Era lógico pensar que con la llegada de Gears of War: Judgment, Epic Games consideraría desarrollar una serie de contenidos descargables que apoyarían al juego meses después de su lanzamiento. El primero, Call to Arms, está aquí y trae consigo mapas para el multijugador, una nueva modalidad y más skins para tu personaje y para sus armas. La pregunta es: ¿vale la pena? La respuesta puede depender del grado de tu fanatismo por la serie, pero nosotros te hablaremos de lo que experimentamos.

Empecemos por los 3 mapas: Boneyard, Blood Drive y Terminal.

Boneyard es un nivel que carece tanto de verticalidad como de simetría. Es muy grande y, hasta cierto punto, me recuerda al viejo y muy querido Mausoleum (uno de los mapas del primer Gears of War) por su diseño, pues resulta similar tanto en layout como en su aspecto de cementerio grisáceo y pardo. De los 3 disponibles, Boneyard es el mapa más entretenido y divertido de jugar en free-for-all y Domination.

En free-for-all te moverás de manera constante y difícilmente habrá momentos en que no encuentres a quien matar. En el caso de Domination, los 3 anillos están colocados de tal forma que la acción está garantizada en cada uno de sus rincones. Es una lástima que no podamos decir lo mismo de Team Deatmatch y Execution, pues al ser modalidades 5 contra 5, reducen 50% el número de blancos para disparar; en mapas pequeños funcionarían a la perfección, pero el tamaño de Boneyard es tal, que hay momentos en los que puedes caminar por la planicie del nivel sin encontrar a alguien. Esto se resiente aún más en Execution, ya que no hay respawns y a veces un equipo completo tarda minutos enteros en localizar al único sobreviviente del grupo contrario; mientras eso ocurre, los jugadores que están en espera para reaparecer en la siguiente ronda quedan fuera de acción por mucho tiempo.

Blood Drive es el segundo mapa de Call to Arms. Los fans de la serie sabrán que se trata del mismo que saliera en Gears of War 2 y que relanzaran en Gears of War 3 como remake. En Judgment recibe un segundo cambio estético que lo muda de su vieja ubicación en Jacinto a la destruida ciudad de Halvo Bay. Si esperas los encuentros clásicos que tenías en entregas anteriores de la saga, créenos cuando te decimos que no estarán ahí.

Todo lo que conoces del nivel está de regreso, incluso el tren destruido en medio del mapa; la diferencia es que ahora está en movimiento y de vez en cuando lo ves pasar en llamas y a toda velocidad con personas a bordo que gritan desesperadas. Fuera de eso, una gran cantidad de áreas nueva fueron agregadas, de tal forma que Blood Drive ya no parece Blood Drive. En donde están los spawns de ambos equipos ahora existen rutas alternas que conducen al centro del mapa, sin necesidad de bajar por las escaleras principales; detrás de estas hay nuevas secciones que conectan con el fondo del nivel, y algunas bardas y coberturas fueron eliminadas para hacer la acción mucho más rápida y fluida.

¿El cambio es negativo? Si eres nostálgico es posible que en la primera impresión te desagrade, pero una vez que pruebes las distintas modalidades notarás que Epic lo rediseñó justamente para que todas funcionen, pues con el diseño original las nuevas mecánicas y modos hubieran fracasado. Además, habría sido muy molesto que nos ofrecieran exactamente el mismo mapa y que nos lo vendieran como uno nuevo.

A diferencia de Boneyard y Blood Drive, Terminal, el último mapa del DLC, está hecho exclusivamente para OverRun; ya sabes, esa modalidad híbrida entre Horda y Bestia que enfrenta a un equipo de la COG contra uno de la Horda Locust, a nivel competitivo y por clases.