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En 2017, Ninja Theory sorprendió al mundo con Hellblade: Senua’s Sacrifice, una aventura introspectiva llena de momentos retorcidos y con un mensaje importante sobre la salud mental. Ese proyecto le ganó reconocimiento más allá del nicho de los videojugadores y podemos considerarla una de las principales razones por las que Microsoft se interesó en ficharlo para que forme parte de la nueva era de Xbox Game Studios.
Si bien Hellblade los catapultó a nuevas alturas, la realidad es que Ninja Theory es un estudio con un pasado enorme. Y es que la compañía inglesa tiene un amplio pasado y desde 2000 ha trabajado en diferentes videojuegos. Varios de ellos fueron títulos de acción tan sólidos que incluso le ganaron el derecho de trabajar en un reinicio de Devil May Cry junto a Capcom.
Demostrando que no se han olvidado de su pasado, pero que también quieren intentar cosas nuevas Ninja Theory estrenó BLEEDING EDGE como su primer proyecto bajo el ala de Xbox Game Studios. Se trata de un título que toma la herencia de juegos de acción del estudio británico y lo combina con un estilo de juego que recuerda mucho a lo que los máximos exponentes del género hero shooter llevan haciendo desde hace años. ¿El resultado es satisfactorio? Hay cosas en las que sí, pero aún le queda un largo camino por recorrer si es que planea consolidarse.
Golpes, acción y trabajo en equipo
La mejor manera de describir BLEEDING EDGE en pocas palabras es llamándolo el hijo de un hero shooter con un hack and slash. El resultado es un juego que llega como una propuesta fresca a un género que en ocasiones se siente saturado. Eso sí, pese a su frescura BLEEDING EDGE tiene algunos problemas que limitan su potencial.
Pero no nos adelantemos, primero vamos a describir BLEEDING EDGE a mayor profundidad. Lo primero que debes saber es que se trata de un juego multijugador PvP en el que 2 equipos de 4 jugadores participan en 2 modos de juego basados en objetivos. El primero de ellos consiste en controlar diferentes puntos del mapa para conseguir puntos y en el segundo debes tomar orbes de poder para después llevarlos a una de las zonas de extracción. Ambos modos de juego son muy fáciles de entender y entretenidos, por lo que desde tu primera partida le agarrarás la onda y sabrás qué hacer. Ahora bien, cumplir los objetivos no son lo único importante en BLEEDING EDGE, puesto que también deberás tener cuidado con tus enemigos, ya que cada baja aporta puntos al conteo final.
En las partidas de estos modos de juego tendrás la oportunidad de elegir a diferentes personajes que forman parte de 3 clases: ataque, soporte y tanque. Los primeros son personajes ofensivos cuyo objetivo principal es pelear contra los rivales, conseguir bajas y alejarlos de los objetivos. Por su parte, los personajes de soporte son los que sirven como apoyo a otros personajes, el entregar curación o diferentes mejoras. Para finalizar tenemos a los tanques, cuyo objetivo es aguantar el daño enemigo y ayudar a librar zonas.
Cada de los personajes de BLEEDING EDGE cuenta con habilidades diferentes que le hacen tener un rol diferente en el campo de batalla. Por ejemplo, dentro de los personajes ofensivos tenemos algunos dedicados al combate cuerpo a cuerpo, mientras que otros funcionan mejor a distancia. Por su parte, en los de soporte existen algunos que funcionan en el combate, pero también pueden curar, mientras que otros sirven más para apoyar y deben dejar los ataques como último recurso. De este modo, la construcción de equipo es algo importante, puesto que necesitas balance para que puedas triunfar.
"Pese a su frescura BLEEDING EDGE tiene algunos problemas que limitan su potencial".
Hay que recalcar que, al igual que en otros hero shooters, el trabajo en equipo es esencial en BLEEDING EDGE, pero aquí a un nivel mucho mayor. En juegos como Overwatch o Paladins te puedes llevar la victoria con tan solo cumplir tu rol y ya. No obstante, en BLEEDING EDGE sí tienes que prestar atención a la construcción de tu equipo, la posición de cada miembro y la tarea que desempeñan. Lo digo ya que, a menos que seas un maestro que domine cada apartado del juego, cualquier combate 2v1 o incluso 3v2 te pone en seria desventaja.
Algo que debes saber es que, por la importancia del trabajo en equipo, es probable que haya ocasiones en las que BLEEDING EDGE te frustre. Después de todo, es muy desesperante estar haciendo todo por ganar y que tus compañeros no hagan nada más que correr como gallinas descabezadas por todo el mapa. Pero es importante tener en cuenta que eso no es culpa de Ninja Theory; es más, BLEEDING EDGE cuenta con un sistema de comunicación efectivo que puedes utilizar para coordinarte. Lamentablemente, en mi experiencia fueron pocos los que lo aprovecharon.
