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Bienvenidos a Los Perdidos, un Los Ángeles, California ficticio donde tomas el papel de Nick Ramos, mecánico que despierta en medio de un apocalipsis zombie donde el gobierno abandonó cualquier esperanza de que existan sobrevivientes y piensa detonar una bomba en los próximos 5 días.
Como puedes imaginar, a partir de esta premisa y si consideras el auge de las mecánicas de juego de Dead Rising, Nick y los vivos que encuentre en su camino buscan escapar del infierno saliendo de la ciudad. Por fortuna, para ello cuentas con cientos de objetos para defenderte de las hordas de muertos vivientes que llenan las calles.
Dead Rising se ha caracterizado por ser una de las sagas más divertidas, complejas y ridículas en los videojuegos. Plagado de creatividad, el título te invita a experimentar y a sacar tus deseos más lúgubres para acabar con los zombies, de modo que la experiencia se torna adictiva e interesante gracias a las posibilidades de creación.
La mecánica es muy sencilla: te encuentras en un mundo abierto donde cualquier cosa es un arma: desde un oso de peluche hasta carritos de supermercado pasando por armamento tradicional como katanas; también es posible combatir cuerpo a cuerpo o usar aburridas pistolas e incluso el equipo de personajes clásicos de Capcom como el Megabuster de Megaman. Lo interesante es que puedes amalgamar herramientas para lograr mezclas sádicas, interesantes o prácticamente ridículas.
A este sistema se agregó una nueva mecánica de juego: los vehículos. Si pensamos que todo ocurre en un mundo abierto, sabemos que llegar del punto A al punto B debe lograrse de la manera más rápida y mortal posible, así que… ¿por qué no usar una motocicleta con una plancha de concreto como rueda frontal, o un bulldozer combinado con un camión de basura?
El juego te motiva a matar zombies cada segundo, y eso te otorgará PP points, que básicamente son puntos de experiencia. Al subir de nivel recibes un punto para mejorar a tu personaje en un sistema de progresión y eso te permite desbloquear más vida, tener mejores combos y hacer las combinaciones de armas y vehículos de manera más rápida, es decir, te convertirte en un máquina de eliminar zombies más efectiva.
El combate es el aspecto donde Dead Rising 3 realmente brilla, pues su sistema de combinaciones especiales con diferentes armas agrega dinamismo y la experiencia es gratificante. Es cierto que el juego se trata de matar zombies, pero los problemas que enfrentarás en Los Perdidos serán las peleas con los “psychos” que usan el suceso de la infección para su beneficio. Estas peleas aportan un excelente reto y diversión a la campaña, ya que no podrás deshacerte de ellos con tanta facilidad, y las mecánicas de cada pelea te conducirán a analizar los patrones necesarios para derrotar al rival.
Dead Rising 3 es creativo y glorioso. Nos encontramos con un sandbox que, a diferencia de entregas anteriores, donde sólo tenías determinadas horas para concluir las actividades que considerabas más importantes, brinda tiempo suficiente para cumplir misiones extra, encontrar coleccionables y rescatar sobrevivientes. Además, existe un modo especial donde la dificultad es casi inexistente y se enfoca más en entregar una catarsis causada por acabar con hordas de cadáveres reanimados.
El combate es el aspecto donde Dead Rising 3 realmente brilla
Recordemos que éste es uno de los títulos de lanzamiento de Xbox One, y como exclusiva temporal, fue una de las mejores entregas para el debut de la consola; sin embargo, este título claramente no fue diseñado para correr en computadora. Para empezar, el juego está restringido a correr a 30 cuadros por segundo y tienes que desbloquear de manera manual la resolución 60 fps. Con este cambio todo se ve espectacular, pero los menús se distorsionan y crea inconvenientes adicionales de estabilidad que muchas veces causan errores inexplicables, lo que a su vez provoca que pierdas tu progreso si no guardas de manera constante, en especial con sistemas operativos de 32 bits y Windows 8.1. Esto se vuelve francamente problemático cuando entras en una de las grandes avenidas de Los Perdidos y hay demasiados zombies en pantalla, pues si no cuentas con el hardware necesario la experiencia será un constante dolor de cabeza. Si deseas evitarte todos estos problemas, puedes simplemente dejar el juego a 30 fps, pero no es tan disfrutable.
Puedes jugar con un control de Xbox 360 o de Xbox One conectado directamente a tu computadora por medio de USB, pero es más natural usar teclado y mouse porque el movimiento se siente fluido y con las animaciones correctas. Incluso se nota muy poco el motionblur impuesto para crear la ilusión de que estas moviéndote de manera muy rápida entre los grupos de cadáveres.
En general, Dead Rising 3 es sumamente divertido, lleno de elementos ridículos, fuera de contexto y que resulta gratificante a más no poder. El título está planeado para cualquier tipo de jugador: desde el casual hasta el perfeccionista que busca obtener absolutamente todo el contenido; para ello cuenta con el modo Nightmare para veteranos de la serie y cooperativo en línea.
El paquete es sumamente completo. Aun así, los problemas técnicos de una mala adaptación a PC afectan directamente la experiencia de juego, pues son persistentes y las caídas en el desempeño gráfico son brutales. Por otro lado, si tienes una máquina capaz de correrlo de manera óptima, es una grandiosa y bella experiencia. Si no pudiste disfrutarlo en Xbox One, ésta es una gran oportunidad para adentrarte en este divertido Apocalipsis zombie.
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