Bitácora de guerra Gears of War 2

Cuando salió Gears of War 2, comenté que era muy
probable que lo jugara casi diario, así lo hice con el primero y estaba seguro
de que sería igual con el segundo. Sin embargo, el multijugador no fue lo que
esperaba, la razón principal: las granadas de humo. Yo, como muchos otros
jugadores que mantuvieron al Gears of War en el primer lugar del top 10
de los títulos más jugados en LIVE de manera indiscutible, lo dejamos a
un lado. Tiempo después, GOW 2 está en cuarto lugar y no parece que pueda
subir más.

Este fin de semana Epic por fin puso a
prueba lo que tantos jugadores de Gears of War pedíamos, que las
granadas de humo sirvieran para lo que se hicieron: sacar humo. ¿Y qué pasó?
Puedo contar mi experiencia de jugarlo un día con algunos de los amigos que
conocí en el primero y darles a conocer el veredicto: fue una maravilla.

Quitar ese efecto en las granadas no sólo fue satisfactorio
para mí, sino interesante. Creo que mi conclusión es que los que jugaban el Gears
2 no eran, en su mayoría, los mismos que jugábamos el primero. Fue
impresionante la cantidad de gente que actuaba como si estuviera asustada.
Cuando empezaba la partida, nuestro equipo corría al centro y a los puntos
donde siempre hay confrontación en los mapas simétricos del Gears, y al
llegar, los demás jugadores lanzaban sus granadas de humo por los aires y
después corrían hacia adelante mirando hacia abajo esperando que estuviéramos
tendidos en el suelo para usar una vez más su cansada y horrible “técnica
estratégica.” Pero esta fue negada, pronto sus cabezas explotaron y los que
sobrevivían corrían desesperadamente hacia atrás para terminar arrastrándose.
En la segunda ronda volvían a intentarlo esperando que sus granadas
funcionaran como siempre y nuevamente perdían; para la tercera ronda sus
posiciones eran más defensivas y ahora todas sus granadas de humo estaban
pegadas a las paredes y aún así no funcionaban. En el cuarto y quinto round
nuestros oponentes terminaban encerrados en su spawn.