Para diferenciarse más de otras propuestas del mismo género, BLEEDING EDGE también implementó un sistema de personalización que va más allá de los cosméticos al ofrecer mejoras de personajes. Sé lo que estás pensando y es que no hay duda de que algo así se puede prestar para implementar mecánicas pay-to-win, algo que nadie en su sano juicio quiere. Por suerte, en mi experiencia el sistema sirve para ajustar a tu personaje a tu gusto y no para darte una ventaja injusta. Lo que pasa es que a cada personaje se le puede equipar 4 mejoras que te dejan aumentar el poder de un ataque, reducir su tiempo de refresco o incluso aumentar sus puntos de salud. Así pues, la ventaja que obtienes con ellas nunca resulta tan enorme como para que sientas que te vuelven el más poderoso. Además, hay que señalar que estas mejoras se desbloquean con la divisa del juego, la cual se consigue ganando partidas.
Esto me lleva al balance de personajes sobre el cual, honestamente, tengo poco que decir. He leído que hay personas que aseguran que hay personajes rotos y que los tanques tienen demasiado poder. En mi opinión no es así ya que, aunque en el meta ya se están dominando ciertas composiciones de equipo y algunos personajes se usan más que otros, la verdad es que nunca se sienten como si estuvieran rotos. Además, lo más probable es que tarde o temprano Ninja Theory haga ajustes que cambien el balance.
Quiero señalar que, aunque se siente una influencia hack and slash en el combate de BLEEDING EDGE, la realidad es que su combate es muy básico en comparación a los máximos exponentes del género. No se trata de un aspecto negativo y se entiende que mecánicas así podrían prestarse poco para un juego multijugador. La razón por la que lo menciono es que no quiero que pienses que, porque puedes hacer parry tienes diferentes opciones de ataques conectados, podrás hacer combos impresionantes como si estuvieras jugando Bayonetta. Eso sí, cuando llegas a dominarlo se vuelve satisfactorio, pero tendrás que pasar un rato en el entrenamiento para conseguirlo.
Todos los combates de BLEEDING EDGE se llevan a cabo en uno de los 5 mapas que están disponibles en su versión actual. Se trata de escenarios ubicados en diferentes partes del mundo y los cuales están bien diseñados para el estilo de combate que ofrece. Es decir, se trata de escenarios en los que 2 o 3 zonas abiertas en las que tendrás escaramuzas por el control del objetivo. Para llegar a ella hay diferentes pasillos en los que pocas veces tendrás combates, pero te sirven para sorprender a tus rivales. Otro elemento destacado es que cuentan con algunos obstáculos que puedes utilizar a tu favor para debilitar a tus rivales.
Las cosas que mencioné hicieron que BLEEDING EDGE me pareciera un título entretenido y el cual presenta una propuesta interesante. No obstante, la realidad es que tiene algunos problemas que me hicieron perder el interés poco a poco. El principal es que el contenido que ofrece es poco. Si bien la oferta de mapas y personajes es decente, únicamente ofrece 2 modos de juego en partidas casuales. Lo anterior genera que te sientas poco recompensado después de cada partida, esto pese al sistema de progresión.
Otro punto negativo es que, en su estado actual, BLEEDING EDGE tiene varios problemas a nivel técnico. En este apartado haré referencia a los referentes a su código de red, puesto que hacen que existan partidas con un montón de lag. No llega al punto de volverse injugable, pero si le quita esa fluidez que un juego con combate de este tipo debe de tener para sentirse bien.
Un mundo con potencial desperdiciado
Al igual que otros hero shooters, BLEEDING EDGE justifica su existencia con un universo propio. El objetivo es que con esto los jugadores suspendan el pensamiento de que es solo un juego y que en realidad están participando en algo mucho más grande.
Pero bueno, ¿cómo es el mundo de BLEEDING EDGE? El juego se lleva a cabo en el año 2057 en un planeta Tierra donde los gobiernos corruptos y las corporaciones le han fallado a la gente, quienes buscan una alternativa. Uno de los individuos decepcionados de esta realidad es Daemon, un joven estadounidense que está en contra del sistema y el cual formó el grupo llamado Bleeding Edge para buscar venganza e intentar hacer un mundo mejor.
Ojalá que en el futuro [el lore] se expanda más de otra manera, aunque sea con biografías extendidas de los personajes
Un punto a considerar es que todos los miembros de BLEEDING EDGE tienen algo en común y es que usaron tecnología para modificar sus cuerpos. Esto les permite tener habilidades especiales, las cuales son las que utilizan en el combate y en las operaciones de Bleeding Edge. Así pues, estamos hablando de un grupo de individuos que no sólo forman parte de un mismo grupo, sino de sujetos que tienen diferentes razones para estar en él, así como diversas habilidades que los hacen un miembro del equipo.
