Esta guía es para ayudarte a dar mantenimiento básico a los controles de las consolas y para resolver problemas básicos, como los botones que se pegan. Antes de que vayas corriendo por un desarmador, te comento que abrir uno de tus controles debe ser tu última opción, ya que puede romperse al armarlos o desarmarlos. Te invito a que primero revises la carga de la batería y después la conexión entre tu consola y el control.
PlayStation 3: cualquier problema de sincronización puede resolverse al conectar el control a la consola, por medio de un cable USB.
Wii: asegúrate de que no haya objetos que estorben la señal entre el control y la barra sensora. También revisa que en tus opciones esté bien seleccionada la posición de esta barra, ya sea arriba o abajo de tu televisor.
Xbox 360: aprieta los botones de sincronización correspondientes en control y consola.
Es importante que si vas a dejar los controles sin usar por varios días, les retires las baterías para evitar que se derrame líquido corrosivo en su interior. Si ya hay derramado líquido de las baterías dentro del control, primero límpialo con un poco de bicarbonato de sodio y después limpia los contactos con la goma de un lápiz. Esto detendrá la corrosión un rato, pero después tendrás que quitar las baterías siempre que dejes de usar el control.
Si los botones se quedan pegados, retira toda la suciedad con un cotonete o con un pedazo de algodón humedecidos en líquido para limpiar superficies; si el problema persiste tal vez quieras abrir el control, pero pon atención en usar el tipo de desarmador que cada uno requiera.
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