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Mucho se habla de la calidad del software de una nueva consola; en un inicio tiene que mostrar sus capacidades gráficas y en el caso del PS Vita, nos encontramos ante un dispositivo que abre las posibilidades a un juego que pretende explotar todos los periféricos de entrada con los que cuenta la portátil. Así llega a nuestras manos Little Deviants, un juego que aprovecha todos los sensores de movimiento en divertidos minijuegos para hacerte pasar un buen rato de diversión sin que tengas que presionar los controles tradicionales, salvo L y R en ciertos momentos.
La historia parte de la destrucción de la nave de los pequeños y carismáticos Deviants a manos de los malvados Botz (que por si hay duda, son robots), quienes aterrizaron en un planeta donde habitan los Whomans; tu misión será ayudar a reparar la nave de los Deviants mientras los Botz reciben ayuda de una horda de zombis para evitar que esto suceda. A grandes rasgos esto es lo que sucede en Little Deviants, que es sólo una especie de contexto a las actividades que realizas.
Las mecánicas de juego dentro de Little Deviants son sencillas y se resumen a utilizar los diversos sensores del PS Vita pero sólo uno o dos a la vez, lo que puede demostrar la limitada creatividad y filosofía de diseño que imperan en los juegos de la portátil. El problema no es que sean sencillas, sino que en muchos casos son poco intuitivas, ya que tendrás que referirte al menú de pistas para leer las instrucciones la primera vez que entres en un nivel específico. Harás uso de las dos pantallas táctiles, el control Sixaxis, el micrófono y en un caso especial, por puro capricho, la cámara trasera en un minijuego de realidad aumentada.
Tu tarea será ayudar a los Deviants a reparar su nave y la forma de hacerlo es obteniendo el marcador mínimo que corresponde a la presea de bronce, que para la fortuna de tus pequeños amigos es una pieza de su nave espacial. El primer minijuego disponible es Praderas Rodantes y en él tendrás que hacer uso del sensor táctil trasero; cuando lo presionas una sección del escenario se levantará como una protuberancia que hará rodar a tu Deviant y será necesario guiarlo a lo largo del mapa recolectando estrellas que aumentan tu puntaje mientras evitas a toda costa que los Botz drenen tu barra de vida; no está de más decir que tendrás que evitarlos. Una vez que hayas terminado -ya sea completando todas las etapas o porque tu Deviant se quedó sin salud- obteniendo el rango de bronce o superior serás recompensado con más actividades y artículos para una galería de arte dentro de Little Deviants.
En general, lo interesante de esta experiencia es la variedad de minijuegos que encontramos a lo largo de las 30 etapas, algunos podrán repetirse e incrementarán su dificultad introduciendo más obstáculos a recorrer. En total son 16, y todos conjugan las diferentes maneras de usar los controles y sensores de movimiento. Aquí te comentamos algunos ejemplos. En la Choza de los empujones combinarás el uso de las dos pantallas táctiles para tocar en distintos puntos a los Botz y hacerlos caer, mientras que en Trifulca podrida necesitarás emular la sensación de jalar a tu Deviant presionando con el dedo índice y el pulgar ambas pantallas en el mismo sitio. En Canción aplastante utilizarás el micrófono integrado para cantar o silbar en tres diferentes tonos y conseguir completar el desafío, mientras que en Invasión Bot harás uso de la cámara de video posterior y con ayuda del Sixaxis diriges la mira de tu arma en una especie de FPS de realidad aumentada.
Queremos hacer énfasis en la precisión de los controles, en ningún momento se siente retraso o que perdiste por su pobre respuesta, el resultado es más bien una experiencia adictiva y por consiguiente, muy divertida. Llegará el momento en el que decidirás sostener tu PS Vita en una posición diferente para tener un agarre más adecuado y mejorar el control de tu Deviant y así obtener una mayor puntuación, pues el incremento de la dificultad al avanzar a lo largo de las etapas te aseguras mantener el entretenimiento y el reto por mucho tiempo.
Little Deviants podría catalogarse como un laboratorio para las capacidades del PS Vita y pasar desapercibido por implementar superficialmente los controles y sensores de movimiento. El diseño de los minijuegos es simple y cumplen el cometido de entretenerte por 30 minutos, pero el simple hecho de generar adicción por superar tu puntaje y la precisión de los controles hacen de este título una opción sólida para esos pequeños momentos de ocio donde no te apetece jugar algo complicado, asegurándote que regreses a diario para obtener la nave dorada. Además, puedes salvar gatitos de los Botz, ¿quién no ama a los gatitos?
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