Ahora seguramente quieres saber cómo se justifican los combates de BLEEDING EDGE en todo este lore. La respuesta es sencilla: simplemente participan en combates que forman parte de algo que podemos describir como un club de la pelea. Ahí pulen sus habilidades, se divierten y se entretienen. Siempre como amigos.
Aunque tiene un mundo interesante, la construcción de BLEEDING EDGE se queda lejos de destacar. Se trata de algo que sucede puesto que poco se esfuerza por explorarlo dentro del juego o fuera de él. Si quieres saber más sobre todo lo que sucede en el mundo futurista de BLEEDING EDGE, lo que debes hacer es entrar a los perfiles de los personajes y ahí leer sus cortas biografías. Fuera de eso no hay nada. Ni una cinemática especial, ni avances ni nada.
Si bien no creo que BLEEDING EDGE tenga que seguir la fórmula Overwatch para expandir su universo, considero que su estado actual es un desperdicio. Es evidente que hay historias que se pueden contar en este mundo, por lo que su estado actual se siente incompleto. Ojalá que en el futuro se expanda más de otra manera, aunque sea con biografías extendidas de los personajes.
Lo que tengo que reconocer es que BLEEDING EDGE destaca en la construcción de personajes. Verás, cada uno de los miembros de Bleeding Edge tiene un carisma que lo hace único, además de que su diseño y personalidad en ningún momento se siente genérica. Lástima que, por ahora, estén atrapados en un juego que hace poco por explotarlos.
Antes de terminar de hablar del lore quiero decir que, aunque se siente incompleto, la verdad es que tampoco se trata de un problema mayor. Sí, me encantaría conocer más sobre Daemon, Gizmo, Kulev y compañía, pero es claro que el objetivo de BLEEDING EDGE es otro. Así pues, tampoco lo veas como una situación por la que debas alejarte del juego.
Una atractiva presentación que está lejos de ser perfecta
Como mencioné antes, BLEEDING EDGE está lleno de personalidad en varios sentidos y el apartado gráfico no es la excepción. El juego cuenta con una dirección de arte colorida con mapas bien detallados y personajes atractivos y con buena animación. En mis primeras horas con el juego ―las cuales fueron en su versión para PC― me llamaron mucho sus gráficos de estilo caricaturesco que brillan gracias a técnicas cel shading. En Xbox One S (plataforma en la que probé la versión para consola) no luce tan bien y es que los colores lucen un poco deslavados en comparación, por lo que el atractivo apartado gráfico deja de destacar tanto.
También debo mencionar que BLEEDING EDGE tiene algunos problemas de desempeño en Xbox One S. Si bien nunca llega a ser terrible, por momentos hay tirones en el frame rate que se reflejan en la acción. Otro punto es que navegar por algunos menús (en especial los de personalización) es increíblemente tedioso, ya que todo tarda un buen rato en cargar. Por suerte ambos son problemas que muy probablemente se arreglarán en una futura actualización.
Para finalizar tenemos el apartado de audio el cual cumple, pero hasta ahí. Lo que quiero decir es que los efectos de sonido suenan como deberían, pero tampoco presenta diseños complejos que lo vuelvan revolucionario. Por otro lado, tiene una banda sonora que combinan le electrónica con ritmos hip hop, pero rara vez les harás caso.
BLEEDING EDGE
Una propuesta diferente con potencial desaprovechado
BLEEDING EDGE es un juego con un bucle de gameplay entretenido, buenas ideas y mucho potencial. Lamentablemente, su estado actual es muy escueto y carece del contenido suficiente para mantener el interés de la mayoría de los jugadores a largo plazo. En otras palabras, se encuentra en un estado muy verde y no dudo que habrá quienes prefieran dar el salto a otras propuestas una vez que vean que hace poco por mantenerlos enganchados.
Teniendo lo anterior en cuenta, es importante reconocer que BLEEDING EDGE tiene un par de ventajas que harán que esta crítica se vuelva irrelevante ―e incluso ridícula― en cuestión de meses. La primera es que se trata de un juego como servicio, lo que hay un equipo dentro de Ninja Theory dedicado a añadir más luchadores, mapas y modos de juego, por lo que la experiencia crecerá para ofrecer mucho más en algún punto; si bien desconocemos qué recibirá BLEEDING EDGE, ya esperamos por lo menos a un nuevo personaje. El segundo punto a su favor es que forma parte del catálogo de Xbox Game Pass y, al ser un proyecto de Xbox Game Studios, permanecerá ahí permanentemente. De este modo, los jugadores pueden comprarlo y volver a él una vez que sea una experiencia más robusta.
Lamentablemente, estoy reseñando BLEEDING EDGE en su estado actual y cualquier promesa de un juego más robusto es una mera suposición. También señalar que lo calificamos por lo que es y no por lo que cuesta. Es por esto que mi critica se basa en lo que es: un juego entretenido, pero que ofrece poco. Esperemos que BLEEDING EDGE crezca tanto como parece que puede hacerlo.
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