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Luego de un primer y muy emocionante trailer de presentación que culminó con un poderoso rendezook, Battlefield 2042 emocionó como pocas entregas lo hacen. El lanzamiento que se estrenó hace poco representaba el regreso en forma a lo que los fans en verdad quieren; un grito lejano a aquella polémica campaña de marketing de Battlefield V. Sin embargo, poco duró la emoción porque DICE y Electronic Arts no entendieron la tarea.

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• Xbox One — $1,299.00
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Debemos reconocerlo: Battlefield 2042 es una experiencia de guerra total del octanaje más alto. Es el hogar de los clásicos momentos Battlefield que se quedarán dando vueltas en tu cabeza durante mucho tiempo. ¿Por qué? Pues debido a su diseño sandbox donde cualquier cosa puede ocurrir. Por ejemplo, en cuestión de un segundo, un infierno se desata arriba de ti, como si estuvieras en medio de una cinta de acción; en otro, encarnas a John Wick y acribillas a una docena de enemigos; y de repente, maniobras un helicóptero de tal manera que escapas con apenas un hilo de vida, o cuando acabas de tener tu mejor racha pilotando uno… estos son los momentos que sólo ocurren en Battlefield. Y pese a todo lo que está mal con el juego, por lo menos debemos reconocer que llega a ser divertido.

Y no es todo, ya que el sistema Plus también es un acierto. Esta mecánica te permite cambiar los aditamentos de un arma en cualquier momento, lo cual es genial porque el arma que portas puede servir para diferentes propósitos, por ejemplo, si te encuentras en una situación ventajosa detrás del enemigo, puedes equipar un silenciador para evitar aparecer en el radar; en otros casos te puedes beneficiar por tener una mira telescópica y un cañón largo a fin de tener mejor control del arma en enfrentamientos a larga distancia. Esta mecánica es una manera inteligente y dinámica de utilizar los elementos de personalización del armamento e incluso nos gustaría verla en otros juegos.

"Los Especialistas representan la muerte de la identidad de la franquicia"

Dejando de lado lo positivo, Battlefield 2042 tiene tantos problemas de mecánicas, temática y de diseño que no sabemos por dónde empezar. ¿Qué tal los Especialistas? Estos personajes suponen el eje y tema central del juego. Para ellos, se creó todo un trasfondo geopolítico futurista, donde miles de millones de personas fueron desplazadas por conflictos y catástrofes climatológicas; sin oportunidad de regresar a casa, se reúnen en un conglomerado global, en una identidad sin patria. El problema es que el conflicto es invisible y se olvida tan pronto le das “Saltar” a la cinemática de introducción, y al final, el conflicto termina siendo genérico: Estados Unidos contra Rusia.

A propósito, estos nuevos Especialistas son personajes especiales que vienen a reemplazar el clásico y emblemático sistema de clases de Battlefield, es decir, representan la muerte de la identidad de la franquicia. Cada uno de ellos posee alguna habilidad que los diferencia del resto y todos pueden equipar las herramientas y el armamento disponibles. No detallaremos lo que hace cada uno, sólo diremos que gracias a ellos no existe algún semblante de estrategia ni trabajo en equipo. Es decir, no sabes qué están haciendo los demás. ¿Quién lleva balas?, ¿quién cura?, ¿quién carga los cohetes? Y ya ni hablemos de la nula identidad visual que aportan al juego, pues son los mismos modelos en ambos bandos. Es casi cómico.

Esto nos lleva a la conclusión de que cuando todos son especialistas en todo, nadie en realidad es especial. Battlefield 2042 es la entrega con más individualismo de la saga. ¿Para qué trabajar en equipo? Yo mismo puedo reabastecerme e incluso cambiar mis armamentos con presionar un botón. Con esto, ahora los campers pueden campear indefinidamente.

El único propósito de los Especialistas es alimentar una maquinaria de microtransacciones con la venta de más personajes y skins por medio de un pase de batalla. Se notan los planes a leguas. No es ningún accidente que existan todas esas pantallas de carga al comenzar y terminar una partida que sólo vuelven más tediosa la experiencia. Además, no ayuda que las líneas de diálogo de los personajes en dichos momentos sean torpes, como si fueran actores de una sitcom desabrida de los 90 que sólo tuvo un episodio. Dan pena ajena.

Por otro lado, tenemos la oferta de mapas: la más pobre de la franquicia durante su lanzamiento con tan solo 7 escenarios que, además, carecen de elementos destructivos, característica que fue clave en el desarrollo de la franquicia durante la última década. Lo único que queda es una tormenta que aparece de vez en cuando y nubla el escenario, limitando la visibilidad.

