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El año pasado cuando estaba en búsqueda de proyectos independientes sobre los cuales hablar me encontré con Rocket Arena, un shooter arena que prometía refrescar el género con una propuesta diferente. Enorme fue mi sorpresa cuando, en pleno EA Play Live 2020, Electronic Arts anunció que el proyecto de Final Strike Games ―quien originalmente estaba trabajando con Nexon― era su siguiente EA Original. Sin embargo, lo que verdaderamente me asombró es que era muy diferente a como lo vi por última vez. Sus mapas y personajes seguían muy similares, pero abandonó el estilo FPS para convertirse en un juego de disparos en tercera persona.
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Pese a lo diferente que lucía ahora, Rocket Arena aparentaba ser tan divertido como la primera vez que lo vi. A pesar de esto, hubo algo que me preocupó y es que, ¿realmente un juego así tiene espacio en un mercado saturado de experiencias multijugador? Eso es algo que sólo el público podrá decidir, pero lo que es un hecho es que Rocket Arena entrega lo que promete: diversión pura.
¿Qué es Rocket Arena?
Rocket Arena toma inspiración de otros juegos, así que en todo momento verás elementos que te resultarán familiares. Lo que hace muy bien es mezclarlos de forma satisfactoria para entregar una combinación que, por lo menos en el apartado jugable, resulta tener mucha personalidad. No siempre es necesario descubrir el hilo negro para entregar un producto divertido y Rocket Arena lo sabe bien.
Pero bien, ¿cómo se juega? Se trata de un shooter en tercera persona con alma de party game. Aquí te tienes que olvidar de los headshots, las coberturas o bajar la vida de tu rival para concentrarte en dispararle para así llenar una barra que, cuando llegar al límite, indica que tan lejos saca volando al oponente. Así pues, tu objetivo será dispararles hasta lograr que sean expulsados del escenario o que simplemente caigan de él.
Fácilmente Rocket Arena podría ser confundido con un hero shooter. Después de todo, tiene un montón de características que hace que cualquiera llegue a esa conclusión, como su variado elenco de personajes caricaturescos o sus diferentes modos de juego. No obstante, en mi apreciación resulta ser una etiqueta que poco aporta al describir el tipo de juego que es Rocket Arena. Entonces, ¿qué diablos es? Si tuviera que describirlo en términos sencillos diría que es como un arena shooter casual. En otras palabras, es a los arena shooter lo que Super Smash Bros. a los juegos de pelea: una experiencia que está pensada para ser accesible a todo público, pero que también aporta para quitarse la etiqueta de ser un producto rebajado.
El bucle general de gameplay de Rocket Arena da vida a 5 modos que están sacados de otros shooters, pero adaptados a lo que propone Rocket Arena. Ejemplo claro de esto lo tenemos en Pepinazo, que consiste en capturar diferentes puntos de un escenario, el equipo que más puntos capture es nombrado ganador. También está Rocketball, donde tu equipo deberá tomar un balón que aparecerá en el centro del mapa y meter gol en la portería del rival; otra opción es Caza del Tesoro, donde habrá cofres que deberás cargar por un tiempo y monedas que deberás recolectar para que tú y tu equipo consigan la cantidad necesaria para ganar. También hay un modo estilo deathmatch donde tienes que tirar a los rivales y por último está una opción cooperativa donde lucharás contra bots.
El resultado es un shooter entretenido con ritmo rápido, pero que nunca llega a ser tan desenfrenado como lo puede llegar a ser una partida de Quake Champions. En parte esto es responsabilidad de que el salto en Rocket Arena no es particularmente veloz y aprovechar la verticalidad resulta indispensable para evitar salir disparado; encontrar formas de flanquear a los enemigos o agarrar objetos que te den una pequeña ventaja. Si bien una opción más veloz no estaría de más ―como una especie de minijuego de lo más casual― el ritmo de las partidas de Rocket Arena es apropiado para evitar que las cosas se salgan de control.
Lo que resulta una lástima es que Final Strike Games no se dio el tiempo se implementar opciones para bots en todos sus modos de juego y sólo está limitado a los que son estilo Deathmatch. Es un detalle que puede parecer minúsculo, pero nunca está de más poder tener la oportunidad de disfrutar partidas con la computadora para entrenar o experimentar en diferentes contextos. En fin, es algo que poco a poco va quedando en el olvido y es complicado que vaya a cambiar.
Los combates se celebran en 10 diferentes escenarios pequeños lo que garantiza que siempre seas parte de la acción y que las partidas rara vez se extiendan más allá de los 5 o 6 minutos. El diseño de los escenarios es un tema agridulce, ya que mecánicamente funcionan bien y ofrecen varias alternativas para planear estrategias de ataque o simplemente te permitan evacuar cuando estés en aprietos. Mi problema es que los lugares son bonitos pero también muy aburridos pese a que intentan llenarse de detalles del lore de un mundo que nunca busca generar en ti alguna clase de interés. Con esto terminan siendo elementos que fueron creados con el destino de ser olvidados. Una lástima ya que se nota que los desarrolladores pusieron empeño en eso, pero simplemente no cuaja con la poca importancia que le da el resto de Rocket Arena a su universo.
