El género de terror en los videojuegos ha vivido altibajos y en algunos momentos ha perdido la brújula. Justo cuando las principales franquicias se inclinaron hacia la acción y la espectacularidad de efectos que te hacen pensar de inmediato en una película de Michael Bay, la resistencia se organizó en la escena indie y underground. Los primeros entregaron experiencias inmersivas en primera persona que prácticamente mantuvieron a flote las propuestas de horror; los segundos llevaron la creatividad hacia otros terrenos sin hacer concesiones. El género volvió a la cima en años recientes mientras los juegos inmersivos en primera persona toman un descanso, y ahora es el turno de aquellos parias del gaming para que nos lleven hacia la locura. En ese caminos está No One Lives Under the Lighthouse.

Nadie vive bajo el faro... al menos eso dicen

No One Lives Under the Lighthouse es un juego de terror y suspenso desarrollado por el estudio de Ucrania Marevo Collective que inició dentro de una escena creativa de horror retro que tomó el diseño, el arte y las mecánicas de la era del gaming de finales de los 90. El resultado son juegos cortos, con una propuesta visual propia de los tiempos del PlayStation y enfocados en su concepto, sin medias tintas ni limitaciones porque no apuestan por el mainstream. Esto les permite dejar de preocuparse por lo que podría escandalizar a las buenas consciencias que dirigen la publicación y comercialización de la industria.

Este título nos pone en el lugar de un trabajador asignado al cuidado y operación de un faro en una isla donde no hay nadie más... bueno, esa es la promesa que le llevó a aceptar la propuesta de trabajo. Lamentablemente, tu papel es el de uno más de los otros cuidadores que han "desaparecido" en extrañas circunstancias, aunque se te dice que simplemente cobraron su primer sueldo y se fueron en embarcaciones que pasaron por ahí.

Un juego de terror con estilo retro que nos hubiera volado la cabeza en 1999

El escenario de No One Lives Under the Lighthouse es una isla pequeña con un par de construcciones: la casa donde reposa nuestro personaje y el gran protagonista: el faro. Si relacionamos este juego con un corto de cine, entendemos que la propuesta no pide más de 2 horas de nuestro tiempo para terminarlo, aunque hay más de un final.

La estructura de No One Lives Under the Lighthouse es sencilla, pero está bien lograda y ejecutada. De día, nuestra labor es explorar y resolver acertijos. Conforme avanzamos se desvela la historia que permite el avance del reloj hasta el anochecer. Una vez que el sol se pone, toca el turno de atender el faro y mantenerlo encendido durante toda la noche. También es momento de resolver acertijos y avanzar en los hechos que explican lo sucedido, aunque al mismo tiempo toca lidiar con lo paranormal y los instantes más aterradores que No One Lives Under the Lighthouse puede brindar. Mientras vemos lo que sucedió en este lugar llega un momento en que todo da el giro propio de una obra con inspiración en H. P. Lovecraft.

No puedo ahondar en lo que sucede conforme avanzamos porque, dada la duración mínima de esta propuesta, caería en terrenos de spoilers, así que vamos de llenos hacia la experiencia de juego, sus pros y contras. Si bien No One Lives Under the Lighthouse tiene un estilo retro que apunta hacia una generación que vivió el gaming en la década de los 90, hay opciones atractivas para quienes tengan un problema con el aspecto visual. Hay un filtros en blanco y negro, y otro cinemático que dan un toque particular a los entornos llenos de pixeles y figuras geométricas. El modo visual de cine fue el adecuado para mí, pero hay que tomar en cuenta un detalle.

Explorar, cuidar y operar el faro, sobrevivir; todo hasta saber qué pasó

Dado que No One Lives Under the Lighthouse es un juego de estilo retro, es preciso jugarlo a oscuras para apreciarlo por completo y para lidiar con algunos de sus acertijos, pues la propuesta y su esencia no dice qué hacer. Es necesario usar la intuición y analizar con atención el entorno y los objetos para resolver el puzzle; nada para romperse la cabeza.

Es aquí donde el juego muestra uno de sus puntos flacos, pues el mismo estilo visual puede jugarte una mala pasada. Digamos que una pala necesaria no es tan obvia ni resalta en el escenario; a la par, se presentan algunas dificultades para tomar los objetos porque hay que colocarse en una posición determinada para que resalte su contorno y sea posible tomarlo, y ocurre lo mismo cuando es momento de darles uso. Esto puede resultar en algunos periodos de ir y venir sin saber qué hacer, qué buscar o cómo usar lo que se tiene.

Por otra parte, aunque los controles en las fases de exploración y acertijos responden y el movimiento de nuestro cuidador del faro es óptimo, hay dificultades de movimiento y situaciones en las que el mando no responde como quisiéramos cuando se presentan persecuciones. Lo peor es que el margen de error es muy pequeño y actuar a destiempo resulta en la muerte de nuestro personaje en un proceso que se repetirá una y otra vez hasta que encontremos la forma de posicionar el stick para correr.

Asimismo, No One Lives Under the Lighthouse los problemas de glitches me llevaron a reiniciar el juego varias veces. El punto de guardado se mantuvo, pero sin duda es frustrante lidiar con ese tipo de situaciones, y más en un juego tan sencillo, en todo sentido.

"Aunque su propuesta audiovisual es retro, No One Lives Under the Lighthouse no le pide nada a juegos de terror reconocidos"

Aunque su propuesta audiovisual es retro, No One Lives Under the Lighthouse no le pide nada a juegos de terror exitosos y es capaz de subir tu frecuencia cardiaca cuando menos lo esperas. Es con base a la abstracción a su estilo visual y a una atinada banda sonora que se crea ese ambiente tenso y aterrador que te genera ansiedad cuando te das cuenta de que llegó la noche y hay que hacerse cargo del faro.

No One Lives Under the Lighthouse es resultado de una escena creativa rica en propuestas

Al final, No One Lives Under the Lighthouse muestra que la escena underground de juegos de terror comienza a asomarse para exponer sus creaciones. El concepto en torno a un lugar desolado y lo que representa un faro en la inmensidad y oscuridad del mar, son suficientes para captar el interés y brindarte una experiencia diferente, dentro de las propuestas indie que han tenido presencia desde hace más de una década. No One Lives Under the Lighthouse es un juego de horror perteneciente a una corriente creativa interesante que vale la pena jugar.

Editorial: Gaming / Facebook / Twitter / YouTube / Instagram / Noticias / Discord /Telegram / Google News