El PS Vita está etiquetado como una portátil casi obsoleta debido a que la poca variedad de sus juegos son mediocres en su mayoría. Sony aseguró que no ha olvidado al Vita, así que cuando anunció que lanzaría Borderlands 2 para esa plataforma, miles de usuarios nos unimos con gritos de felicidad: tendríamos horas y horas de diversión desmedida y podríamos llevarla con nosotros a todas partes. Finalmente llegó el día y la decepción no pudo ser mayor; esta versión terminó por demostrar por qué algunos títulos no deben ser transferidos de consolas o de PC.

Gearbox, desarrolladores originales de Borderlands, entregaron las riendas a Iron Galaxy para encapsular lo inmenso del título en el Vita. No podemos decir que su esfuerzo haya sido en vano, pero en el proceso de compactar un mundo abierto, cientos de enemigos y miles de armas y lograr que corra todo eficientemente, se perdió la genialidad característica del juego. Problemas de caída de frames, lag, gráficos pobres y un complicado sistema de control harán de tu regreso a Pandora un viaje que preferirás olvidar.

Si a estas alturas no conoces la franquicia Borderlands debes vivir debajo de una roca, pero de cualquier manera te diré que básicamente, es un FPS de mundo abierto, con toques de RPG y dungeon crawling. El primer título, lanzado en 2009, y su secuela, en 2012, nos presentaron a los Vault Hunters, un grupo de cazarrecompensas que se encuentran a merced de los habitantes de Pandora, un extraño mundo lleno de criaturas y peligros. En ambos debemos resolver quests para conseguir experiencia, subir de nivel y desbloquear nuevas habilidades. También recorremos zonas repletas de enemigos buscando algún ítem particular y enfrentamos jefes con sistemas únicos de ataque. Esto puede sonar muy genérico, pero la franquicia resalta por su increíble humor negro y su estilo cell-shaded que lo hace lucir caricaturesco y alejado de la realidad.

Es obvio dudar que una entrega de esta magnitud llegue a una portátil y en este caso son obvios los sacrificios que los desarrolladores tuvieron que hacer. Si consideramos que los gráficos de la versión de PC son ultra, los de consolas podrían estar en el rango medio-alto y los de Vita, en el más bajo. Las texturas tardan en cargar y algunos objetos carecen de ellas y lucen como pintados, solamente. Lo brillante de los colores y el estilo de arte del juego parece degradado en tonos de gris, algo que resulta increíble si pensamos que el PS Vita cuenta con una pantalla de muy buena calidad, cuyas características han sido aprovechadas adecuadamente por otros títulos.

En ocasiones un downgrade gráfico sirve para mantener estable el framerate, pero aquí la aparición de los primeros jefes provoca que los cuadros por segundo caigan considerablemente; incluso habrá momentos en los que pierdas el hilo de la acción y no sepas qué está pasando mientras tu Vita parecerá estar a punto de estallar. Y si te encuentras en una zona con muchos elementos sentirás que en lugar de jugar estás frente a un stream en HD con conexión de 56 kB. Obviamente, las batallas no son como las originales, pues se eliminaron muchos efectos de luces, explosiones y disparos. Entendemos que un port requiera estos recortes, pero cuando el producto original es tan bueno, intentar meterlo a presión en una portátil hace lucir mal al juego, a los desarrolladores y hasta cierto punto, a la plataforma.

Otro punto negativo es el raro sistema de controles, pero esto lo atribuimos a la portátil. Existen los mandos estándar de disparo y movimiento mediante el uso de los botones físicos, el problema viene con el touchscreen y el pad trasero. La pantalla está dividida: un lado para granadas, otro para tu habilidad especial. El pad también está divido: lado izquierdo para correr y lado derecho para golpear. Si sostienes el Vita como un control de PS3, muchas veces tus dedos tocarán el pad trasero accidentalmente, lo que generará golpes mientras disparas o corres. Lo mismo ocurre con el touchscreen, pues no es sencillo usar los dedos para moverse, disparar e intentar alcanzar el touchscreen para usar tu habilidad o lanzar una granada, sobre todo cuando requieres precisión. Fallarás innumerables veces y la frustración causada por desperdiciar una granada quitará toda la emoción a la batalla. Los controles pueden ser modificados, pero no es una gran opción porque siempre habrá un movimiento que se verá perjudicado por el touchscreen.

El port del juego llega con todo el DLC y los 2 personajes que salieron después del lanzamiento original, un gran agregado por el precio final. Tristemente, es insuficiente para convertirlo en un buen título. El lag en el audio tanto de diálogo como en la acción y un multiplayer reducido a 2 jugadores impiden que esta versión de Borderlands 2 pueda compararse con las originales, de modo que si nunca lo has jugado no te recomendamos iniciar con ésta; por otro lado, si ya la tienes en tus manos, lo mejor es usar el modo cross-save y pasar tu personaje a la versión de PS3 para disfrutarlo y así tratar de olvidar la existencia del port.