Después del
moderado éxito que tuvo mi nota titulada Consejos para salir ileso de una Venta nocturna, se me ocurrió tratar de hacer una sección en la cual exploremos los
más profundos dilemas que se nos presentan día a día. Y es que siempre habrá
situaciones que te harán rechinar los dientes y maldecir a los cuatro vientos
tu mala suerte y/o falta de pericia; ya sea que elijas ser un corsario a bordo
de tu bergantín favorito, un cazador inexperto en un peligroso safari o un
soldado novato en un campo de batalla europeo, siempre habrá alguna situación
que demande hacer uso de una de las más antiguas técnicas de supervivencia
conocidas para el humano: preguntarle al de al lado qué hacer.
Con este propósito, estoy más que dispuesto a compartir mi sabiduría con el mundo. ¿Soy el más
capacitado para hacerlo?, probablemente no. ¿Mis consejos serán la solución
indiscutible para dejar de fallar tanto en tu videojuego favorito?, casi seguro, tampoco.
Pero maldita sea esta sección si no nos divertimos en el intento.
En esta ocasión, hablaremos de esa horrible situación en la que todos nos hemos encontrado
alguna vez, ya sea porque no seamos afectos al género de juego, no estemos acostumbrado al uso de la cámara, o lo que suena más probable: apestamos en el
juego. Tus amigos salen corriendo como topo al hoyo y empiezan a tomar armas
con más alegría que doncella en campo de flores, el score del equipo empieza a aumentar geométricamente y tú no te has
movido siquiera del punto de salida. OK, todos hemos sido newbies en algún momento dado de nuestra vida, no hay vergüenza en
serlo, solamente no te vuelvas un lastre para tu equipo y no cometas los
errores en los que muchos caen en su afán por dejar huella en el campo de
batalla.
Lo mejor
que puedes hacer en estas situaciones es:
- Por el amor de todo lo que es santo y puro en el mundo, no te lleves el sniper si no sabes usarlo. Existe una gran fascinación entre algunos gamers por traer en las manos el arma más larga de todas, se entiende que en buenas manos esta arma se traduce en un frag (muerte de un contrario) por tiro, pero si nunca en tu vida has jugado Halo, lo único que conseguirás subirle a tu equipo es la frustración y las ganas de pegarte una granada de plasma en el trasero.
- No salgas corriendo y disparando al aire como ranchero en 15 de septiembre. No eres Atila el Huno, tus enemigos no retrocederán presas del pánico ante tu desenfreno, no importa que tan agudo y molesto sea tu grito de guerra. Sé inteligente, busca siempre la ventaja que te puede brindar un mapa, si no lo conoces, sigue a alguno de tus compañeros y fíjate en que lugares evita y en cuáles se ponen más rudas las cachetadas.
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