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Marchando orgulloso con el estandarte del motor Frostbite por segundo año y esgrimiendo la promesa de borrar la barrera entre el mundo virtual y el real como su arma, regresa FIFA, en un nuevo intento por demostrar que es algo más que un parche con nuevas camisetas y que merece tu dinero. No te preocupes, el resultado es un juego que se ve y siente distinto a la entrega de 2016 aunque no en la misma proporción para cada uno de sus componentes.
UN TRAYECTO CON MÁS CAMINOS
Como era de esperar, lo más “nuevo” es el argumento detrás de El Trayecto (Journey, en inglés), el modo historia que FIFA incorporó el año pasado y regresa con una estructura ligeramente más jugosa así como, por supuesto, un nuevo episodio en las andanzas de Alex Hunter como futbolista profesional.
Lo primero a destacar es que la segunda parte retoma el grado de desarrollo que alcanzaste para el personaje en FIFA 17 ―lo cual me tomó por sorpresa― y también permite una dosis de personalización que va creciendo conforme progresas en la historia con camisetas, pantalones, cortes de cabello, calzado casual, zapatos de futbol, tatuajes, así como diversos estilos de uniforme disponibles para su uso. Hubiera preferido más estilos de cabello que zapatos de fútbol, cuyo abanico de modelos es enorme, pero en general es un toque agradable que, además, se ve reflejado en las cinemáticas.
Pero más importantes que eso son la historia y las decisiones, ambas de las cuales van de la mano en El Trayecto. La promesa era que las decisiones iban a ser más trascendentes y sí, ahora existen 2 tipos de elecciones, las que son puramente de diálogo y aquellas que impactan tu relación con otro personaje. Esto claramente constituye una mejora pero el volumen de interacción con la historia sigue siendo, para mi gusto, muy bajo. Los eventos cruciales son escasos, mientras que el resto de las decisiones todavía se perciben un tanto superficiales. Vaya, hubo una evolución en las mecánicas narrativas pero fue muy, muy sutil. Para mi gusto, el estado narrativo ideal al que debe aspirar Journey es el que manejan los chicos de Telltale Games. Obviamente no tendrías decisiones de vida o muerte pero sí un diseño que te permitiera decidir con más frecuencia y hasta con un tiempo delimitado porque, actualmente, el modo pasa por momentos poco estimulantes.
"Hubo una mejora en las mecánicas narrativas"
Afortunadamente, las elecciones y la personalización vienen acompañadas por otras novedades. Más o menos a la mitad de la historia aparece un nuevo personaje jugable con un rol relevante ―lo cual es bastante refrescante―, y ahora también puedes afrontar los partidos en cooperativo, un detalle que se agradece, aunque no sea revolucionario ni mucho menos.
Y, antes de que lo olvide, también te interesará saber que El Trayecto Parte II, ahora viene con doblaje al español y es bueno… suficientemente bueno como para que un quisquilloso como yo se sintiera cómodo con él. Una decisión un tanto curiosa es que jugadores como Thierry Henry o Cristiano Ronaldo ―quienes aparecen de vez en cuando― hablen en inglés con subtítulos mientras Hunter lo hace en español, pero eventualmente pasa desapercibido y quizá hasta puedes apreciar el estar escuchando la voz real de tus ídolos sobre la cancha.
...SOBRE EL CÉSPED
Por lo que respecta a la acción sobre el césped y la relación que mantiene con el control, FIFA 18 añadió más animaciones, un ritmo de juego ligeramente más pausado pero máxima precisión, una cualidad que no ha perdido prácticamente desde 2010. La física en la disputa del balón, los remates de cabeza, las barridas y, en general, la forma cómo se mueven los jugadores siguen siendo deleitantes pero este año percibí mayor sensibilidad y versatilidad al momento de cambiar de dirección, especialmente al oprimir el gatillo izquierdo para frenar la marcha y encarar al rival o girar sobre el propio eje para hacer una gambeta con el stick derecho.
Esta evolución en las animaciones y los mandos resulta más clara cuando controlas a un Messi, a un Cristiano Ronaldo, a un Robben o a un Griezmann. En años pasados, Messi, por ejemplo, era súper rápido y sus tiempos de respuesta prácticamente instantáneos. En FIFA 18, esto permanece, pero además hay algo en la manera como se mueve que replica con fidelidad a su contraparte real. Estoy hablando de las carreras de brazos extendidos de CR7 o los pasos cortos de La Pulga. Resulta difícil de describir pero lo vas a notar con el control en las manos y eso es lo importante.
Hay que mencionar que FIFA adopta esta característica con cierto rezago, pero cuando lo añades a la estructura de control que el juego ya manejaba, es una mejora que alcanza a satisfacer un potencial mayor.
