Los juegos de este redondo personaje rosa no se caracterizan precisamente por incluir una buena historia, y su regreso a la tierra de ensueño es un excelente ejemplo, pues en esta nueva entrega Kirby, Meta Knight, Waddle Dee y King Dedede sin mayor pretexto que espontánea hospitalidad, se unen para ayudar a reconstruir la nave de un extraterrestre que se quedó varado en el planeta Pop Star. Por supuesto a nadie le preocupa la calidad argumental en un buen título de plataforma, donde lo más importante es la mecánica de juego o el nivel de diversión, y en este aspecto Return to Dream Land cumple las más altas expectativas, regresando a la fórmula que hizo famosa a la pelota sonrosada.

El personaje dejó de estar tejido con estambre y tampoco se divide en un ejército de clones, mucho menos se la pasa rodando sobre arcoiris mágicos; la dirección experimental que se había tomado con Kirby –en manos de HAL Laboratory– durante aventuras recientes, se reemplazó con la mecánica tradicional que fascinaba a los fans de antaño, que implicaba robarle habilidades a los enemigos y con ellas causar caos en el escenario.

Algunos poderes clásicos están de regreso, entre ellos espada, roca y flama, pero también se introdujeron varios nuevos que agregan frescura e interés en la acción; un caso ejemplar es el látigo que permite jalar objetos y enemigos, y uno más son las peculiares hojas que envuelven a Kirby en un remolino de maleza protectora. Como es costumbre, la adorable imagen del esférico protagonista cambia con cada habilidad, y lo mismo sucede con cada poder, de modo que el resultado de los ataques al momento de saltar, correr, cuando no te mueves o al apuntar en una dirección específica es diferente. Durante las seis horas que te tomará terminar la aventura encontrarás más de veinte disfraces, todos igual de efectivos para abrirte paso en el escenario pero mejor aún, cada uno igual de divertido.

Y si aún no estás convencido del nivel de entretenimiento que ofrece esta nueva entrega de Kirby, qué tal el hecho de que cada poder tiene una versión mejorada, la cual permite crear auténticos cataclismos. Pocas sensaciones son más gratificantes en un juego de este género que utilizar una espada que abarca casi toda la pantalla y destruir con ella todo en cuestión de instantes, mientras deja una estela de efectos especiales y cientos de colores. Los poderes especiales, además de ser la mejor forma de eliminar enemigos y obstáculos, en ocasiones son el único método de acceder a ciertas zonas secretas, y aunque aparentemente sean un abuso que podría quitarle el sabor a la dificultad, aparecen en las dosis exactas para que los disfrutes y a la vez, no se conviertan en un modo de terminar fácilmente el juego.

Pero qué sería de Kirby sin su habilidad para devorar todo lo que tenga enfrente... ahora esa cualidad regresa con mejoras, aprovechando ligeramente las capacidades del Wii Remote, al exigir que sacudas el control mientras tu personaje aspira, succionando gigantescos enemigos o impenetrables bloques. Afortunadamente, esta no es la única forma de hacer lucir las capacidades del sensor de movimiento; Return to Dream Land se maneja con el pad direccional y los botones 1 y 2. Es comprensible que al ser un título de plataformas no dependas de un control impreciso para desplazarte en el escenario, pero debido a que hubiera sido lamentable prescindir completamente de sus funciones, puedes sacarles ventaja en la sección de minijuegos.