En un mercado donde los títulos de carreras compiten por ofrecer un nivel sin igual de simulación, es agradable encontrar exponentes que enfatizan la diversión y los sencillos valores de conducción. Tal es el caso de TrackMania Turbo, último exponente de la popular saga de carreras arcade que reitera la fórmula original con un robusto paquete con el potencial de atrapar la atención de jugadores, aunque no sean fanáticos del género. La primicia de la serie TrackMania es completar un recorrido con un vehículo determinado en el menor tiempo posible, las veces que sea necesario. El resultado es un juego de carreras sumamente adictivo, divertido y sencillo de aprender, pero difícil de dominar.

Este juego no toma en serio el género de carreras, lo que lo separa del resto de exponentes similares e imprime personalidad única a la experiencia. En ocasiones, en TrackMania Turbo encontrarás circuitos con bucles que desafían a la gravedad, pero también grandes saltos, obstáculos y pistas con formas geométricas que serían imposibles de replicar dentro de otros títulos que buscan ser realistas. La particularidad del juego es que las mecánicas son sencillas de aprender porque carecen de puntos de estilo, kudos, así como de atributos especiales que modifican el desempeño del auto. Lo que TrackMania Turbo ofrece es la acción más pura de arcade con un alto nivel de octanaje.

A lo largo del juego conduces un vehículo que hace gala de sencillos comandos, donde las únicas acciones disponibles son acelerar y frenar, pero también hay espacio para maniobras especiales. Por ejemplo, puedes frenar en curvas pronunciadas, lo que provoca que el auto derrape para conservar la velocidad y lograr tiempos cada vez menores.

A pesar de que es adictivo, TrackMania Turbo puede volverse un tanto monótono cuando llegas a una pared invisible que bloquea el progreso cuando necesitas más medallas para conseguir circuitos adicionales. Esto se debe a que conseguir las medallas representa un trabajo laborioso, pues tienes que dominar una pista para obtener la de oro, que es la requerida para progresar. En este caso, es posible que se pierda un poco el factor diversión.

TrackMania Turbo ofrece una campaña con 200 pistas que incrementan exponencialmente su dificultad. Durante los primeros niveles es un gran logro concluir el recorrido y ganar una medalla de plata, pero conforme progresas, es ganancia simplemente terminar una pista de cualquier forma. Así las cosas, TrackMania Turbo ofrece un incentivo fuerte para repetir la misma pista hasta el cansancio y superar el marcador establecido para ganar una presea. Aquí, el objetivo es obtener medallas para desbloquear los campeonatos superiores y progresar para conocer todas las pistas disponibles.

Es adictivo

Asimismo, TrackMania ofrece un apartado en línea muy sencillo donde compites con otros jugadores. Cabe destacar que el modo competencia sigue la filosofía de la modalidad tradicional, donde el ganador es quien llega a la meta lo más rápido posible. El resumen es que compites contra fantasmas, es decir, los autos oponentes no cuentan con colisiones para evitar jugadas malintencionadas que saquen de curso a un competidor.

Por otro lado, hay diferencias entre las modalidades. En primer lugar, encontramos los modos clásicos, donde compite una cantidad limitada de jugadores de formas diferentes; por ejemplo, una opción permite a 2 personas compartir el control del auto, así que deben coordinarse para sobrellevar las curvas y piruetas de un circuito. La siguiente modalidad es Online Racing, que resulta la experiencia más gratificante y divertida en TrackMania Turbo porque debes ingresar en un vestíbulo hasta con 100 jugadores y, como podrás imaginar, el resultado es un caos súper desafiante, divertido y adictivo. Cuando compites puedes ver a todos los automovilistas en forma de fantasmas que comienzan a poblar cada centímetro cuadrado del circuito. Dependiendo de si eres bueno o malo, comenzarás a rebasarlos o a rezagarte e incluso los verás enfilar sus autos a terrenos inexplorados del mapa y reiniciar la pista. En fin, tienes que vivir la experiencia porque representa una de las mejores modalidades que ofrece TrackMania Turbo.

El juego tiene un apartado donde es posible construir tu circuito. La herramienta para hacerlo es simple e intuitiva: eliges un tipo de arquitectura y después un subtipo, lo posicionas en el terreno de juego y continúas en la siguiente área. Cuando tienes el circuito de tus sueños, puedes decorarlo con artefactos y construcciones vistosas para replicar el resultado de una pista original. La creación de las pistas puede llevar tiempo y se trata de un proceso sumamente laborioso, pero es gratificante, en especial cuando tienes creatividad en exceso. Si éste no es tu caso, el constructor de pistas puede hacer una aleatoria siguiendo 2 premisas: el tamaño del circuito y la hora del día. En este caso, puedes ver cómo se construye cada parte hasta el final. El resultado no es el mismo que con un circuito creado por un profesional, pero representa un punto de entrada para mejorarlo y crear algo espectacular.

A pesar de que no me considero un fanático del género de carreras, la simplicidad de TrackMania Turbo me mantuvo pegado al control más tiempo del que me gustaría confesar, lo que indica que el sistema de juego es atractivo para los novatos al tiempo que ofrece un reto superior para los veteranos. Además, el componente en línea es una de las experiencias más divertidas y adictivas disponibles en la actualidad por su sencillez. Podemos decir que TrackMania Turbo es una combinación sólida de retos y modalidades entretenidas con potencial para entretener a los jugadores durante muchos tiempo. Lo recomendamos ampliamente.