El fenómeno de Halo

Hablar de Halo es hablar del nacimiento de Xbox y la introducción de Microsoft al mercado de los juegos para consola. Una vez con Sega fuera del camino, parecía que la eterna batalla se iba a librar entre Nintendo y Sony, pero sorprendentemente la compañía de Bill Gates anuncio su entrada con una nueva consola, que presentaba una arquitectura muy parecida a la de una PC (con todo y disco duro), con unas características técnicas monstruosas para la época, y por supuesto, todo el apoyo de este gigante del software.

Sin embargo, los primeros títulos no se veían demasiado atrayentes, y como bien sabemos los que hemos estado en esta industria mucho tiempo, cada máquina tiene su título fuerte, su capitán al frente de la batalla, su...bueno, ya, un título que digas “vale la pena comprar la consola, solamente por ese juego”, algo que obviamente al estar naciendo no tenía. Ahí fue cuando fijaron sus ojos en una pequeña compañía llamada Bungie.
De PC a ser el estandarte del Xbox


Bungie no era para nada novato en la industria, ya había desarrollado en años pasados otros títulos (como el ahora famoso Marathon), pero ninguno había sido un éxito demasiado fuerte que digamos, al grado que la mayoría de los jugadores desconocían por completo que esta compañía existía. Fundada por Alex Seropian, esta compañía se encontraba trabajando en un nuevo shooter, llamado Halo. Bungie estuvo trabajando arduamente en este proyecto y lo mostraron por primera vez al mundo entre los años 1999 y 2000, pero para ese entonces estaba siendo preparado para la PC, la plataforma donde existe la competencia más fuerte en cuantos a FPS.

Microsoft vio el potencial de esta compañía y este juego por lo que decidieron comprarla. La primera aparición que tengo en mente de este juego fue durante Gamestock 2001 (un evento organizado por Microsoft), en donde mostraron juegos para PC como Flight Simulator 2002 y Train Simulador y los primeros juegos de Xbox como son Amped, Munich Oddysey ...y Halo. No impresionó demasiado, aunque ya se veía un buen uso de las gráficas de la consola, pero casi nadie se estaba dando cuenta del monstruo que estaba frente a ellos.


La consola por fin fue lanzada a finales del 2001, por lo que Halo comenzó a llegar a los hogares, y aparte de la publicidad tradicional, la publicidad de boca en boca (o de foro en foro, estamos en el siglo XXI), hizo que muchos fueran a probar ese título en donde parecía que manejabas un astronauta (no me vean así, lo vi en un foro hace años....), pero que llegaron a la conclusión que tenía un “no se que”, que te convertía en un adicto al jugarlo.


¿Qué tiene de especial?


Era un FPS, pero con características bastante sobresalientes que lo hacían ser tan bueno como cualquiera del mercado, incluyendo a las PC. En el juego en sí había muchos vehículos para utilizar como jeeps, tanques, aeromotos y aeronaves. Igualmente, la colaboración entre los diferentes personajes era bastante esencial, siendo el mejor ejemplo el uso de los vehículos, pues uno tiene que subirse a manejar y el otro ser el que esta disparando.


El modo para un jugador era bastante bueno, metiéndote en una historia que se desarrolla en el año 2552, en donde una vez más la tierra ya no existe y sus habitantes han tenido que cambiarse a otro lugar de la galaxia, teniendo problemas con extraterrestres (y que de paso, eran fanáticos religiosos), para poder sobrevivir.


No tiene caso meternos demasiado en la historia, lo más importante es el personaje principal: el Master Chief. Si, este personaje no se llama John, Michael o algo, realmente eso de “jefe maestro”, es una especie de denominación, no un nombre propio. ¿Todo esto porqué?, el que no se le vea la cara no es de casualidad, esto es porque TU eres el Master Chief, cada vez que juegas tu eres el que vive la historia de los Covenant, el Flood y unos humanos luchando por sobrevivir.


Un buen desarrollo de historia, efectos de sonido creados por Mike Salvatori y Marty O'Donnell y música de John Williams, hicieron de este un éxito instantáneo que exigía una secuela.