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Después del rotundo éxito del reinicio de la saga Tomb Raider, era claro que Square Enix y Crystal Dynamics no nos dejarían esperando otra aventura de la saqueadora de tumbas más famosa de los videojuegos. En una nube de polémica por la exclusividad temporal, Rise of the Tomb Raider llega a las consolas de Microsoft, no como una reedición, sino con un título desarrollado para la generación actual.
La trama del reboot de Tomb Raider fue sólida y estuvo bien escrita, pero no complació a todos los fanáticos, y aunque era claro que tenían que contarnos de nuevo los orígenes de nuestra protagonista, hizo falta un toque más épico. A raíz esto, esperábamos que en la continuación —y debido a que ya no era necesario explicar más de dónde vino Lara— la historia fuera más profunda. La verdad es que otra vez nos dejan esperando más. El título cae en el cliché de película de aventura: Lara descubre que su difunto padre estaba detrás de un misterioso artefacto, por lo que decide ir en su búsqueda al otro lado del mundo, claro que no es la única, pues una terrible organización militar hará todo lo posible por poner las manos encima del objeto antes que Lara. Aunque la historia se desarrolla a buen ritmo y nunca se vuelve aburrida, no terminas de sumergirte en ella por algunos personajes desabridos y momentos predecibles, además de que el antagonista principal no logra convencer y sufre el denominado “síndrome Marvel”, que significa que el villano no logra brillar y termina siendo mediocre.
Los escritores lograron evolucionar a la Lara Croft que conocimos en el título anterior. De ser una mujer cobarde, nerviosa y con miedo a todo pasa a ser mucho más madura, capaz de afrontar los peligros y ya no sufre cada vez que termina con la vida de otro ser humano, lo que da un nuevo sentimiento a esta Lara. Desde los primeros momentos los desarrolladores buscaron ponerla en una posición con más poder, conocimientos, habilidades y amor por el misterio; ahora la protagonista es fuerte y explota sus habilidades al máximo. Otro acierto es la gran actuación de voz de Camilla Luddington, quien trae de regreso a la Lara Croft que amamos: una aventurera amante del peligro y el misterio.
Las tumbas son donde los desarrolladores se lucieron
Las mecánicas se mantuvieron sencillas y fáciles de aprender. Tienes acceso a armas como arco, pistolas, escopetas y rifles, cada una asignada a un botón del GamePad, así que con sólo presionar cualquier dirección puedes cambiarlas rápidamente. Durante tu aventura encuentras nuevo armamento y mejoras, además de las que puedes crear con los materiales que encuentras. Algo muy bien logrado es el balance entre las armas, pues si bien una escopeta es muy poderosa, puedes agregar una mira laser al rifle, aunque mi favorito es el arco. Este artefacto tiene opciones secundarias como flechas venenosas, de fuego y explosivas, que son letales contra grandes grupos de enemigos, y gracias a que eres tú quien las crea, casi siempre tienes suficientes.
El estilo de combate no es perfecto, pero es muy intuitivo, sobre todo con el arco, por lo que pasa poco tiempo antes de que comiences a ejecutar letales tiros a la cabeza a varios metros de distancia. Lara también combate cuerpo a cuerpo y para eso sus favoritos son el pico escalador y un cuchillo de caza. Aunque efectivo, este tipo de ataque siempre es el último recurso, ya que la mayoría de los enemigos cuenta con armadura y son necesarios múltiples golpes para derribarlos, lo que además te deja a merced de los disparos. Claro que al ser una cazadora, Lara te da la opción de evitar el combate y elegir el sigilo para mantenerte en los arbustos o escalar árboles mientras llega el momento indicado para presionar Y y saltar sobre tu enemigo para eliminarlo de un golpe, sin importar sus capas y capas de armadura. El juego te deja elegir la clase de enfrentamiento, pero la mayoría de las veces optas por disparar, lo que resulta más divertido gracias a la gran cantidad de objetos que puedes usar para defenderte. Sólo imagina que hay lámparas de gas, barriles de gasolina y más, colocados a la perfección para hacerlos explotar con un disparo.
