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"Es el juego de Sébastien Loeb", insistía el desarrollador, mientras lo cuestionaba sobre el título de rally que acababa de probar y en el cual me había accidentado más veces durante media hora que en todas mis sesiones con Forza Motorsport 6 y Need for Speed combinadas. Quizá exagero, pero el punto es que Sébastien Loeb Rally EVO es un título sumamente demandante, tal vez demasiado para su propio beneficio.
Inspirado por el legendario corredor francés de rallies, Sébastien Loeb, este juego de carreras a campo traviesa tiene un rasgo distintivo: no solamente simula el típico rendimiento de los vehículos con escrupuloso apego a las leyes de la física, sino también el aspecto y la topografía de los recorridos, entre los cuales figuran rutas en México, Finlandia, Estados Unidos e Italia —por mencionar algunos—.
Lo primero a destacar es que los controles resultan sumamente quisquillosos... incluso más que los de títulos de simulación como Forza Motorsport, por ejemplo, y ya ni hablar de un Burnout o algo arcade por el estilo. Esto es simulación llevada al máximo e incluso los desarrolladores ─los chicos del estudio italiano Milestone S.r.l─ reconocen que hacen falta, cuando menos, de 2 o 3 horas de práctica para manejar más o menos bien.
Uno esperaría que un juego de rallies fuese una auténtica fiesta de derrapes y saltos. En la práctica me pareció más como una carrera sobre jabón de ducha que otra cosa. En serio. Los mandos son tan exageradamente sensibles y el terreno tan poco adherente, que si me hubieran dicho que corría sobre hielo, lo hubiera creído.
Irónicamente, nieve fue una de las condiciones que no probé, pero sin importar si era sobre tierra o asfalto, maniobrar mi auto en Sébastien Loeb Rally EVO resultaba un dolor absoluto de trasero. A reserva de lo que tengan que decir quienes se confiesen fanáticos de hueso colorado de la simulación en rally, me atrevo a afirmar que es un juego casi inaccesible ─contrario a los que sus creadores pretenden─. Más aun si lo juegan con un volante, como en mi caso.
Un detalle curioso es que Sébastien Loeb Rally EVO trata de recrear la dinámica de manejo del rally, reemplazando los indicadores visuales típicos de un juego de carreras con elementos propios de la disciplina, como las instrucciones orales del copiloto y una serie de símbolos que aparecen a media pantalla y avisan sobre el tipo de curva que se avecina. Se trata de decenas de señalamientos a interpretar, los cuales abonan a la pronunciada curva de aprendizaje que caracteriza a este juego. Debo reconocer, sin embargo, que este concepto es diferente a lo que acostumbramos ver en juegos de carrera y, al mismo tiempo, es realista, pues los pilotos de rally se apoyan completamente en sus copilotos para surcar el difícil terreno a máxima velocidad.
Derrapar entonces es vital, pero lo es más poder controlar el carro en una "simple" recta, mientras los neumáticos dan coletazos cada 20 metros. Existen 3 dificultades aderezadas con los tradicionales ajustes de asistencia y configuración mecánica, como suspensión frontal, trasera, transmisión, asistencia de frenado, de estabilidad, etcétera. Empecé en dificultad semiprofesional ─la intermedia─ pero ante mi incapacidad para poder avanzar sin chocar, la bajé a novato, y tuve los mismos resultados. Para mi sorpresa, al voltear a ver mis colegas de otros medios, la experiencia convergía exactamente en el mismo lugar: choques.
Hecha la acotación sobre la mecánica de juego, paso a la presentación que, desafortunadamente, tampoco es el punto fuerte del título. La interfaz de usuario y los menús son congruentes con la limpia filosofía minimalista que comparten juegos deportivos recientes. Hablo de módulos y grandes recuadros blancos, solamente con el texto necesario. No está mal, pero tampoco tiene algo especial.
Los gráficos, por otro lado, caen en el terreno de lo mediocre. Me queda claro que Milestone trabajó duro para capturar la topografía y la esencia visual de los caminos, pero cuando menos este build, despliega un estándar visual inferior al de otros simuladores de carreras, lo cual es más que evidente en el aspecto de los espectadores y el follaje. Los vehículos no están mal y tanto volcaduras como daño son detalles que se aprecian en un género tan empecinado con maquillar las abolladuras, pero diría que Sébastien Loeb Rally EVO está lejos de ser un juego gráficamente sobresaliente.
El clima no es modificable, aunque es posible seleccionar la hora del día y editar algunos elementos estéticos de los vehículos ─no todos, debido a temas de licenciamiento─.
Ahora bien, durante mi sesión de juego de media hora, tuve oportunidad de probar etapas aisladas de 3 rallies diferentes, uno en Guanajuato, México ─el primero que jugué─, otro en Italia y uno más en Finlandia. Para mi sorpresa, el recorrido del bajío mexicano resultó el más complicado debido al carácter accidentado del terreno y lo estrecho de su trazo. Pero todos, incluyendo el escandinavo que tenía trechos sobre asfalto, resultaron igual de ridículamente demandantes en cuanto a precisión de manejo. Ante este escenario, la herramienta de regresión temporal tiene un efecto diluido porque chocas tan a menudo que de pronto deja de tener sentido parar y regresar.
Al terminar una carrera ─si lo logras─ recibes moneda ingame. ¿Para qué sirve? Ni idea. No llegamos tan lejos. Sólo sé que Sébastien Loeb EVO Rally incluirá 60 autos que datan de la década de los 60 hasta la fecha, así como 8 rallies conformados por 4, 5 o más etapas y 5 rally cross, con modo online asincrónico en la mayoría de los casos. Alcancé a ver una modalidad que sigue de cerca la carrera del piloto que da nombre al juego y recrea sus mejores momentos en la escena de las carreras a campo traviesa.
Durante mi tiempo con Sébastien Loeb Rally EVO me topé con uno que otro bug, como choques donde el vehículo quedaba atorado en una barra de contención, pero no parecieron, ni por mucho, eventos recurrentes. El juego corre a 30 cuadros por segundo y tiene un lanzamiento agendado para el 15 de marzo. Supongo que de aquí a entonces habrá pocos cambios porque el build que probamos llevaba entre 80% y 90% de avance.
Debido a que los juegos de rally no abundan en el mercado, diría que Sébastien Loeb Rally EVO representa una buena noticia para los amantes de la disciplina, pero quizá para nadie más. Como juego de carreras es uno inclemente, cuya presentación, esquema de controles o figura central hacen poco por acercarlo a las masas. Pero, ¡hey, es el juego de Sébastien Loeb!
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