Se dice que este es el Battlefield más grande en la historia, ¡pues participan hasta 128 jugadores! Dicho esto, la impresión es todo lo contrario gracias a que los objetivos están aglomerados en el centro del mapa, con algunas excepciones situadas ridículamente lejos. Al mismo tiempo, su diseño deja mucho que desear con objetivos localizados cómicamente en la cima de un rascacielos, lo que deriva en partidas imposibles de ganar.

Por otro lado, no logramos entender el razonamiento del sistema de vehículos. En Battlefield 2042, están divididos arbitrariamente, lo que provoca que se pierda cualquier semblante de guerra simétrica, además de que la cantidad por mapa es limitada (recuerda: estamos en los mapas más grandes en la historia de la saga). Por ejemplo, los aviones caza y los helicópteros de ataque son del mismo tipo, cuando en realidad cumplen 2 trabajos muy diferentes. Es inaudito que exista este desconocimiento en el diseño fundamental del sistema de juego.

Se suma a lo malo que la oferta de modos de juego es pobre: sólo 2, con un futuro desalentador. DICE dijo recientemente que agregarán el modo Rush, pero únicamente como una atracción de Portal.

Hablando de Portal, este modo se trata de un editor de niveles que promete mucha diversidad. Aquí es posible jugar iteraciones limitadas del pasado de la franquicia. Por ejemplo, puedes jugar mapas de Battlefield 1942 con todo y las clases originales, así como de Battlefield 3 y Bad Company 2. Jugar Portal es divertido, muy muy divertido, sin embargo, también es injusto porque es una ventana a todo lo que hacía genial a Battlefield, y tiene todo lo que no está presente en el modo principal, como el sistema de clases, mapas balanceados y destrucción.

Es triste que, en el mapa de la batalla de las Ardenas de Battlefield 1942 —en versión remake para 2042—, existe más destrucción que en la totalidad de los 7 mapas principales. Es una lástima, en especial porque el modo ya se encuentra abandonado y recibe esporádicamente nuevos escenarios de juego. A pesar de ser divertido, Portal no es la gracia salvadora del paquete.

"Es inaudito que exista este desconocimiento en el diseño fundamental del sistema de juego"

Lo peor es Hardzone. Esta modalidad es la tercera pieza de la experiencia que está diseñada como el diferenciador para destacar a Battlefield 2042 en el mercado de battle royale. En pocas palabras, es un modo de recuperación y extracción con elementos de economía. Aquí, los jugadores se enfrentan en grupos para localizar y competir por discos duros. Entre más extraen, más elevada es su recompensa monetaria que pueden invertir en armamento más especializado para las siguientes partidas.

Hardzone es un modo que juegas una sola vez, ya sea por error, curiosidad o casualidad, pero nunca para repetirlo. ¿Las razones? Problemas de balance, por ejemplo, con jugadores que tienen desbloqueado armamento y vehículos avanzados, además de otros problemas, como la falta de comunicación por voz interna. Pero, definitivamente, no es divertido; esta no es la experiencia que los jugadores de Battlefield vienen a disfrutar.

Nuestro tiempo con Battlefield 2042 nos hace pensar que originalmente se trataba de un producto por completo diferente. Quizá era Hardzone, pues se nota a lo lejos que no fue diseñado como un Battlefield. Se nota en el sistema de puntuación, más bien, en la falta de un adecuado sistema de puntaje. Desde su primera iteración, Battlefield premiaba con puntos a quienes cumplían objetivos y trabajaban en equipo. Quienes más contribuían haciendo tareas de equipo eran quienes lideraban la tabla de posiciones. En Battlefield 2042 no existe dicho sistema de puntuación; sólo ganas experiencia para subir rango y desbloquear una nueva mira telescópica.

Y ya ni hablemos de los numerosos bugs que corrompen la experiencia aunque, con el tiempo, se remedian y, honestamente, siempre han estado presentes en Battlefield. Por supuesto, son importantes y revelan la verdad amarga de que la entrega sufrió durante su desarrollo, a pesar de que EA, en febrero de 2021, declaró que ya iba más adelantado de lo programado. Ahora es evidente que no: el juego se apresuró. Sin embargo, el verdadero problema de Battlefield 2042 es mucho más profundo, tanto que ninguna cantidad de arreglos superficiales lo podrán reparar. Desde la base, este no es un Battlefield.

Todo esto nos remonta al primer avance y a lo emocionados que terminamos luego de verlo. En él, parecía que DICE entendía el juego y a los jugadores; momento que culminó con el famoso rendezook que sacudió a todo Internet. La realidad es todo lo contario: DICE nunca comprendió lo que hace a Battlefield 2042 un Battlefield. Falló en su tarea.

En conclusión, el único consuelo que tenemos con Battlefield 2042 es un título que quizá sea divertido por momentos si pasas por alto su enorme lista de desperfectos, carencias, fallas de diseño y, sobre todo, falta de dirección e identidad. Si cometiste el error de comprarlo y aún tienes oportunidad, pide de vuelta tu dinero y mantente lejos de él.