Algo interesante es que el arco y el pico son también necesarios para desplazarte. El pico es vital para escalar cualquier superficie rocosa que el juego indique (extrañamente, no puedes clavarlo en cualquier cosa), y al ir avanzando en la historia puedes utilizarlo como gancho para acceder a zonas donde no se permite escalar libremente. El arco sirve para lanzar cuerdas y unir 2 puntos entre los cuales asciendes y desciendes fácilmente, lo que es esencial para resolver los puzzles y para trasladarte mucho más rápido.
En Rise of the Tomb Raider regresa el sentido de cazadora de Lara. Al presionar el stick derecho el juego cambia a tonos grises, pero los puntos de interés y objetos interactivos se marcan en amarillo brillante. Casi todo el tiempo usé este sentido para encontrar los objetos escondidos, saber el camino a seguir y ubicar enemigos —algo esencial, si lo que quieres es avanzar sigilosamente—. Si bien no tienes límite de uso de esta habilidad, es mucho más efectiva si permaneces quieta, ya que al moverte se desvanece; hacia el final del juego puedes incluso ver objetos a través de paredes y detectar animales a más distancia.
Aunque ahora Lara es mucho más habilidosa, tiene mucho por aprender, lo que logra al subir de nivel. El árbol de habilidades es mucho más grande al tener más de 50 mejoras divididas en 3 secciones: Combate, Cazadora y Sobreviviente, que comienzan siendo muy distintas, pero conforme gastas más puntos de experiencia en cada una, se convierten en una mejora general. Por ejemplo, las mejoras de combate dan más resistencia; Cazadora permite mejorar tu manejo del arco; y Sobreviviente incrementa tu velocidad para craftear armas. Subir de nivel es sencillo porque todo en el mundo te otorga experiencia: eliminar enemigos, recoger plantas, encontrar artefactos, cazar animales, etcétera. Claro que no todo está al alcance de tu mano, necesitas paciencia si quieres descubrir los misterios de todas las zonas.
El juego podría considerarse de mundo abierto debido a que es posible recorrer las distintas áreas libremente, así como ir y venir gracias al fast travel; sin embargo, la estructura siempre te lleva del punto A al B. Los desarrolladores enmascaran esto con la presencia de grandes zonas abiertas en las que hay cientos de cosas por descubrir. Lo anterior es un acierto, pues son pocos los juegos de aventura —fuera de los de mundo abierto— que dan sensación de libertad; de hecho, es cada vez más complicado lograr que mostremos interés por un juego que no permite ir a donde queremos. En este sentido, podríamos decir que Rise of the Tomb Raider no es un pasillo que debes recorrer, sino una casa con varios cuartos y un gran patio de juegos, aunque tienes que usar la puerta de entrada y salida.
En cuanto a escenarios, esta aventura te transporta a Siberia, por lo que la nieve es la temática general. Tienes alrededor de 10 áreas para explorar, cada una diferenciada claramente del resto: habrá montañas, glaciares, cuevas bajo el agua e incluso espacios más verdes con cascadas, y también templos y ruinas, así como zonas industriales abandonadas. El fast travel es posible gracias a que encuentras pequeños campamentos donde gastar tus puntos de experiencia, mejorar tus armas o cambiar tu atuendo. Claro, por ser un juego de esta magnitud hay una buena variedad de coleccionables en forma de documentos y reliquias que dan un poco más de contexto a la historia, sin faltar lugares escondidos como criptas y tumbas.
Uno de mis aspectos favoritos fueron las tumbas. El juego te indica si te encuentras cerca de alguna, pero lo fenomenal de esta característica es que en ocasiones la entrada no se ve a simple vista y necesitas usar tus sentidos y habilidades para localizarla. Es fabuloso que incluso dar con una tumba implique cierto reto; pero no te preocupes, no es tan difícil, sobre todo cuando escuchas el sonido de unas campanillas que anuncian su cercanía. Una vez que estás dentro ves diseños fascinantes de puzzles acompañados de lo mejor en cuanto a características visuales. Si bien el título luce muy bien en general, las tumbas son donde los desarrolladores se lucieron; cada una es diferente, tiene su propio puzzle y no se repiten patrones. En este sentido, el estudio quiso volver un poco a las raíces de la saga, pues no hay pistas sobre lo que debes hacer en estos lugares, así que spamearás el botón de tu sentido de cazadora para saber si hay algo que no has visto, que te permita completar el acertijo. Todas las tumbas son opcionales, así que puedes no resolverlas, pero si lo logras recibes una mejora a tus habilidades que sólo puedes obtener de esa forma. Piensa que completar una tumba es muy satisfactorio y después de resolver un par te vuelves adicto y quieres encontrar todas.