Otro cambio evidente es el que hicieron a los servicios. Poner centros a primer poste, a segundo poste o al centro del área grande constituye una función más exacta que en años previos y se nota. Es como si hubieran añadido nuevas trayectorias para el balón o algo por el estilo, pues en FIFA 17 también podías poner pases aéreos sobre diversos puntos del área pero, cuando puse ambos juegos lado a lado, detecté un poco de rigidez en el juego del año pasado. El problema, como se puede ver, es que muchas de estas mejoras se concentran en el lado ofensivo de la cancha, así que como asignatura pendiente para el año FIFA está atender a la defensa también.
"Muchas de estas mejoras se concentran en el lado ofensivo"
La única observación que tengo para el balón está en la potencia, que padece anomalías. Pasa rara vez pero lo vas a notar cuando de pronto te venga una bola suave, oprimas el botón de pase normal y de pronto tu jugador le imprima una súper potencia inusitada y sin explicación. Y ya que estamos en eso, otra rareza con la que me topé fue un juez de línea con dos colores de piel ―quizá tenía vitiligo― y sin el pizarrón electrónico, mismo que yacía clavado a un costado de una de las porterías como si hubiera un problema de texturas. Vuelvo a lo mismo, fue algo… raro, no una constante pero pasa.
Pero volviendo al tema de las novedades, por el lado táctico hubo 2 importantes, uno sobre la cancha y otro detrás del escritorio ―por ponerlo de alguna manera―. Cuando juegues el modo carrera de director técnico notarás que las transferencias ahora constituyen una especie de minijuego cinemático con elecciones similares a las de El Trayecto. Antes, todo esto se hacía sobre una especie de carpeta, ahora tienes un video y un menú radial de selección que te permite negociar el precio y las condiciones de un fichaje con el técnico de cierto jugador y después el salario y los bonos con el futbolista y su representante. La dinámica no siempre es la misma. Habrá ciertos jugadores que puedas comprar al primer intento y con la primer propuesta, y otros que se resistan e incluso traten de inflar su valor. Ésta es una novedad importante porque cambia la experiencia del modo carrera y genuinamente mejora un elemento del juego, aprovechando orgánicamente una herramienta como Frostbite. Mi queja con esta función es que carece de audio. No es un defecto que mate por completo sus cualidades, pero sí lo notas.
En paralelo con el enfoque cinemático de las transferencias, hay nuevos videos dinámicos en el mosaico de las noticias que relflejan los cambios que ocurren en los clubes día con día y aumentan todavía más la inmersión.
Una decepción real fue que no encontré la misma función cinemática al probar el modo carrera como jugador. Al pedir mi traspaso a un nuevo club con Hirving Lozano, por ejemplo, me topé con el mismo intercambio de correos poco imaginativo de años anteriores en vez de una cinemática donde pudiera hablar directamente con el entrenador y elegir diálogos. Tampoco existe el mismo grado de personalización del que ya goza El Trayecto, lo cual es irónico considerando que la carrera como jugador es más antigua, como modalidad, que Journey. En pocas palabras, si eres de los que gusta de desarrollar un talento joven, notarás que el modo carrera con jugador está prácticamente abandonado.
Otros aspectos ignorados tienen que ver con las competencias femeninas y los certámenes continentales. México inauguró la Liga MX Femenil este año y existen, en países como España, torneos de clubes equivalentes a los de categorías varoniles que no han sido reflejados en FIFA. Así, la experiencia de fútbol con chicas en FIFA 18 se reduce a las mismas 14 selecciones del año anterior y el mismo campeonato mundial del año pasado. A ver si en FIFA 19 ya podemos ver la Liga MX, por ejemplo.
FIFA también carece de las licencias para eventos como la UEFA Champions League, la EUROPA League o la Copa Libertadores, omisiones que resultan importantes para efectos de realismo y relevancia. Aún sin ellos, EA Canada podría ofrecer alternativas ficticias prefabricadas para jugar estos torneos, cosa que no han hecho por años, lo que te obliga a crear dichos certámenes de forma manual o vivirlos como parte de los modos de carrera, aunque carentes de identidad propia.
Además de esto último, otra área que podría mejorar bajo la misma filosofía cinemática son las declaraciones antes de encuentros importantes que todavía siguen pasando por una simple diapositiva que te permite elegir, muy superficialmente, si quieres hablar de tu equipo, del equipo rival, motivar a tus jugadores, etcétera, en vez de que sea un video en tiempo real con decisiones. Es decir, en el afán de mejorar una función de cierto modo, EA Canada puso en evidencia el olvido que padecen otros aspectos en la edición de este año.