"El ritmo de las partidas de Rocket Arena es apropiado para evitar que las cosas se salgan de control"
Al ser una experiencia 3v3, la cooperación y trabajo en equipo es clave para la victoria en Rocket Arena, pero en un nivel menor a como lo es en otros shooters que han llegado al mercado en los últimos años. Habrá ocasiones en las que falles de forma dura por culpa de compañeros que se dejaron seducir por la tentación de mandar volar a los rivales y se olvidan capturar el cohete o robar el balón, pero la cooperación se limita a eso. Pese a que el diseño de Rocket Arena hace que cada personaje sea diferente y que les funcione mejor a diferentes jugadores, ninguno tiene un rol marcado en el equipo y la elección depende más de lo que al usuario le acomoda en cada modo de juego.
Profundizando en los personajes, cada uno de ellos es diferente y destacan por tener fortalezas y debilidades balanceadas que hacen que valga la pena probarlos a todos. Las diferencias más marcadas se encuentran en las habilidades de cada uno y es que todos tienen 2 movimientos especiales que pueden ser de movilidad, ataque o defensa. Las cosas no se quedan ahí ya que cada uno de sus 10 combatientes tiene un estilo diferente de ataque, lo que afecta la cadencia de disparo y la forma en la que los usas en el combate. De este modo, Rocket Arena es un juego que te motiva a probar a cada uno de los personajes para ver con cuál te acostumbras más en cada uno de sus diferentes modos de juego.
Sobre lo anterior también quiero destacar que cada personaje cuenta con un sistema progresivo vinculado a sus cachivaches, elementos especiales que se pueden equipar (hasta 3 por personaje a la vez) para potenciar su movilidad o potencia de ataque. Entre más uses cada personaje, más cachivaches desbloquearás o aumentarás el nivel de los que ya tienes. Esto no representa un obstáculo en el modo clasificado de Rocket Arena, pues todos los cachivaches están desbloqueados, por lo que se vuelve más un tema de personalización. Honestamente, no sentí que influyeran mucho en la manera en la que jugué Rocket Arena, pero la opción es bienvenida.
Hay otra progresión en Rocket Arena independiente a la de los cachivaches y es la que llevarás con cada uno de los combatientes. Usarlos por primera vez es sencillo y no deberías tardar mucho tiempo para entender la función de sus habilidades. Con el paso del tiempo notarás que hay cosas más elaboradas que puedes hacer al combinar tus disparos regulares con algunas habilidades, creando así combos cortos y poco sofisticados, pero gratificantes.
En presentación estamos hablando de un juego que cumple. La dirección de arte es concisa y nos pinta escenarios bonitos que son agradables a la pupila. Todo en Rocket Arena es limpio, bonito y seguro. Aunque de buenas a primeras eso puede parecer un punto positivo, al final es algo que termina mordiendo al juego en el trasero por ser carente de personalidad. Verás, los personajes están bien hechos, pero son grises y carentes de identidad, por lo que podrías decirme que surgen de cualquier película de Dreamworks y te creería sin problemas. La música y el diseño de menús sufren del mismo mal y es que te hacen sentir que estás jugando una nueva entrega de The Sims y no un entretenido shooter multijugador.
Por último, voy a hablar sobre la monetización de Rocket Arena. Ya que se trata de un juego con soporte a largo plazo, lo que significa que su monetización también lo será. Así pues, encontrarás una tienda en la que van rotando diferentes objetos cosméticos que no entregan ningún tipo de ventaja. Cabe mencionar que dentro del juego es fácil conseguir la divisa para comprar skins, por lo que el tarjetazo no es la única manera de conseguirlos. Por otro lado cuenta con una especie de Pase de Batalla (puedes conseguirlo por aproximadamente $279 MXN) que te recompensa por jugar al desbloquear más premios.
Diversión explosiva
Lo mencioné al principio y lo repito: Rocket Arena es una experiencia entretenida que cumple lo que promete y eso es entregarte diversión. Final Strike Games lanzó un shooter diferente al resto de las propuestas en el mercado, esto gracias a mecánicas originales que lo convierten en el punto medio entre un shooter de arena y un party game.
Estaría mintiendo si dijera que el precio de Rocket Arena no me preocupa. Creo que vale la pena y que está justificado cuando tenemos en cuenta que hay planes para mucho contenido postlanzamiento. Tristemente estamos en un mundo donde parece que todo el mundo ya tiene un shooter que juega por horas y horas; además de que el modelo free-to-play ha devaluado el valor de este tipo de experiencias (y entiendo por qué, ¿para qué pagar si puedo conseguir algo gratis en otro lugar?). Ahora, tampoco quiero decir que Rocket Arena vaya a morir sin tener una oportunidad, el hacerlo el primer juego de Electronic Arts que debuta con crossplay fue una jugada maestra que muy probablemente garantizará que nunca te falte con quién jugar. Sólo pienso que su base de usuarios seguramente tardará en crecer, pero tiene el potencial para hacerlo
Si me preguntas si Rocket Arena vale la pena, la respuesta es afirmativa. Con el contenido actual ya ofrece lo suficiente como para entretenerte por horas; eso sin contar que va a recibir más contenido en el futuro. Además, si tienes conocidos que estén interesados en él, puede convertirse en su próximo favorito para echar la reta por las noches. Eso sí, sólo no esperes que sea el siguiente gran juego multijugador que esté en boca de todos.
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