Luce mejor que la primera entrega
Visualmente, el título luce mejor que la primera entrega, incluso se ve mejor si lo comparamos con la Definitive Edition —que llegó a las consolas de esta generación—, sin embargo, no tiene los mejores gráficos en Xbox One. Los cinemas son renderizados con el motor del juego, de modo que no se pierde el ritmo cuando pasas de uno a otro. Los ambientes hacen gala de la física, sobre todo la nieve, el fuego y el agua, además de que Lara luce mejor que nunca, el problema es que las caídas de frame rate son muy incómodas. Los cinematics del título anterior usaban muchos quick time events, pero ahora los redujeron considerablemente y los sustituyeron con escenas más interactivas, por ejemplo, Lara escapando de unas ruinas que están siendo demolidas por el enemigo. En esta ocasión, en lugar de presionar el botón que se te indica debes reaccionar rápido al momento de brincar, escalar o esquivar, lo que otorga una pequeña dosis de adrenalina, pues aunque no exige mucho reto, otorga buen ritmo a la experiencia.
Ahora, si eres de los que la duración de un juego no te deja dormir, debes saber que la historia dura aproximadamente 6 horas en la dificultad normal, sin resolver las tumbas o recolectando cosas. Por otro lado, si eres un obsesivo y buscas siempre jugar 100% cada título, tienes muchas más horas de diversión, ya que para recolectar todo necesitas encontrar cierto tipo de mapa que te muestra la ubicación de artefactos y reliquias, así como traducir obeliscos que indican la posición de monedas; además, para traducir necesitas aprender el idioma indicado, algo que únicamente logras al encontrar documentos y murales. Aquí ocurre lo mismo que con tus habilidades: mientras más cosas encuentres y leas, más puntos de experiencia consigues, el único problema es que muchas veces el mapa tiende a no mostrarse si el objeto que buscas está a nivel de suelo, elevado o subterráneo; es decir, si no tienes mejorado tu sentido de cazadora das muchas vueltas buscando el cofre que te falta.
Todas las monedas que recolectes tienen una función: gastarlas en una tienda ubicada en una de las áreas, sólo debes saber que no todo es barato y que el dinero no crece en los árboles. En este lugar puedes comprar desde un nuevo atuendo hasta miras láser, lanzagranadas y armamento más poderoso; digamos que es la manera en que el juego te recompensa por todo ese tiempo que pasaste escarbando buscando monedas. Una vez que compras una mejora, se agrega a tu inventario automáticamente. Por otro lado, la falta de New Game Plus sigue decepcionando, pero debido a que muchas de estas mejoras se desbloquean sólo al avanzar en la historia, se entiende que no puedas tenerlas desde el inicio porque entonces podrías recorrer caminos bloqueados; esto queda solucionado con el nuevo modo de juego.
En Rise of the Tomb Raider el multijugador fue eliminado y en su lugar hay un nuevo modo llamado Expeditions. En éste podrás repetir algunos capítulos en cuyo interior encuentras distintas modalidades, ya sea completar estas misiones lo más rápido posible, usando tus mejoras o agregando modificadores como enemigos a los cuales esquivar, mayor resistencia al daño o incluso jugar con una cabeza gigante. Estos modificadores sirven para aumentar o disminuir las recompensas que consigues al completar estas misiones, lo cual te da más créditos que puedes usar para comprar cartas que desbloquean modificadores, atuendos y más recompensas. En otra modalidad te presentan misiones predeterminadas y la posibilidad de crear nuevas —seguramente añadirán nuevas misiones por medio de actualizaciones—, y aunque no tiene peso sobre la historia, son un buen agregado. Expeditions sirve para aumentar rejugabilidad y la opción de marcadores y tablas de puntaje servirán para que compitas contra tus amigos.
Como dice el dicho: si no está roto, no intentes arreglarlo y esto fue lo que los desarrolladores hicieron con Rise of the Tomb Raider: tomaron la misma fórmula del título anterior, agregaron nuevos elementos y pulieron algunos errores, lo lamentable es que el resultado dista de ser perfecto. Sin embargo, estamos contentos de saber que la saga está en buenas manos… ¡bienvenida de regreso, señorita Croft! La extrañábamos.
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