"EA Canada puso en evidencia el olvido que padecen otros aspectos en la edición de este año"
Ahora bien, el pizarrón táctico recibió una novedad previa a los encuentros en la forma de cambios automáticos que puedes programar. Así, si quieres jugar con un veterano que sabes que estará fundido para la segunda mitad, puedes programar su sustitución antes del encuentro y el sistema te avisará cuando sea momento de hacer el ajuste con la opción de aceptarlo o rechazarlo, y lo mismo aplicará incluso si no programas ningún cambio. En ese caso, el sistema te sugerirá la sustitución de jugadores cansados con la misma prerrogativa de aceptarlos con el gatillo derecho y luego el botón A o de ignorarlos y hacer los ajustes que gustes de la manera tradicional. Es una herramienta muy práctica que favorece el dinamismo de los encuentros, sólo faltó que te dejaran programarlos en el entretiempo porque, en su formato actual, sólo puedes dejarlos listos antes del pitido inicial.
Y para cerrar con lo que ocurre dentro de los partidos, están las tendencias de juego. Se supone que este año iban a ser más notorias las estrategias de los diversos equipos, con tácticas como el tiqui-taca o el catenaccio resultando súper evidentes. Éste es un tema complejo porque la forma cómo te juega un rival, muchas veces puede depender de lo que tú le presentas y probablemente hasta del nivel de dificultad. Lo que puedo decir es que tomé al Barcelona como modelo porque tiene un estilo de juego súper característico que consiste en paredes y presión sobre el rival. Dicho eso, sí noté que el CPU prefería salir jugando con la pelota al pié, en vez de dividirla cuando tenía un tiro libre lejano o despeje, y sí percibí algunas paredes. Pero así como los vi hacer eso, también los vi jugar mucho por las bandas y meter una bola de servicios al área en otras ocasiones, una táctica que suelen ignorar. Supongo que haría falta más tiempo orientado sólo a detectar estos aspectos para sacar una conclusión definitiva pero por lo pronto, sirva decir que no fue algo que afectara mi experiencia.
FÚTBOL SOCIAL Y PARA COLECCIONISTAS
En mi paso por el frente online, la novedad más importante ―y acierto―, desde mi perspectiva fue el nuevo modo de Batallas de Escuadras o Squad Battles para FIFA Ultimate Team, una alternativa de juego donde puedes poner a competir tu plantilla contra otras creadas por la comunidad pero controladas por la máquina, a cambio de recompensas proporcionales al nivel de dificultad con el que juegues y la química así como grado de calidad general para la escuadra rival. Se trata de un modo adictivo ―porque las plantillas contrincantes cambian constantemente―, desafiante y amable, puesto que te ahorra la molestia de estar jugando con niños rata.
Ahora bien, por años ha existido esta especie de… rumor sobre scripteo dentro de FIFA. No es algo que haya capturado mi atención en los modos de carrera, pero en FUT siempre he percibido tendencias extrañas e irritantes, sobre todo temprano en el desarrollo de tu equipo… tendencias que lo orillan a disparar al poste con más frecuencia de la creíble o a fallar ante el portero constantemente. Quizás es una locura mía o una simple percepción errada producto de la frustración pero en FIFA 18 noté esas mismas anomalías molestas a la hora de disputar encuentros con mi equipo de pobre química.
Por lo concerniente a estructura y, al margen de Squad Battles, el frente online sigue prácticamente igual. Recibirás los equipos de la semana, las temporadas online y offline tanto dentro como fuera de FUT, temporadas amistosas, FUT Draft, los desafíos de diseño de plantillas, los encuentros contra la plantilla de un amigo, las temporadas cooperativas y los clubes Pro.
El rendimiento online de FIFA 18 también es excelente. Concertar partidas de todo tipo es una tarea rápida y el matchmaking no demora lo suficiente como para empezar a sacarte canas de diferentes colores… al menos, en nuestra experiencia.
Vale la pena mencionar que Journey te recompensa con jugadores a préstamo para FUT y un cambio importante de dicha modalidad por sobres son los Ídolos o Íconos. Se trata de jugadores retirados de los cuales existen 3 tarjetas diferentes que representan diversos momentos en sus carreras y que seguramente jugarán un rol súper importante en el mercado de FUT este año por su rareza y calidad, con el potencial de cambiarle la cara completamente a tu plantilla. A nosotros sólo nos ha salido Rio Ferdinand pero leyendas como Pelé, Maradona, Paolo Maldini, Roberto Carlos y otros 35 están disponibles.
