajes también se prestan para momentos emotivos, como cuando Thrall es elogiado por su valentía por Drek'Thar, quien preguntó por la persona que lo entrenó; como sabemos, en la línea de tiempo original, Drek'Thar es quien entrena a Thrall. Son pequeños instantes que desafían el conocimiento de los fans para entender todas las referencias ocultas y que resultan sumamente satisfactorias para los veteranos.
Ahora bien, los dungeons siguen la línea presentada en Mists of Pandaria, es decir, instancias simples y cortas con diferentes retos diseñados de conformidad con un tema en específico o zona, y están disponibles en 2 dificultades: Normal y Heroic. La primera es a la que podrás acceder cuando te encuentres subiendo de nivel y cuando recién alcances el nivel máximo. En cambio, la segunda está diseñada para los jugadores que logren un cierto número en el grado de su equipo (entre mejor es la pieza, más alto es su valor numérico).
Los dungeons siguen la línea presentada en Mists of Pandaria
Las versiones Heroicas se caracterizan por contener mecánicas para superar las peleas contra los jefes. Por ejemplo, cuando cancelas la ejecución de un hechizo o dejas de golpear a un enemigo en el momento que tiene una habilidad especial de escudo ―al finalizar, serás recompensado con una pieza de armadura Heroica, cuyo valor nominal es aún mayor al de las versiones normales―. De tal manera, se puede decir que estos te preparan para el siguiente peldaño en el progreso y que caracteriza a World of Warcraft: los raids.
Desafortunadamente, los raids serán introducidos en el siguiente parche del juego, el próximo 2 de diciembre, y es donde suceden los avances más significativos en la historia de Warlords. El primero de ellos nos llevará a Highmaul, lugar en el que habitan los ogros y donde enfrentaremos a 2 de los Warlords de Garrosh. Estos contarán con mecánicas más complicadas que deberemos afrontar de manera ordenada y con disciplina, porque de lo contario, terminaremos muertos. Obviamente, tal reto también implica la adquisición de mejor equipo, pero únicamente para los valientes que puedan con él.
Si todo marcha bien, después de unos días de dedicar tu vida a Warlords, llegarás a nivel 100, el máximo en World of Warcraft. En ese momento, el juego apenas comienza, lo que sigue es la ardua tarea de progreso personal que caracteriza al título y obedece a una única motivación: superar los desafíos con mayor reto. La curva de progresión es considerable pero no imposible, requiere de mucha dedicación por parte del jugador y algo de suerte.
También dentro de las novedades de Walords of Draenor está la zona de alto nivel, Ashran. Esta isla es un campo de batalla continuo donde los miembros de la Alianza y la Horda combaten sin parar. Al visitarla, debes esperar a que se te asigne un grupo que ya esté combatiendo. La finalidad de esta zona es abonar a la reputación de la facción en guerra para conseguir las piezas de armadura más poderosas para PvP y la forma de progresar es únicamente participando.
Para redondear, debe quedar en claro que el estado actual de Warlords of Draenor no es el definitivo y que será modificado con el transcurso de los meses y los años, es decir, se trata de un trabajo en progreso. No puedes esperar que el juego sea el mismo que hace 6 meses, ni mucho menos creer que permanecerá igual por otro periodo igual.
El trabajo hecho por Blizzard es satisfactorio porque cumple con lo que promete
Blizzard se encarga de mantener contenta a su población de jugadores con el lanzamiento de diferentes parches de contenido que desbloquean nuevas zonas, modalidades de juego y balances en las clases, a fin de seguir inyectando vida al título. Es un hecho que con el paso del tiempo, los contenidos de esta expansión serán ampliados, no una, sino varias veces hasta conocer el desenlace final y el destino de Garrosh Hellscream, Gul'Dan y todos los participantes en este capítulo de la rica ficción que Warcraft ofrece.
La quinta expansión de World of Warcraft es un magnífico intento por recapturar la atención de los millones de fans que en algún momento perdieron el encanto del mundo de Azeroth. Aunque sigue la línea tradicional de la expansión anterior, y en general de todo World of Warcraft, el trabajo hecho por Blizzard es satisfactorio porque cumple con lo que promete: el regreso a un conflicto bélico, una guerra de honor con enfrentamientos entre hachas y espadas, con la particularidad de hacerlo con los personajes más memorables de la franquicia de Warcraft. Sin duda, si quedaste desencantado con los pandas o dejaste de participar hace 5 años, Warlords of Draenor es la excusa perfecta para regresar al MMO por excelencia.
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