EL COLOR
La presentación siempre ha sido una de las fortalezas de FIFA y la edición de este año no es la excepción pero, al igual que el juego completo, padece de niveles de mejora y evolución desiguales. Por ejemplo, la liga española ahora goza de los mismos elementos gráficos que se emplean en los partidos reales, lo cual incrementa todavía más la inmersión lograda por la autenticidad de los kits de juego, logotipos de ligas y demás, pero otras ligas aún lucen genéricas y EA no ha hecho un esfuerzo por renovar sus elementos gráficos y sus plecas para ligas sin ese nivel de realismo, lo cual ya les confiere un aire algo avejentado.
En lo que respecta a jugadores, uniformes e iluminación, hubo una sutil mejora que imprime a los futbolistas un sombreado más realista y, en última instancia, un poco más de autenticidad, lo que sumado a gestos retocados para astros como Cristiano Ronaldo, resulta en momentos espectaculares, pero no es una cualidad repartida equitativamente, así que por cada Ronaldo gritando “¡Siiii!” luego de marcar, notarás un Darío Benedetto con aspecto común y gestos robóticos que te sacará de la fantasía.
La misma situación aplica con los estadios, algunos de los cuales recibieron especial atención este año, incorporando elementos extra-cancha auténticos, tales como inflables, tiras de tela largas que cubren fragmentos de grada o ambulancias. Ése es el caso de la Bombonera de Boca Juniors o el Monumental de River, pero el Barcelona todavía juega en un estadio genérico con los típicos mosaicos formando el escudo del equipo previo al partido… cualquier partido; y el estadio Azteca todavía no refleja los cambios arquitectónicos que se le hicieron en el último año y medio.
Comparé, por ejemplo, el ambiente en el Parque de los Príncipes previo al cotejo de Champions entre PSG y Bayern de esta semana, y resulta desalentador ver como, en la realidad, cientos de enormes banderas con los colores azul y rojo ondeaban previo al encuentro ―algo que no tiene que ver con los elementos licenciados de la Champions―, mientras que en FIFA 18, era... adivinaste: el mosaico que veías en cualquier encuentro. En pocas palabras, lo verdaderamente nuevo en términos de ambientación de estadios son unos cuantos inflables, vehículos, banderas extendidas y papelitos sobre la cancha… a veces. Falta identidad distintiva… me refiero a que un partido América Vs. Necaxa en el Azteca despliegue la apariencia genérica del Coloso de Santa Úrsula, mientras que un América Vs. Chivas sí muestre los papelitos y los mosaicos y toda la cosa.
La gente en gradas es una mejora este año, pero todavía hay mucho margen para mejorar. Cuando marcas gol en ciertos estadios, es evidente que el público se agolpa sobre la valla de contención, imprimiendo dramatismo al momento ―también me parece que la animación de gente esquivando balonazos es nueva― y ahora hay videos tanto de relleno como para celebraciones con audiencia cuyos modelos prerrendereados lucen fantásticos pero cuando ves una repetición en tiempo real, francamente no notas el cambio de calidad en cada individuo sentado en las butacas ―de hecho, en ciertos casos se repiten en exceso― y también hay nuevos modelos de entrenadores en la banca, como Zinedine Zidane, Unai Emery o Carlo Ancelotti a quien van a tener que poner en otro equipo próximamente.
Y para cerrar está el audio que sigue sólido gracias a las narraciones de Mario Alberto Kempes y Fernando Palomo quienes no sólo describen lo que pasa en la cancha con naturalidad y buena ecualización, sino que también inyectan personalidad con líneas de comentario que hablan sobre la historia de los estadios, los clubes, las transferencias y el estado actual de ciertos jugadores, incluyendo a Alex Hunter. Como observaciones tolerables a mejorar están la excesiva frecuencia con la que la dupla califica como autogol todo tanto donde un jugador rival haya tocado la pelota en su camino a la portería, sin importar si es el portero; así como la frecuencia un poco incómoda con la que ambos hablan del “oso de peluche” en pases suaves.
LA ÚLTIMA PALABRA
Como franquicia, es innegable que FIFA 18 está progresando pero a paso desigual con algunas áreas recibiendo más atención que otras. Dicho eso, creo que es razonable decir que la iteración de este año acumula suficientes cambios como para ofrecer frescura genuina, en especial por las innovaciones de movilidad, centros y sustituciones automáticas sobre la cancha; y las transferencias dinámicas, Squad Battles, así como Journey mejorado fuera de ella. Como problemas reales están el abandono de ciertos modos y el enfoque excesivo en ataque que puede percibirse como desequilibrado para la experiencia sobre el césped. Hay muchas áreas en las que la serie todavía adeuda tareas pero, al final del día, nos vamos satisfechos con esta entrega.
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